Ante las próximas movilizaciones en todas las provincias andaluzas y tras una semana de vértigo informativo, donde se han vertido todo tipo de noticias en muchas páginas de prensa, así como en espacios informativos en radios y TV, con la participación de fuentes poco documentadas sobre la situación que atraviesa actualmente el sector agrario andaluz y las motivaciones que lo han empujado a salir a la calle, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía aclara lo siguiente:
1.-La federación regional se moviliza junto a las organizaciones representativas del campo andaluz como son Asaja, COAG y UPA en unidad de acción, la misma unidad que se viene manteniendo desde hace más de cuatro años y que llevó al sector a salir a la calle en las protestas previas al COVID.
2.-Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía considera que todas las plataformas que vengan a defender el bien común de todos los agricultores y ganaderos y en las que prevalezca el sentido común y el respeto a los demás son bienvenidas.
3.-La federación hace un llamamiento a todos los agricultores, ganaderos, cooperativistas y a toda la población (rural y urbana) a luchar unidos, en defensa de los intereses comunes, aquellos que abogan por garantizar la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas y ganaderas, para que puedan seguir produciendo alimentos de calidad, con seguridad alimentaria y a precios asequibles para los consumidores.
4.-El calendario de movilizaciones que se inicia mañana, 14 de febrero, no va a tener fin hasta que se dé respuesta a las demandas del campo andaluz, que pasa prioritariamente por la puesta en marcha de un plan de choque que atañe a todas las administraciones, y que recoja medidas por parte de la Unión Europea, el Gobierno nacional y regional.
5.-Sequía. La situación que vive el campo es desastrosa debido al déficit hídrico por la falta de lluvias, la mala gestión de los recursos hídricos en las distintas cuencas y la falta de inversiones en infraestructuras durante décadas, que impide que, cuando llueve, esa agua pueda ser almacenada para utilizarla en épocas de escasez. ¿En qué se traduce todo esto? En que los agricultores no pueden producir alimentos, que es lo que saben hacer, y si no hay producciones en el campo, tampoco hay empleo en las cooperativas, que son las empresas que mantienen la economía en los pueblos de Andalucía. Por ello, la federación exige garantías en el acceso al agua, inversiones en infraestructuras y un reparto equitativo, sin quitar agua a nadie, de los recursos hídricos entre los territorios andaluces e incluso españoles (Plan Hidrológico Nacional). Con una apuesta decidida por el agua a nivel político, que incluya todas las fuentes posibles (trasvases, aguas regeneradas, aguas desaladas, etc.) fruto de una estrategia consensuada entre administraciones, pues el agua no puede seguir siendo el arma arrojadiza entre distintas siglas políticas.
6.-Simplificación de la PAC. El sector no se niega a producir de manera más sostenible, todo lo contrario. De hecho, la agricultura y la ganadería andaluza ya están a la vanguardia en métodos respetuosos con el medio ambiente, como son la Producción integrada, la producción ecológica, el control biológico de plagas o la mejora de semillas que requieren menos tratamientos. Sin embargo, el exceso de burocracia que traen las normativas de la Política Agraria Común (PAC) asfixia a los agricultores y ganaderos, que deben estar más centrados en tareas administrativas que en producir alimentos. Por ello, el sector reclama la eliminación del Cuaderno Digital de Explotación, que supone una absurda complicación más. Además, exigen una flexibilización de dichas políticas con recursos y tiempo suficientes para que las explotaciones puedan adaptarse a ellas y que las nuevas directrices que se aprueben estén basadas en criterios productivos.
7.-Comercialización. Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se manifiesta para exigir la modificación de los acuerdos comerciales en los que se incluyan las cláusulas espejos y para que se refuerce el principio de preferencia comunitaria. Las cooperativas andaluzas queremos competir con nuestros productos en los mercados internacionales con las mismas reglas de juego que los productores extracomunitarios en materia laboral, ambiental y social. No nos negamos a la importación de alimentos de fuera, pero siempre y cuando éstos se hayan producido con la misma estricta normativa que se nos exige a nosotros, y siempre y cuando no sean el vehículo para la llegada de plagas. Por eso, exigimos, un mayor control en las fronteras y que se cumplan los contingentes acordados.
8.-Ganadería. La federación exige protección para los sectores productivos ganaderos, siempre en la diana de campañas de desprestigio que vinculan al sector con el calentamiento global o con enfermedades graves, cuando la ganadería extensiva y el pastoreo es el mejor cortafuegos frente a catástrofes ambientales. En este sentido, pedimos la derogación de la ley de bienestar animal, que supone más carga burocrática, complicaciones en la gestión diaria y costes para el sector, lo que está empujando al cierre de cada vez más explotaciones ganaderas.
9.-Precios. Pese a que muchos productos agrarios están en precios récord, la rentabilidad de las explotaciones brilla por su ausencia. El incremento de los costes productivos, unido a la merma de cosechas por la sequía, está llevando al sector a una situación límite, pues cuentan con la mitad de cosecha que les ha costado el doble producirla. Además, si hay pocos alimentos y es caro producirlos aquí, el sector de la distribución irá a buscarlos a terceros países, con el consiguiente encarecimiento de la cesta de la compra.
10.-Otras medidas de carácter laboral y fiscal. Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía exige que la Reforma Laboral contemple las particularidades del empleo agrario, que es de carácter temporal, y que se incorporen medidas fiscales a beneficio del sector a corto, medio y largo plazo para mermar la crisis del sector.