Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha presentado la labor que realizan sus 640 cooperativas federadas y sus más de 300.000 familias de agricultores y ganaderos al Arzobispo de Granada, Monseñor Don José María Gil Tamayo. El encuentro, en el que han estado presentes el presidente de la federación, Fulgencio Torres; el director general, Jaime Martínez-Conradi; y el gerente de la oficina de Jaén, Antonio Guzmán, se ha celebrado en la sede del arzobispado de Granada.
Durante esta audiencia, la federación ha expresado su compromiso con los principios del cooperativismo, especialmente en este año, en el que se celebra el 30 aniversario de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, y le ha pedido su bendición y orientación a fin de seguir trabajando en beneficio de los más necesitados.
Así, el presidente de la federación, Fulgencio Torres, ha resaltado el papel de las cooperativas agroalimentarias y de quiénes conforman su base social, agricultores y ganaderos que han estado trabajando de manera incansable por el desarrollo del cooperativismo en el sector agroalimentario de nuestra región, promoviendo la solidaridad, el desarrollo sostenible y el bienestar de la sociedad; contribuyendo al bien común con la loable tarea de producir alimentos de calidad y a precios asequibles para alimentar al mundo. Así, se ha destacado que las cooperativas son empresas con valores. Empresas de economía social con un enorme arraigo en Andalucía, que crean más de 40.000 empleos directos y otros miles indirectos, y de las que depende casi el 6% del PIB regional.
Un modelo que busca el crecimiento económico de nuestras comunidades, pero poniendo al mismo nivel el bienestar social y medioambiental de los ciudadanos. Empresas que fomentan la cooperación, la ayuda mutua e impulsan la dignidad del trabajo en el campo, en plena sintonía con los valores de la Doctrina Social de la Iglesia. Y lo hacen con un firme compromiso con principios éticos como la honestidad, la equidad y el esfuerzo compartido.
Por ello, Fulgencio Torres ha subrayado que la relación entre la Iglesia y las cooperativas agroalimentarias andaluzas es muy estrecha. De hecho, «la gran mayoría de nuestras empresas, que son el motor de empleo en los pueblos rurales de Andalucía, llevan por nombre el del patrón o patrona del municipio en el que se asientan. O de la advocación de María más venerada en el lugar», ha comentado.