Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, representada por su presidente, Fulgencio Torres Moral, y por su director general, Jaime Martínez-Conradi, se ha desplazado hasta Bruselas en una jornada de trabajo con eurodiputados españoles, con los que han abordado los principales asuntos que preocupan al campo andaluz en general y al sector cooperativo en particular.
Así, en la sede central de la Unión Europea, la directiva ha mantenido una intensa agenda y se ha reunido con la representante de la comisión de agricultura del Partido Popular (PP), Carmen Crespo; con el representante del PP en la comisión de comercio, Juan Ignacio Zoido; con la representante del PSOE en la comisión de agricultura, Cristina Maestre; con la eurodiputada en la comisión de medioambiente, Esther Herranz, además de con el secretario general adjunto del Copacogeca, Patrick Pagani.
Entre las demandas que han trasladado en Bruselas están los principales asuntos que afectan a la agricultura y ganadería andaluzas, como la sequía, la PAC, las cláusulas espejo, las limitaciones en el uso de fitosanitarios, el principio de preferencia comunitaria o la incertidumbre para la exportación de productos agroalimentarios ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Así, en materia de agua, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha insistido en que la Unión Europea “tiene que asumir la singularidad de Andalucía, que es la región más seca de Europa pero, a la vez, es una de las principales potencias agrícolas del continente”.
En este sentido, el presidente de la federación regional ha recordado que “esta comunidad es la despensa de Europa, por lo que, si no se pone una solución urgente a la sequía, pronto será un problema de toda la UE”. Por ello, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha demandado a las autoridades europeas “que tomen conciencia ante un problema que es real y que se destinen recursos adicionales para garantizar el acceso al riego, en cantidad y calidad suficiente, para todos los agricultores y ganaderos andaluces”, pues “sólo con una dotación de agua asegurada, Andalucía podrá crecer y seguir creando riqueza y empleo en las zonas rurales, además de alimentar a 500 millones de personas, garantizando la soberanía alimentaria de Europa”.
Además, ha señalado la necesidad de contar con “una PAC fuerte y coherente, con mecanismos ágiles de gestión de mercados, que pueda garantizar la rentabilidad del sector en momentos de crisis, ante la volatilidad de precios que caracteriza a las materias primas”.
La federación regional ha insistido a los europarlamentarios que trabajen para lograr que “en los acuerdos comerciales se incluyan las cláusulas espejo, que garanticen la igualdad de oportunidades en los mercados”. De esta forma, “los productos de cooperativas podrán competir con las mismas reglas de juego que los productos extracomunitarios en materia laboral, ambiental y social”.
También, en las importaciones agroalimentarias, “exigimos un control total en las fronteras y que se cumplan los contingentes acordados”, ha señalado Fulgencio Torres. A este respecto, ha subrayado que “es un contrasentido que la UE presuma de cara a los consumidores de la sostenibilidad de sus producciones y que por la puerta de atrás deje entrar alimentos que distan mucho de cumplir unos mínimos estándares sostenibles”.
Los nuevos aires proteccionistas que encabeza la Administración Trump también se han puesto sobre la mesa. En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha considerado «crucial» que en Europa entre en vigor el principio de preferencia comunitaria, que se encuentra en la base de la fundación misma de la Unión Europea y de la PAC. La federación ha denunciado la situación de indefensión del sector de frutas y hortalizas, ya que la UE, a base de querer ayudar a países en vías de desarrollo -como es el caso de Marruecos y productos como el tomate-, “ha provocado que se debilite la preferencia comunitaria”. “Está muy bien que Europa quiera ayudar a los países en vías de desarrollo o a los más pobres. Pero lo que no puede suceder es que sean los agricultores y ganaderos andaluces y europeos los que terminen pagando la factura de ese apoyo”, ha enfatizado el presidente.
Por último, las políticas europeas respecto a las materias activas, que prevén reducir su uso de manera drástica, han sido cuestionadas por parte de la federación regional, que ha defendido que “los fitosanitarios y plaguicidas son fundamentales para mantener la competitividad de los agricultores y, sobre todo, garantizar la seguridad alimentaria”, alertando de las consecuencias de estas políticas, que supondrán “limitar e desarrollo del sector agrario más innovador y productivo”.