A tres meses del cierre de la campaña oleícola, el ritmo de salidas registrado hasta ahora confirma un año récord en ventas de aceite de oliva. Así lo avanzan los últimos datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en los que se recoge unas salidas de 122.010 toneladas en junio, dato que se sitúa en la media histórica del noveno mes de ejercicio oleícola.
“Junio vuelve a arrojar al sector del aceite de oliva unas buenas cifras de salidas, más si se tienen en cuenta las escasas existencias que hay en las almazaras”, ha analizado el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego, en la última reunión mantenida hoy en la sede de la federación en Córdoba. Al cierre de junio, en las almazaras había unas existencias de 437.290 toneladas. En este sentido, Cristóbal Gallego expone que, si se continúa con este ritmo de comercialización, “previsiblemente las disponibilidades de aceite de oliva a cierre de campaña sean bajas y se produzca un hecho histórico: habrá más existencias en el sector envasador que en las almazaras”.
Desde el inicio del ejercicio se han vendido 1.279.880 toneladas, lo que se traduce en unas salidas medias mensuales superiores a las 142.000 toneladas. Por tanto, como ya avanzó el representante sectorial, “de mantenerse el ritmo de mercado registrado en estos nueve meses, la 2020-2021 se convertiría en una campaña sin precedentes en cuanto a comercialización”.
Los esfuerzos realizados por el sector para buscar mercados alternativos y las condiciones comerciales han ayudado a este buen ritmo de ventas. Además, los olivareros andaluces esperan poder recuperar el mercado estadounidense, perdido como consecuencia de los aranceles impuestos a finales de 2019, y cuya suspensión por cinco años se confirmó precisamente a mediados de mayo.
Durante el Consejo Sectorial celebrado hoy también se ha analizado el impacto que tendrá la propuesta del Plan Estratégico Nacional del Ministerio de Agricultura en el sector del olivar, ya de por sí afectado por la convergencia brusca aprobada y ejecutada en este 2021. Las cooperativas oleícolas son contrarias a la reducción de regiones productivas propuesta por el departamento de Luis Planas, ya que impactarían de forma directa en un modelo agrícola diversificado como es el andaluz, con numerosos sistemas de producción. Los oleicultores también han mostrado su preocupación por la definición de los ecoesquemas, de los que dependerán entre el 23 y el 25% del presupuesto de los pagos directos.
Por último, se ha analizado el programa sectorial propuesto en su día por el ministro para el aceite de oliva en el próximo marco normativo de la PAC y se ha puesto sobre la mesa la necesidad de trabajar en una estrategia hídrica, dotada de un presupuesto, para garantizar la rentabilidad y, por tanto, el futuro de un sector clave en Andalucía.