El sector aceite de oliva se encuentra en un estado extremadamente grave por el efecto conjunto de la reforma de la propuesta española sobre la Política Agraria Común (PAC), el incremento de los costes de producción y la huelga de transportistas, cuyos piquetes impiden la comercialización del producto. De ahí que Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén haga un llamamiento al Gobierno para que alcance un acuerdo con los camioneros.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, Higinio Castellano, ha mostrado su preocupación por la concatenación de circunstancias adversas para el sector oleícola. Al respecto, ha resaltado que la gran movilización en Madrid del pasado 20 de marzo sirvió para escenificar el rechazo del mundo agrario a la reforma de política comunitaria y a la subida del precio de los carburantes y de la energía eléctrica. Sobre el tercer problema, ha lamentado su repercusión en el aceite de oliva.
Los piquetes de transportistas que jalonan las carreteras impiden la llegada de envases y embalajes a las cooperativas y las salidas de aceite de oliva. Los graneles permanecen en las cisternas a la fuerza, lo que impide a los cooperativistas cumplir los contratos firmados con las empresas de cualquier índole de la distribución. Tampoco el aceite envasado vendido por internet llega al consumidor particular.
“Llevamos diez días paralizados. Las pérdidas ya son millonarias”, ha asegurado Higinio Castellano, quien ha advertido de la incertidumbre que planea sobre un sector de por sí volátil por la paralización de centenares de miles de toneladas en las cisternas, cuya salida de cooperativas y almazaras bloquean los camioneros, lo que convierte al aceite de oliva en una de las víctimas colaterales más perjudicadas por el conflicto.