Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén ha suscrito hoy el acuerdo alcanzado, tras más de un año de negociación, junto a las asociaciones representativas de las almazaras industriales, envasadoras, extractoras de orujo y los sindicatos CCOO y UGT, para dotar al sector del aceite y sus derivados y aderezo de un nuevo convenio colectivo de trabajo.
El acuerdo, que afecta a unos 4.000 trabajadores del sector oleícola de la provincia, tendrá carácter retroactivo, desde el 1 de octubre de 2014, fecha en la que finalizó la vigencia del anterior.
Por parte de la federación de las cooperativas en Jaén, han firmado el convenio su presidente, Juan Martos Lorite; el gerente, Antonio Guzmán Vico; y el representante del sector Aceite de Oliva, Cristóbal Gallego Martínez. El máximo representante ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado y ha puesto de relieve que, en todo momento, se han defendido los intereses de las cooperativas asociadas, “pero pensando siempre en los trabajadores, que –ha dicho- es el mejor activo con el que contamos”.
Asimismo, Juan Martos Lorite, ha subrayado que se ha dado una vuelta completa a todo el convenio, “eliminando puntos o cuestiones obsoletas e introduciendo otras nuevas como las relativas a política social y de igualdad”, lo que ha hecho que la negociación se prolongue en el tiempo más de lo deseado.
En cuanto a las condiciones económicas, extensibles a todos los trabajadores de las cooperativas oleícolas, desde el personal administrativo hasta el maestro de almazara, se ha acordado una subida del 5% a lo largo de cinco años, que se aplicará de la siguiente manera: un 2% el primer año; un 0,5% en el segundo y también el tercero; un incremento del 0,75% en el cuarto; y, finalmente, el 1,25%, durante el quinto y último año de vigencia del acuerdo.
Por otra parte, y como novedad, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén han resaltado que, por primera vez, el convenio recoge entre las condiciones para el descuelgue salarial que el precio de liquidación al socio esté por debajo de los valores de rentabilidad establecidos por organismos oficiales, tales como la Consejería o el Ministerio de Agricultura, en sus estudios de la cadena de valor. Aseguran que este punto es de vital importancia para las cooperativas, puesto que por las características particulares de su personalidad jurídica, no dan pérdidas, sino que éstas repercuten en los socios olivareros, que son quienes sufren, para bien o para mal, las variaciones de precio en la venta de sus productos.