Representantes sectoriales de aceite de oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, en las distintas provincias, se reunieron ayer en Córdoba para analizar los datos de campaña, con las cifras provisionales ofrecidas por la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios), a 29 de febrero. Según las mismas, a cierre de mes, con la cosecha prácticamente finalizada, se contabilizan 1.102.695 toneladas en toda España, de las que 883.322 (80%) corresponden a Andalucía.
Estos datos confirman las previsiones que ha venido realizando la federación a lo largo de todo el ejercicio 2019-2020, según las cuales no se superarían las 900.000 toneladas a nivel regional, mientras en el ámbito nacional la producción se situaría en el entorno de 1.100.000 toneladas.
En otro orden de cosas, los responsables de aceite de oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se mostraron satisfechos con el esfuerzo realizado por el sector para almacenar 196.395 toneladas de aceite de oliva en España, aunque lamentaron que finalmente la Comisión Europea, contrariamente a lo anunciado, sí haya establecido límite de cantidad y presupuesto, impidiendo una mayor retirada.
Según los representantes de las cooperativas, se ha podido lograr esa cifra gracias a que las cooperativas han rebajado el importe de sus ofertas, en la tercera y cuarta licitaciones, dado el fracaso de la primera y segunda, donde lo que se consiguió fue el efecto contrario al deseado, es decir, la bajada de 0,20 euros de media en el precio del kilo de aceite de oliva. Cabe recordar también, que los precios de corte de Bruselas (0,83 euros por tonelada y día en la última licitación de febrero), están muy lejos de 1,30 euros por tonelada y día de los almacenamientos de 2009 y 2011, no habiéndose superado en ninguna de las cuatro la cifra de 1,10 euros por tonelada y día.
Como resultado, según manifiesta el presidente sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego, los precios se han contenido incluso muestran ligeros repuntes en determinadas categorías, aunque “desde la federación esperamos y deseamos que tanto la retirada de 200.000 toneladas del mercado durante 180 días, como las más de 100.000 toneladas menos de producción en España, impacten a lo largo de las próximas semanas de forma más positiva aún en las cotizaciones”.
Por otra parte, las salidas al mercado se están comportando “muy favorablemente”, con 657.730 toneladas acumuladas hasta final de febrero, lo que se traduce en ventas mensuales medias de 131.550, y sitúa la 2019-2020 como la segunda campaña en comercialización tras la histórica 2013-2014, que para el periodo analizado registró 674.200 toneladas totales y 134.840 de promedio por mes.
Además, Cristóbal Gallego alerta sobre la persistente sequía y las malas previsiones de cara a la campaña 2020-2021, de acuerdo al nivel de precipitaciones registrado desde septiembre. Tal y como recoge la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), todas las provincias muestran enormes déficits con porcentajes que rondan el 40%-50% menos que la media de 1980 a 2010, llegando en algunos casos al 61% y el 83% como en determinadas zonas de Málaga.
Por último, los representantes sectoriales se detuvieron en el estudio del proyecto de Real Decreto por el que se aprueba la Norma de Calidad de los Aceites de Oliva y de Orujo de Oliva y en las alegaciones presentadas por Cooperativas Agro-alimentarias, entre las que destaca la petición urgente de incluir un sistema de trazabilidad, tanto interno como externo, que controle los movimientos del aceite de oliva entre operadores.
En concreto, se propone incluir ‘Trazado’, una aplicación de trazabilidad telemática desarrollada por la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO), con el respaldo de todas las organizaciones representativas y el Gobierno de España. El sistema, en pruebas ya en esta campaña, se basa en la comunicación, con carácter previo a cada movimiento, de la información correspondiente a la mercancía a transportar, siendo absolutamente inalterable y estando siempre a disposición del órgano de control.
La federación lamenta que el texto borrador del Ministerio de Agricultura no recoja un sistema de trazabilidad como el que se propone y urge a incorporarlo, pues se trata de una gran oportunidad para poder garantizar la calidad y autenticidad de un producto tan valorado por consumidores nacionales e internacionales.