Representantes de cooperativas y grupos oleícolas de Andalucía han mantenido hoy un encuentro por videoconferencia con el rey de España, Felipe VI, a quien le han trasladado la preocupante situación por la que atraviesa un sector económico puntero como es el del aceite de oliva, en cuanto a comercialización, precios, falta de mano de obra para las tareas agrícolas y dificultad de acceso al agua. En concreto, y por mediación de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Dcoop y Oleoestepa han participado en un encuentro en el que también ha estado representado el grupo Interóleo.
Por parte de las cooperativas federadas, sus presidentes, Antonio Luque Luque (Dcoop) y Alfredo García Raya (Oleoestepa), han explicado al monarca cómo está afectando el coronavirus a un sector productivo que acumulaba dos campañas en caída libre de precios y problemas para comercializar todo el volumen disponible. En este sentido, han transmitido cómo las primeras semanas del confinamiento tuvieron que reforzar y doblar turnos para hacer frente a la alta demanda de envasado por parte de consumidores españoles y cómo, paralelamente, el comercio de volúmenes, especialmente en el exterior, se encuentra muy paralizado.
Los presidentes han hecho especial énfasis en la debacle que está suponiendo para el sector los aranceles del 25% a la exportación, impuestos por Estados Unidos al aceite de oliva de origen español, recordando los esfuerzos e inversiones que durante años han realizado las empresas y la interprofesional española en aquel país para desbancar a Italia como principal vendedor. Fruto de todo ese trabajo, desde 2016, España era líder en el país norteamericano, con una comercialización anual en torno a las 115.000 toneladas de aceite de oliva –unas 60.000 envasadas- y en imparable crecimiento; pues bien, los datos de febrero de 2020 dicen que durante ese mes, antes de iniciarse la crisis del coronavirus, solo se vendieron 830 toneladas envasadas en Estados Unidos, lo que supone un descenso del 83% con respecto a la misma cantidad del año anterior y el peor dato desde 1996.
Las cooperativas han pedido a Felipe VI interceder por el sector ante Estados Unidos, al igual que desde la federación se viene requiriendo al Ministerio de Agricultura y de Comercio, de forma insistente, que negocien el fin de unos impuestos que rompen el mercado único europeo y beneficia, en cambio, a países competidores como Italia y Portugal. Sin ir más lejos, el país luso vendió, por el contrario, 3.500 toneladas en el mes de febrero, lo que supone multiplicar por 40 la cantidad de aceite de oliva comercializado en el mismo período de 2019.
Para Dcoop y Oleoestepa estos datos no solo reflejan que se está poniendo en peligro al sector, al tiempo que echando por tierra sus inversiones y esfuerzo humano, sino que también está en riesgo la Marca España, de la que el aceite de oliva es su gran embajador a nivel alimentario y gastronómico, por ser nuestro país el mayor productor del mundo con en torno a un 50% de la producción mundial.
En otro orden de cosas, cooperativas y monarca han hablado de la situación del coronavirus en Andalucía, donde las cooperativas están colaborando en todo lo que pueden. Así pues, han intensificado las medidas de protección e higiene en los centros de trabajo; hecho entrega de todo el material de protección individual de que disponían (EPIs) a fuerzas de seguridad y centros hospitalarios; intensificado la donación de productos a Bancos de Alimentos y Cáritas, entre otros destinos; y colaborado en las tareas de desinfección de calles y plazas en los pueblos, entre otras actuaciones.
En línea con lo anterior, han mostrado su preocupación por la dificultad de acceso a material de protección, que también se necesita en campo y las cooperativas, cuyo abastecimiento debe ser asegurado por todos los medios a ciudadanos y trabajadores.