Agricultores y ganaderos malagueños tomarán la carretera el próximo 13 de febrero para reivindicar el apoyo al sector primario. Cooperativas Agro-alimentarias, Asaja, Coag y Upa, desde la unidad de acción, reclamarán así que las Administraciones competentes tomen conciencia de la gravedad del problema y se pongan en marcha verdaderas políticas de apoyo a un sector estratégico de nuestra economía, que además contribuye de forma esencial al mantenimiento del medio rural y el espacio natural.
El 13 de febrero será una jornada plenamente reivindicativa en el campo malagueño, en la que se espera que miles de agricultores y ganaderos y cientos de tractores tomen las principales vías de comunicación para trasladar su protesta.
La salida será a las 10.00 horas desde Torcal (pedanía de Los Llanos, Antequera) y discurrirá por la carretera Córdoba-Málaga, N-331 (para incorporarse a la A-92 hacia la A-7282, desde la salida 102 hasta la 152 hacia Antequera), A-7282 (hacia la carretera de Córdoba, hasta la salida en dirección Cuesta de Talavera, A-343), Alarife Francisco Gutiérrez (hasta el Recinto Ferial de Antequera), en Antequera.
Esta protesta se enmarca en la campaña nacional de movilizaciones en la que está inmersa el campo desde el pasado 28 de enero. Con la convocada en Málaga son ya más de una treintena las protestas que ha convocado el campo español durante los dos primeros meses del año y previsiblemente los actos reivindicativos se extenderán aún durante todo el primer trimestre de 2020.
El sector malagueño demanda:
1. RECONOCIMIENTO DEL SECTOR AGRARIO COMO SECTOR ESTRATÉGICO PARA NUESTRO PAÍS
El Gobierno debe tomas medidas para la DIGNIFICACIÓN DE LA FIGURA DEL AGRICULTOR Y GANADERO COMO EMPRESARIO; en la actualidad estamos recibiendo ataques por parte de una parte de la sociedad contra nuestro modelo de producción cuando con el trabajo y con nuestro esfuerzo lo único que hacemos es generar empleo estable en las zonas rurales, proporcionar alimentos sanos y de calidad a toda la sociedad, siendo la agricultura y la ganadería la única garantía de supervivencia del mundo rural, y que contribuye de forma muy decisiva a la sostenibilidad y al medio ambiente.
Los agricultores y los ganaderos no somos el problema, hemos sido, somos y seremos la solución.
2. PRECIOS JUSTOS
Solicitamos una política de precios justos que garantice la rentabilidad de nuestras explotaciones y el mantenimiento del empleo.
• LEY DE LA CADENA ALIMENTARIA: Existen enormes desequilibrios entre los distintos eslabones de la cadena alimentaria en lo que afecta a la conformación de los precios de tal forma que el productor sigue siendo el eslabón más débil, teniendo que soportar bajos precios en origen, no siendo proporcionales a los pagados por el consumidor final. La ley de la cadena alimentaria de una vez por todas tiene que ser operativa y eficaz.
• ACEITE DE OLIVA: Se deben poner en marcha auténticas medidas de regulación de mercados de forma que cualquiera que se utilice, como es el almacenamiento privado, se haga con cantidades que realmente influyan en el mercado y no como se ha hecho hasta ahora.
3. ARANCELES USA Y TERCEROS PAÍSES
Exigimos la contundente defensa por parte del Gobierno central de nuestros intereses ya que es inadmisible que en la Unión Europea se consienta todo lo contrario a lo que su propio nombre indica, admitiendo por un lado aranceles que lo único que traen es ruina para nuestras explotaciones y por otro permitiendo que estos mismos aranceles se apliquen de forma discriminatoria por país y producto.
Del mismo modo reclamamos que las políticas llevadas a cabo frente a los terceros países impidan la competencia desleal que suponen.
4. AGUA
Es inadmisible que las aguas de nuestros ríos y de nuestros arroyos, ya sean superficiales o subterráneos, se sigan yendo al mar y que para cualquier concesión u obra para almacenarla la tramitación sea interminable, se sigan criterios obsoletos, lentos, y que lo único que garantizan es sequia para nuestros campos.
Exigimos una planificación hidrológica seria y compatible con la rentabilidad de nuestras explotaciones; no es posible que no se permitan cambios en las concesiones en las que aun manteniendo las cantidades de agua no se permiten ampliaciones de superficie regada aún amparadas por cambios de cultivo con menor demanda de agua o por la implantación de sistemas de riego más eficientes. Por otro lado, exigimos una mejora de las infraestructuras hidráulicas que nos permitan el máximo aprovechamiento de nuestras aguas.