Los ganaderos de leche de vaca han vuelto hoy a movilizarse en Granada ante la situación de bajos precios que lleva meses provocándoles importantes pérdidas en sus explotaciones. Convocados por las organizaciones agrarias andaluzas ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y la OPL del Sur, unos mil productores de leche y otro centenar de ganaderos montados en tractores han recorrido la carretera Camino de Purchil hasta llegar a la sede de Lactalis Puleva, donde han mostrado su indignación por la baja rentabilidad que debe soportar el ganadero cuando vende su producto en origen.
Bajo el lema ‘Con la leche al cuello’ han denunciado frente a las puertas de la multinacional la cruda realidad que sufren día a día y han exigido a las administraciones soluciones que les garanticen precios justos por su producto. Advierten de que hasta que el Gobierno central, la industria, la distribución y, por supuesto, los productores se sienten de nuevo a la mesa para establecer una estrategia a largo plazo con medidas efectistas que den estabilidad real al ganadero de cara al futuro, no cejarán en sus protestas, que cada vez adquieren un cariz de mayor descontento por parte de los manifestantes, tal y como ha quedado demostrado en la movilización de hoy.
La de esta mañana es la tercera de las movilizaciones por los bajos precios de la leche que tiene lugar en Granada en los últimos meses. En la última, que tuvo lugar el pasado 13 de septiembre fue frente a las puertas de una gran superficie, los manifestantes repartieron leche a los ciudadanos. No en vano, concienciar a la sociedad de la realidad que padece el sector y de la importancia de consumir leche de calidad y saludable (como la que se produce en Andalucía) a un precio digno que garantice la rentabilidad de las explotaciones es otro de los objetivos que se persigue con estas movilizaciones. Las protestas comenzaron el pasado verano con acciones en Granada, Sevilla, Málaga y Cádiz durante los meses de julio y agosto. A ellas se suma una campaña de recogida de firmas que refrendan las peticiones de los ganaderos que se canaliza a través de la plataforma change.org. Ya se han alcanzado las 28.000 rúbricas.
Como han recordado los manifestantes, el coste medio de producir un litro de leche, según el Ministerio de Agricultura, es de 0,35 euros, pero en algunas explotaciones andaluzas asciende hasta 0,40 euros. Sin embargo, en el último año la industria ha pagado al ganadero en torno a 0,31 y 0,33 euros por litro. Es decir, como mínimo, han perdido alrededor de dos céntimos por litro, mientras que los costes de producción han llegado a repuntar hasta un 35% por la subida de las materias primas para la alimentación y por el incremento de los costes energéticos, entre otros factores, que han agravado la crisis estructural del vacuno de leche.
A pesar de ser uno de los sectores más dimensionado, competitivo y productivo del territorio nacional, la falta de rentabilidad del sector se ha traducido en el cierre del 30% de las vaquerías en la última década. En Andalucía sobreviven, a día de hoy, 475 explotaciones de vacuno de leche, con algo más de 60.000 cabezas de ganado y con una producción de 600.000 toneladas de leche. Cifras con las que la comunidad, a pesar de la asfixia que sufren los productores, representa el 8% del sector lechero nacional.
Se trata de un sector deficitario porque no se cumplen las normas, a pesar de que la Ley de la Cadena Alimentaria vigente prohíbe la venta por debajo de costes, así como una regulación específica por su carácter estratégico, establecida en el Real Decreto 1363/2013, por el que se introduce la obligación de suscribir contractos lácteos que garanticen la rentabilidad de los productores, y pese a haber sido objeto de diferentes acuerdos con la distribución promovidos por la Administración (Productos Lácteos Sostenibles 2013 y Acuerdo por la estabilidad y sostenibilidad de la cadena de valor del sector vacuno de leche 2015).
Tras la manifestación, los ganaderos han sido recibidos por responsables de Lactalis Puleva después de entrar en la industria, a los que les han explicado sus reivindicaciones y les han instado a pagar por encima de los costes de producción.