El sector de la aceituna de mesa pide el apoyo de ayuntamientos y diputaciones ante la amenaza de nuevos aranceles de Estados Unidos
Ante la revisión de aranceles de Estados Unidos prevista para mediados de agosto, y la posibilidad de que aumenten para la aceituna hasta el 100% del valor del producto, Cooperativas Agro-alimentarias y la Asociación de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) han elaborado un manifiesto con el que esperan recabar el apoyo de todos los ayuntamientos y diputaciones de las zonas productoras.
El sector de la aceituna de mesa español es líder mundial en producción y comercialización, con un volumen de facturación superior a los 1.700 millones de euros y, sobre todo, es un cultivo muy importante a nivel social, por el empleo que genera en las zonas productoras. En el territorio nacional, destaca el peso de Andalucía, con el 84% de la superficie del olivar de aceituna de mesa nacional, un total de 1,75 millones de jornales, 226 plantas entamadoras y el 52% de la producción cooperativizada. Sevilla es la principal provincia productora, con más del 70% de la producción cooperativizada y un total de 56 empresas envasadoras, aunque la industria de la aceituna de mesa también tiene un peso importante en Córdoba y Málaga.
El sector de la aceituna de mesa, por su evolución, ha demostrado ser profesional, dinámico y competitivo, con una gran presencia en los mercados internacionales, en los que apuesta por ofrecer un producto sostenible y diferenciado de los países competidores, generador de valor añadido, de empleo estable y de calidad. Por tanto, de una gran importancia social, económica y ambiental para nuestros pueblos y el medio rural y como no, para la fijación de la población al territorio. El olivar es, por tanto, para muchas poblaciones andaluzas su mayor actividad económica, de ahí la importancia de recibir el apoyo al sostenimiento y desarrollo de dicho sector.
Durante las últimas décadas, el sector ha destinado importantes recursos económicos yhumanos para convertirse en líder indiscutible tanto en producción como en comercialización a nivel mundial. El mercado de Estados Unidos ha sido una de sus principales apuestas, habiendo logrado destinar a este país anualmente más de 100.000 toneladas de aceituna de mesa. Sin embargo, las políticas proteccionistas del Gobierno de Donald Trump derivaron, a mediados de 2018, en una aplicación de aranceles del 34,75% sobre la aceituna negra originaria de España.
Por si fuera poco, fruto de un litigio aeronáutico entre una compañía aérea estadounidense, Boeing, y la europea Airbus, la Organización Mundial del Comercio determina que Airbus ha percibido subvenciones que no cumplen con las normas de comercio internacional, es decir, son ilegales, por lo que permite a Estados Unidos imponer sanciones económicas contra la Unión Europea, que nuevamente se ceban con España. El 18 de octubre de 2019 entraron en vigor nuevos aranceles sobre una serie de productos que nada tienen que ver con el sector aeronáutico, entre los que se encuentra en esta ocasión la aceituna verde y semiprocesada de origen español, gravada a partir de entonces con un 25% de arancel.
Al margen de la gran cantidad de recursos que se están destinando para la defensa legal del sector, las exportaciones de aceituna de mesa con origen España han visto reducido su volumen y valor de manera muy importante.
El mercado de Estados Unidos resulta un mercado clave para las exportaciones españolas y esta situación está ya provocando la deslocalización de empresas a otros mercados. Se trata de un mercado prioritario para el sector externo a la Unión Europea, donde el incremento arancelario está afectando a nuestra posición competitiva frente a terceros países que cuentan con una posición arancelaria más favorable.
Por ello, ante la nueva revisión arancelaria, Cooperativas Agro-alimentarias y Asemesa temen que el Gobierno de Estados Unidos apruebe la imposición de nuevos aranceles a lo largo del mes de agosto, que podrían gravar a la aceituna de mesa con una tasa arancelaria de hasta el 100% del valor del producto; lo que supondría la expulsión definitiva de un mercado que ha llevado años conquistar; con grandes inversiones y recursos.
Para el sector de la Aceituna de Mesa, la propuesta de ampliar a otras preparaciones y de incrementar los aranceles hasta el 100% para las aceitunas de mesa, verde y negra, comercializadas desde España supondrá sin ningún género de dudas el abandono de miles de explotaciones y la pérdida de millones de jornales en Andalucía. Por ello, ambas organizaciones instan a ayuntamientos y diputaciones a que adopten los siguientes acuerdos en defensa del sector del aceituna de mesa y reclamen al Gobierno de España:
- Una regularización de sus ayudas a la compañía Airbus en cumplimiento de las normas de comercio internacional establecidas por la Organización Mundial del Comercio.
- Una actuación política contundente y eficaz ante la Unión Europea con el fin de que se encuentre una solución negociada al caso del conflicto UE-EEUU del sector de la aviación civil, liberando por actuaciones políticas ajenas al olivar; a un Sector estratégico para la economía, el empleo y la fijación de la población al territorio.
- Intensifique las relaciones bilaterales entre España y Estados Unidos, tal y como han estado haciendo las administraciones de otros países de la UE.
- Solicite a la UE que se ejecute un plan de represalias contra EEUU en caso de que no prospere la solución negociada, imponiendo aranceles a productos estadounidenses con el fin de facilitar la vuelta a la normalidad de las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos.
- Solicite y reivindique de forma clara y activa; con indicadores de cumplimiento ante la UE, el establecimiento de medidas compensatorias al sector de la Aceituna de Mesa Española en el seno de la Unión Europea.
El campo andaluz reivindica en Algeciras una frontera única para toda la Unión Europea
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y las organizaciones agrarias andaluzas ASAJA, COAG y UPA han reivindicado en el Puerto de Algeciras una frontera única y una política aduanera común para toda la Unión Europea, con un reglamento estricto, riguroso, que penalice y que controle todos los puertos europeos, para que lo que no pueda entrar por Algeciras o por Valencia tampoco entre por Róterdam o por cualquier otro puerto.
En el marco de la concentración representativa que ha tenido lugar hoy, y que ha reunido a un centenar de productores de toda Andalucía, representantes de las cuatro organizaciones han mantenido un encuentro con el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce Calleja, al que le han trasladado la importancia de establecer criterios unánimes en todos los puertos de Europa en cuanto a la entrada de producciones de países terceros y que se cumplan los acuerdos preferenciales.
Bajo el lema #CompetenciaDeslealNO, han solicitado un control real y efectivo de las importaciones y han reclamado que se cumplan de forma estricta los acuerdos comerciales en vigor, tanto en fechas, como en cupos y en calidades. No obstante, los representantes de las cuatro organizaciones han alertado del riesgo de firmar nuevos acuerdos comerciales y demandan que la firma de los mismos se condicione a la realización de estudios previos de impacto sobre la agricultura europea y el cumplimiento de los principios de preferencia comunitaria y de reciprocidad.
Agricultores y ganaderos andaluces están hartos de que tanto la Unión Europea, como el Gobierno español y la Junta de Andalucía miren hacia otro lado, por ello, exigen que se cumpla el principio de preferencia comunitaria -primero lo producido en la Unión Europea-, así como el principio de reciprocidad, es decir, que los productos que vienen de países terceros cumplan los mismos requisitos en materia medioambiental, de seguridad alimentaria y de condiciones laborales.
Con esta concentración, organizaciones agrarias y cooperativas han retomado de forma simbólica las movilizaciones de inicio de año y que se vieron interrumpidas por la irrupción del Covid-19. Miles de agricultores y ganaderos andaluces salieron a la calle bajo el lema #AgricultoresAlLímite para reclamar a las Administraciones competentes medidas políticas para impulsar la competitividad de las explotaciones agroalimentarias, aquejadas de la falta de rentabilidad y la competencia desleal de terceros países.
Tras la movilización y el encuentro mantenido con la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y ASAJA, COAG y UPA han acordado seguir trabajando de forma unánime y mantener las acciones reivindicativas con el objetivo de que las administraciones competentes adopten medidas que prioricen la competitividad del sector agroalimentario europeo.
El campo granadino se movilizará mañana 21 de julio en Algeciras para exigir que se ponga fin a la competencia desleal
Los máximos representantes de las organizaciones agrarias provinciales (Asaja, Coag y Upa), y de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada participarán mañana 21 de julio en la concentración que tendrá lugar en el Puerto de Algeciras para exigir que se ponga fin a la competencia desleal que sufre el sector agrario, acosado por la entrada descontrolada de productos agroalimentarios de terceros países a la UE, incumpliendo las normas europeas (medioambientales, socio-laborales y fitosanitarias) y sin respetar los acuerdos comerciales (en fechas, en cupos y en calidades) en los que se amparan para ingresar en territorio europeo.
Las organizaciones agrarias y la federación participarán en esta concentración que, debido a las circunstancias sanitarias, será representativa y no superará el centenar de personas. El objetivo es demandar un control real y efectivo de las importaciones, exigir el cumplimiento estricto de los acuerdos comerciales en vigor (origen, fechas, cupos y calidades), alertar contra la firma de nuevos acuerdos y condicionar la firma de los mismos a la realización de estudios previos de impacto sobre la agricultura europea y el cumplimiento de los principios de preferencia comunitaria y de reciprocidad.
El sector agrario granadino retoma sus movilizaciones tras la histórica tractorada que movilizó en febrero a más de 20.000 personas en la capital granadina y la multitudinaria manifestación celebrada en noviembre en Motril, además de otras acciones de protesta realizadas a principios de año. Los problemas que llevaron a sacar los tractores a las carreteras persisten y, en muchos casos se han visto agravados por los efectos del COVID-19 en la economía, con esta concentración simbólica de protesta en el Puerto de Algeciras el sector agrario granadino y andaluz pretende dar una seria llamada de atención que mueva a la reflexión y a la actuación de las autoridades andaluzas, españolas y comunitarias.
El Puerto de Algeciras, al igual que el resto de puertos españoles y comunitarios, no puede ser por más tiempo un “coladero” de productos importados sin control de países de fuera de la Unión Europea. Para las organizaciones convocantes, la concentración frente al Puerto de Algeciras simboliza la denuncia constante de los incumplimientos de los acuerdos comerciales agroalimentarios que la Unión Europea tiene establecidos con países terceros, mientras que las autoridades hacen oídos sordos, permitiendo la entrada masiva y descontrolada de productos agroalimentarios, lo que hiere de muerte a nuestro tejido productivo, desestabilizando el mercado y engañando a los consumidores.
Hartos de que tanto la Unión Europea, como el Gobierno español y la Junta de Andalucía miren hacia otro lado, las organizaciones exigen que se cumpla el principio de preferencia comunitaria -primero lo producido en la Unión Europea-, así como el principio de reciprocidad, es decir, que los productos que vienen de países terceros cumplan los mismos requisitos europeos en materia medioambiental, de seguridad alimentaria y de condiciones laborales.
La concentración, que se iniciará a las 11:00 horas, cumplirá escrupulosamente todas las medidas de seguridad vigentes por la pandemia COVID-19.
El olivar tradicional granadino reivindica medidas urgentes que frenen su crisis de rentabilidad
La asamblea sectorial de olivar de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada traslada su máxima preocupación por la evolución de la crisis de rentabilidad y el anuncio de nuevos aranceles al aceite de oliva que amenazan gravemente el futuro del olivar tradicional, cultivo esencial para la economía agraria granadina, andaluza y española.
Desde el año 2019, el sector del aceite de oliva sufre una de sus crisis de rentabilidad más profundas debido a los precios en origen ruinosos que perciben los productores, quienes no llegan a cubrir los costes en sus explotaciones. Los efectos de los bajos precios en origen se agudizan en las explotaciones de olivar tradicional, mayoritarias nivel a español, andaluz y granadino, donde este cultivo tradicional representa el 70% de la superficie y el 56% de la producción totales.
Históricamente, las condiciones orográficas y ambientales de las zonas productoras han favorecido el desarrollo del olivar tradicional, con una relevancia socioeconómica y medioambiental imprescindible para miles de explotaciones, familias y pueblos viven de este cultivo. Los elevados costes de producción, unidos a problemáticas como los aranceles impuestos a las exportaciones españolas y la competencia desleal de las importaciones de terceros países, dificultan la sostenibilidad de este cultivo tradicional que convive con el avance de producciones intensivas y super intensivas en los últimos años.
Esta federación provincial une a 47 cooperativas oleícolas, formadas por 32.000 olivareros, que operan en unos 70 municipios granadinos donde más de 60.000 familias están vinculadas a este cultivo.
Después de meses de movilizaciones, descontento generalizado de los productores y empeoramiento de su situación económica, las cooperativas olivareras granadinas reclaman: la defensa contundente del futuro del olivar tradicional, a partir de la alianza de cooperativas, productores e instituciones de todos los territorios afectados.
MEDIDAS URGENTES
1.- La PAC post 2020 debe garantizar el futuro del olivar tradicional.
La PAC post 2020 debe ser eficaz en el impulso de medidas que garanticen la competitividad del olivar tradicional, reconociendo su valor social, económico y ambiental. Para ello, se solicita un presupuesto adecuado y una redistribución de las ayudas que mejore el posicionamiento en el mercado y ayude a obtener una rentabilidad sostenible, limitando y llegando a anular las ayudas para aquellos olivares intensivos y superintensivos que ya son rentables sin necesidad de ayudas.
2.- Retirada de los aranceles impuestos al aceite de oliva español.
El aceite de oliva ha sido uno de los grandes perjudicados por el conflicto internacional que llevó a Estados Unidos a imponer aranceles a productos agroalimentarios españoles. Se exige la retirada de estos aranceles.
3.- Control de las importaciones de terceros países y reciprocidad en la UE
La federación reclama un mayor control sobre las importaciones de aceite de oliva provenientes de terceros países, la aplicación del principio de preferencia así como la reciprocidad en el ámbito comunitario.
4.- Actualización de los precios de almacenamiento privado.
Se solicita la revisión y actualización de los precios establecidos para la activación del almacenamiento privado para conseguir la máxima eficacia del mismo.
5.- Reforzar las campañas de promoción del aceite de oliva.
La Federación provincial solicita que se intensifiquen las campañas de promoción del aceite de oliva español, a nivel nacional e internacional, con la finalidad de dar a conocer las bondades del producto, valores diferenciadores, así como las prácticas fraudulentas que terminan por perjudicar al sector en su conjunto.
6.- Adecuada gestión y regulación del consumo de agua en el cultivo de olivar tradicional.
Esta medida resulta necesaria para garantizar la disposición de recursos hídricos necesarios para los cultivos.
Todas estas medidas responden a un interés general del sector oleícola: Impulsar la competitividad y sostenibilidad del olivar tradicional español, cuya aportación alimentaria, económica, social, ambiental y territorial resulta imprescindible para el futuro de Europa, España, Andalucía y Granada.