El 9 de abril, el Boletín Oficial del estado (BOE) publicaba la Orden HAC/329/2020 por la que se reducen para el período impositivo 2019 los índices de rendimiento neto aplicables en el método de estimación objetiva del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para las actividades agrícolas y ganaderas afectadas por diversas circunstancias excepcionales.
Tras su estudio, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía considera que las reducciones establecidas, aun siendo bien recibidas, resultan insuficientes para compensar la pérdidas de rentabilidad en la gran mayoría de los sectores durante el año pasado, con especial incidencia en olivar y frutas y hortalizas.
Como muestra de ello, cabe recordar que durante 2019, la renta agraria se contrajo un 8,6%; que numerosos sectores, especialmente en la parte oriental de Andalucía, sufrieron las consecuencias de las inclemencias meteorológicas; y que, en la recta final del año, otros muchos fueron damnificados por los aranceles de Estados Unidos a la exportación, si bien la aceituna negra ya los padecía desde 2017. Además, los costes se incrementaron de forma generalizada, también en sectores como la ganadería extensiva donde fue necesario alimentación suplementaria ante la sequía persistente.
En opinión de Cooperativas Agro-alimentarias, el Gobierno central parece haber desoído los movimientos reivindicativos que desde comienzos de año y hasta el estallido de la crisis del coronavirus han recorrido toda España reclamando medidas de rentabilidad, con especial alcance en Andalucía, por ser la región más eminentemente agraria a nivel nacional. Igualmente, tampoco parece haber tenido en consideración el informe remitido por la Consejería de Agricultura al Ministerio, en el que se recogían las incidencias productivas y por inclemencias meteorológicas, recabadas y trasladadas por la federación al Gobierno autonómico.
Por tanto, en línea con lo anterior, desde la federación se reclama una rebaja más ambiciosa en sectores como el olivar (que baja del 0,26 al 0,13), que suma dos años en caída libre de precios, siendo el más afectado por los aranceles a la exportación tanto de aceite como de aceituna; las frutas y hortalizas, pues se deja fuera a muchas producciones y zonas damnificadas por las tormentas, de modo que no se entiende el criterio aplicado ante una misma problemática; los cereales y el vino, en crisis endémica de rentabilidad; la flor cortada, que se halla completamente en barrena; y los sectores ganaderos, entre otros.
Finalmente, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía recuerda que las movilizaciones se han suspendido como consecuencia de la crisis del coronavirus, pero no porque la situación haya mejorado en el campo, sino todo lo contrario. Aunque es cierto que la actividad no cesa, desde la federación se recuerda que hay muchas producciones afectadas por la bajada del consumo, el cierre de fronteras, la ralentización e incluso parón de las exportaciones, más el coste añadido de reforzar la protección y la higiene en los centros de trabajo. En resumen, pide compensar el esfuerzo y el trabajo del sector con mayor liquidez para agricultores y ganaderos.