Representantes del Consejo Rector de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, encabezados por su presidente, Juan Rafael Leal Rubio, se han reunido en la tarde de hoy con la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo Díaz, y parte de su equipo. Durante el encuentro, el primero desde que la consejera tomara posesión del cargo, la federación ha trasladado sus propuestas para la mejora de la competitividad agraria y agroindustrial de Andalucía, en un contexto de enormes desafíos.
Entre ellas, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha instado al nuevo Gobierno a seguir trabajando en la organización del sector productor, a través del apoyo e impulso a los procesos de integración y fusión entre cooperativas, a fin de reequilibrar la cadena agroalimentaria mejorando la capacidad de negociación de agricultores y ganaderos y su posicionamiento en un mercado cada vez más globalizado.
Asimismo, ha manifestado la necesidad de continuar invirtiendo en formación a todos los niveles, para formar a los socios tanto en la mejora de la gestión de sus explotaciones, como en aspectos contables, legales y de responsabilidad social de su cooperativa, al objeto de lograr una mayor competitividad en todos los eslabones. Cooperativas Agro-alimentarias ha insistido igualmente en la formación de jóvenes y mujeres y en la urgencia de incentivar no sólo su incorporación a la actividad, sino también, lo que es más importante, su permanencia y el acceso a los consejos rectores de las cooperativas.
A nivel de sectores, ha desgranado las necesidades identificadas en cada uno de ellos. Con respecto a las frutas y hortalizas, la federación ha pedido agilizar y mejorar la implementación de los programas operativos, simplificando los procedimientos y ampliando dotaciones presupuestarias, así como establecer medidas de gestión de crisis en el sector de los cítricos. Por otra parte, ha insistido en la necesidad de defender y trabajar por la autorregulación del sector oleícola, prevista en la legislación comunitaria, de modo que se permita acomodar la oferta a la demanda, a través de las organizaciones de productores y asociaciones del sector, lo que beneficiaría tanto a productores como a consumidores de aceite de oliva, evitando las fluctuaciones y picos de precios en un sector con tanta variabilidad.
Ayudas se han solicitado también para el sector de la aceituna de mesa, muy damnificado por los aranceles impuestos por Estados Unidos a la exportación de aceituna negra, cuyas pérdidas no compensa la línea aprobada por la Comisión Europea, la cual supone otro varapalo por ser insuficiente en dotación y no permitir el acceso a otros fondos.
Apartado especial han requerido el sector de los cereales y el vino, los cuales atraviesan años complicados. El primero sigue vendiendo a precios de hace dos décadas, mientras el segundo ha perdido desde 1980 el 75% de su superficie y está aquejado de una enorme falta de valor añadido y descenso de consumo. En consecuencia, desde la federación se ha demandado una prima a la calidad para el trigo blando y duro, como ayuda asociada a la producción, mientras para el segundo se insta a poner en marcha un plan de promoción de los caldos andaluces y a realizar un especial esfuerzo en la integración y competitividad del sector vitivinícola regional.
Por lo que respecta a los sectores ganaderos, y en un contexto de auge de los movimientos animalistas y descenso del consumo de carne, se ha manifestado la pertinencia de poner en marcha un programa de dignificación de la actividad ganadera y sus beneficios medioambientales, económicos y sociales, así como otro de promoción de los productos cárnicos y sus beneficios para la salud. Asimismo, se ha pedido reducir la carga burocrática y defender los productos y el ecosistema de la dehesa.
A modo general, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha hecho hincapié en la necesidad de seguir invirtiendo en I+D+i, por su carácter estratégico en el desarrollo, modernización y competitividad del sector agrario y agroindustrial, desde la mejora varietal de frutas y hortalizas, frutos secos, herbáceos, etc. hasta la optimización de los procesos en las propias cooperativas.
Otro punto destacado ha sido el agua y la urgencia de dotar a Andalucía de un plan hídrico, que redistribuya los recursos, solucione problemáticas específicas, incremente la eficiencia de los regadíos existentes y lleve el agua a zonas actualmente de secano. “Un plan no sólo para la Andalucía de regadío, sino también para la de secano, que sea justo en el reparto de recursos”, según se ha recalcado, y que podría valerse de fondos del Plan de Desarrollo Rural (PDR), los cuales han reclamado desde la organización que se destinen prioritariamente a los agricultores, los ganaderos y las infraestructuras del sector agrario y agroindustrial.
En otro orden de cosas, Cooperativas Agro-alimentarias ha requerido un posicionamiento fuerte y firme de Andalucía en la negociación actual de la reforma de la PAC, dentro del debate nacional, así como el mantenimiento del espíritu de consenso alcanzado con anterioridad por organizaciones agrarias, cooperativas y Administración al respecto. Igualmente, ha subrayado la necesidad de que la próxima reforma incluya mecanismos de regulación de mercados y gestión de crisis, “más imprescindibles que nunca” en un escenario internacional inestable e imprevisible.
Sobre este último aspecto, se ha referido a la gran incertidumbre ante el Brexit y la consecuente salida de Reino Unido de la Unión Europea, siendo actualmente aquél el tercer mercado en importancia para las exportaciones agroalimentarias andaluzas. Por tanto, y dado el gran descalabro que su resolución puede suponer para el sector, la federación ha pedido dedicar especial esfuerzo a informar a agricultores, ganaderos y empresas y a trabajar los diferentes escenarios posibles de modo que el conjunto agroindustrial andaluz esté prevenido y pueda reaccionar a tiempo.
Sin abandonar las cuestiones internacionales, Cooperativas Agro-alimentarias ha demandado, además, ayudas y herramientas para la implantación de cooperativas y grupos en el exterior, más allá de las existentes para la participación en eventos y ferias internacionales, una medida que se considera imprescindible en un sector eminentemente exportador como el agroalimentario y que debe hacer frente de forma continua a coyunturas internacionales imprevistas (veto ruso, Brexit, aranceles de Estados Unidos, etc.).
Finalmente, los representantes de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía han mostrado a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible su plena disposición a seguir trabajando como hasta ahora, como interlocutores centrales de la Administración regional, para la defensa de los intereses de más de 290.000 agricultores y ganaderos y más del 93% de las cooperativas agroalimentarias de Andalucía (665), cuya facturación, con 8.583 millones de euros, representa el 5,5% del PIB regional.