La sensibilización en igualdad llega desde Huelva a toda Andalucía de mano de Cooperativas Agro-alimentarias

La sensibilización en igualdad llega desde Huelva a toda Andalucía de mano de Cooperativas Agro-alimentarias

Desde ayer martes, 9 de junio, y hasta el próximo día 18, Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva imparte el curso online ‘Sensibilización en Igualdad de Oportunidades. Inteligencia emocional y acción empresarial’, dirigido tanto a trabajadores de la economía social como a personas en situación de desempleo. Se trata de una iniciativa financiada por la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, de 20 horas de duración, que se repartirán en seis sesiones de tarde.

De esta forma, la federación continúa con su apuesta formativa, superando las limitaciones que el coronavirus ha establecido en la docencia presencial, pero beneficiándose también de las posibilidades de la educación digital, de modo que el curso se ha abierto a la participación de personas interesadas de toda la geografía de Andalucía.

El principal objetivo que persigue Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva con esta acción es promover la proactividad de personas y empresas, e impulsar actitudes y acciones de transformación social real desde el sector agroalimentario.

Para ello, la federación ha contado con la experta en inteligencia emocional y comunicación organizacional, Lola Pelayo, de CpC Cambiar para Crecer, quien ha diseñado los contenidos, divididos en dos bloques diferenciados. Uno de ellos trabajará de forma dinámica, ágil y vivencial la autogestión emocional, la ruptura de creencias limitantes que dificultan la igualdad, la influencia en las conductas de los pensamientos individuales y las creencias sociales, y la diferencia entre reactividad y proactividad ante situaciones de desigualdad.

El segundo bloque temático, se centrará en el papel de las organizaciones ante los retos sociales, para lo que hará un recorrido generalista y práctico sobre las nuevas exigencias para las empresas en materia de igualdad, así como por los movimientos internacionales de la gestión empresarial como son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que están marcando el desarrollo legislativo internacional sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y, por tanto, también en materia de igualdad.

Este curso de sensibilización en igualdad es una más de las acciones enmarcadas en el firme compromiso de Cooperativas Agro-alimentarias por impulsar la sostenibilidad de un sector fundamental para la sociedad, como es el agroalimentario, promoviendo la igualdad de oportunidades, el relevo generacional efectivo y las mejores prácticas sostenibles de todos los colectivos asociados y de todo su personal. En total 30 personas, entre hombres y mujeres, se beneficiarán de esta iniciativa.

 

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía pide un plan más ambicioso para el aceite de oliva

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía pide un plan más ambicioso para el aceite de oliva

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, federación que representa la producción del 70% del aceite de oliva de la región, y el 55% de toda la oferta nacional, valora positivamente el decálogo de medidas para el sector presentado en la tarde de ayer por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. No obstante, desde la organización se defiende que, para sacar al sector de la crisis y asegurar su competitividad futura, el plan debe ser más ambicioso.

En primer lugar, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía considera que la medida 3 del plan de Agricultura, que aborda la regularización de la producción de aceite de oliva y cuya ejecución recae en el Ministerio de Agricultura y las Comunidades Autónomas, es la fundamental; la que el sector necesita de forma inmediata para sobreponerse a la crisis. Para ello, la federación insta al Ministerio a agilizar los trámites en Bruselas para la inclusión del aceite de oliva en el artículo 167, sobre estabilización de mercados, del Reglamento (UE) 1308/2013, por el que se crea la organización común de mercados de los productos agrarios, y en el que ya se recoge el vino.

“Es imprescindible que esté disponible para antes del comienzo de la campaña 2020-2021 si queremos que sea efectiva, para lo que el Ministerio debe conseguir su incorporación en los reglamentos transitorios de la PAC”, subraya el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva, Cristóbal Gallego. Según explica el responsable, su aprobación permitiría al Gobierno de España aprobar en el Boletín Oficial del Estado (BOE) medidas de regulación para el sector, obligatorias para todos los operadores.

En cualquier caso, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se señala que se continúa trabajando en la propuesta de retirada voluntaria por aplicación del artículo 209 del citado reglamento, una medida que sería coordinada por Cooperativas Agro-alimentarias de España, pero que no podría ser obligatoria, “por lo que unos operadores retirarían aceite del mercado y otros se beneficiarían, no resultando realmente eficaz salvo que haya ayudas que compensen a los que participen”, comenta Cristóbal Gallego.

Regulación del sector aparte, la federación valora muy positivamente las medidas encaminadas al fomento de la calidad, la trazabilidad, el etiquetado y la promoción, pero echa en falta otras acciones de índole diplomático que tengan como objetivo el fin de los aranceles impuestos por Estados Unidos a las exportaciones de aceite de oliva envasado con origen español, los cuales están provocando una debacle en el sector y echando por tierra el trabajo y las inversiones de los últimos treinta años. Conviene señalar que hasta su imposición, el 18 de octubre de 2019, Estados Unidos era el segundo país importador de aceite de oliva de España, por detrás solo de Italia, con compras anuales en torno a 115.000 toneladas (60.000 de ellas envasadas). Pues bien, según los últimos datos de que se disponen, las ventas han caído un 92% en aquel país volviendo a niveles de 1989.

En opinión de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, ni desde el Gobierno de España ni desde la Unión Europea se está haciendo lo suficiente para revertir unos impuestos que están impactando en el sector en uno de sus momentos más complicados y críticos. Por contra, se están beneficiando, países competidores de la propia Unión Europea (lo que pone en cuestión la existencia de un mercado único) y países terceros como Túnez, los cuales han incrementado sus ventas a Estados Unidos y también a España, donde han crecido las importaciones, un hecho ante el que el Gobierno nacional debe exigir a Europa que se defienda la preferencia comunitaria, así como la reciprocidad en el cumplimiento de medidas sociales y medioambientales.

“No podemos dejar perder el mercado de Estados Unidos”, subraya Cristóbal Gallego, quien lamenta que cuanto más tiempo transcurra “más complicado será recuperar las ventas en el país norteamericano”. Paralelamente, añade el responsable, es urgente establecer un plan de promoción ambicioso para incrementar las ventas en otros países europeos y no europeos, comenzando por los propios estados productores como España, así como para abrir otros mercados, crear plataformas de comercialización e internacionalizar las empresas españolas. “Un sector eminentemente exportador como el del aceite de oliva, sí o sí, tiene que vender fuera y si nos cierran mercados como el de Estados Unidos el esfuerzo en promoción debe ser ingente para compensarlo”, asegura Cristóbal Gallego.

Finalmente, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se quiere incidir en otra demanda histórica del sector como es garantizar el acceso al agua a todos los territorios, para lograr una mayor competitividad, tan necesaria en el cultivo del olivar, máxime en la actual coyuntura.

 

Cooperativas Agro-Alimentarias de Granada y Caja Rural renuevan su compromiso de impulso a las cooperativas agrarias de esta provincia

Cooperativas Agro-Alimentarias de Granada y Caja Rural renuevan su compromiso de impulso a las cooperativas agrarias de esta provincia

Caja Rural Granada y Cooperativas Agro-Alimentarias de Granada han renovado su convenio de colaboración que desde hace más de veinte años apuesta por el impulso del cooperativismo agrario en esta provincia.

Los presidentes de ambas entidades, Antonio León y Fulgencio Torres, se han comprometido a continuar trabajando por el desarrollo de la competitividad y modernización de las empresas del territorio a través de varias medidas recogidas en el documento, como el avance de programas de I+D+i y el estímulo de actividades empresariales generadoras de riqueza y empleo.

Concretamente, se fomentará el desarrollo de técnicas de cultivo, poda, riego y sanidad, seguridad alimentaria y comercialización de las empresas cooperativas. El acuerdo también incluye el patrocinio de ferias y jornadas en el marco de la industria agroalimentaria y auxiliar, la prestación de asesoramiento técnico a Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas, así como la prevención de riesgos laborales, tanto a nivel de productores como de empresas comercializadoras.

Antonio León ha recordado los valores de ayuda mutua, responsabilidad social, democracia, transparencia, igualdad y solidaridad que Caja Rural Granada, como cooperativa de crédito, comparte con las empresas que integran esta federación provincial. El presidente de Caja Rural Granada ha destacado el sólido compromiso de la entidad con el sector primario, uno de los principales motores de la actividad económica de la provincia granadina, que ha demostrado su peso estratégico durante la crisis sanitaria del COVID-19.

Por otro lado, el presidente de la federación provincial, Fulgencio Torres, resaltó la relevancia estratégica del cooperativismo agroalimentario granadino y su contribución al desarrollo socioeconómico de los pueblos de la provincia. Muy especialmente, Torres ha compartido la responsabilidad de la Federación y las empresas de economía social que se han volcado con la población en estos meses tan difíciles, garantizando el suministro de alimentos a nivel nacional y internacional, además colaborar en múltiples iniciativas solidarias.

En la firma del convenio estuvieron, además, presentes el director general de Caja Rural Granada, Jerónimo Luque; el director de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, Gustavo Ródenas, y el director de Negocio de la entidad financiera, José Aurelio Hernández.

Cooperativas Agro-alimentarias de Granada cuenta con 93 empresas, integradas por 35.500 agricultores y ganaderos. La federación representa y defiende los intereses de las cooperativas asociadas a nivel institucional, sectorial y empresarial, además de apoyarlas mediante la prestación de unos servicios profesionales que contribuyen a su impulso posicionamiento en los mercados.

Entre los retos de futuro, las actuaciones emprendidas tendrán como ejes transversales fomentar el relevo generacional mediante la incorporación de jóvenes a la agricultura y a las cooperativas, conseguir una mayor participación de la mujer en los órganos de decisión cooperativos, además de reforzar la competitividad mediante acciones en distintos ámbitos de la empresa.

Las cooperativas agroalimentarias granadinas facturan 640 millones de euros, siendo puntales económicos en sectores como el aceite de oliva -50 cooperativas olivareras asociadas- y el sector hortofrutícola -27 cooperativas asociadas-, además de otros muchos como frutos secos, cereales, ovino de carne, lácteo y suministros, entre otros.

La federación impulsa la expansión de estas empresas con servicios de formación, prevención de riesgos laborales, gestión de ayudas, comunicación, promoción e internacionalización de los productos agroalimentarios, asesoramiento jurídico, fiscal, laboral y contable y gestión de proyectos, entre otras muchas líneas de trabajo destacadas.

La estrecha colaboración de ambas entidades ha respaldado a un sector cooperativo innovador, orientado al mercado, en constante crecimiento y evolución.

 

La Ley de la Cadena favorece la competencia desleal y pone en peligro la competitividad del sector español en un mercado bajista como el actual

La Ley de la Cadena favorece la competencia desleal y pone en peligro la competitividad del sector español en un mercado bajista como el actual

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía traslada la indefensión de sus entidades asociadas a la hora de aplicar la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, que obliga a vender siempre por encima de costes de producción, ajena a la realidad del sector agroalimentario en su conjunto, en el contexto de un mercado globalizado, bajista y donde impera la competencia desleal. Este fue uno de los principales temas tratados y analizados por el Consejo Rector, reunido ayer mediante videoconferencia.

Desde la federación se quiere remarcar que la finalidad de las cooperativas es lograr siempre la máxima rentabilidad para todos los agricultores y ganaderos, al fin y al cabo, sus propietarios. Para ello, las cooperativas de todos los sectores (frutas y hortalizas, olivareras, ganaderas, cerealistas, etc.) trabajan todos y cada uno de los días para vender sus productos al mayor precio posible y lograr así el máximo beneficio.

Sin embargo, hay realidades que el Ministerio de Agricultura ha obviado a la hora de configurar esta reforma bienintencionada, pero imposible de llevar a la práctica sin provocar perjuicios mayores al sector agroalimentario español. En primer lugar, las cooperativas agroalimentarias no actúan solas en el mercado, ni tampoco lo hacen en exclusiva con empresas españolas. Las cooperativas ejercen su actividad en un mercado globalizado, con directrices marcadas por Europa y la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde se permiten las importaciones de terceros países, con menores costes de producción y precios de venta más competitivos, como consecuencia del empleo de mano de obra mucho más barata y exigencias medioambientales y de calidad considerablemente más laxas que las de Europa

De hecho, por poner un ejemplo, si un tomate de Marruecos cuesta producirlo 0,15 euros el kilo y uno de España 0,30, ¿qué tomate comprará primero un mercado que va a precio? ¿Qué se hace con los tomates españoles? ¿Esperar a que se pudran para que los compren, una vez se terminen los de la competencia a mitad de precio? ¿Y en cuanto al aceite de oliva? Si el coste de producción de un kilo de aceite de oliva, según el COI, varía entre los 2,05 euros en plantaciones superintensivas y los 3,45 en sistemas tradicionales de alta pendiente de secano, y, además, un kilo de aceite de Túnez vale 1,50 ¿qué puede suponer la aplicación de la Ley de la Cadena en un mercado de volúmenes y claramente excedentario y bajista como el actual? ¿Poner más trabas a la compra de aceite español y marginar al menos rentable?

En segundo lugar, es imprescindible tener en cuenta que las producciones de terceros  países no solo llegan a España sino también a cualquier otro punto del planeta, por lo que aplicar la Ley de la Cadena Alimentaria supone de facto la salida de las producciones españolas de muchos de esos mercados, en los que no podrán competir por precio. Conviene recordar, a este respecto, que el sector agroalimentario español es eminentemente exportador, siendo en la actualidad la cuarta potencia europea en ventas exteriores y la octava del mundo, por lo que el descalabro puede ser mayúsculo.

Por ello, las cooperativas como el resto de las empresas, tienen que operar con inteligencia en los distintos mercados, para que sus resultados globales sean positivos, lo que les lleva a vender a diferentes valores, según los destinos. Además, las realidades de los cientos e incluso miles de socios que tienen algunas cooperativas son completamente dispares; unos socios pueden tener plantaciones tradicionales y poco competitivas, mientras otros pueden disponer de explotaciones tecnificadas y muy eficientes, lo que hace que los costes de producción en unos casos y otros sean radicalmente distintos, a lo que hay que añadir la diferenciación por calidades.

En definitiva, para Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía obligar a vender por encima de costes de producción (lo que habría que determinar en casos como el explicado), no es la solución a los problemas de rentabilidad del campo español y conlleva más perjuicios para el propio sector que beneficios, como pueden ser el fin de las explotaciones menos rentables o el remplazo de los productos españoles por otros más competitivos en los mercados interiores y exteriores, como ocurre en España con el tomate marroquí o se está sufriendo en Estados Unidos a causa de los aranceles.

En conclusión, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía considera esta ley un error mayúsculo en los términos que se ha planteado, al mostrar un desconocimiento total del funcionamiento de los mercados e insta al Ministerio de Agricultura a rediseñarla y trabajar en otras medidas que sí repercutan en la subida de precios, como pueden ser el control de fronteras, la persecución del fraude en el etiquetado, la adecuación de la oferta a la demanda, mecanismos ágiles de almacenamiento y retirada, reestructuración de explotaciones, reconversión varietal, infraestructuras y eficiencia hídrica, fortalecimiento de las estructuras cooperativas, campañas de promoción, impulso a la exportación y ayudas a la internacionalización, gestiones diplomáticas que devuelvan al sector el mercado americano y el ruso, apertura de nuevos destinos, etcétera.

Para finalizar, la federación recuerda al Ministerio que las cooperativas del conjunto de España suponen el 67% de valor de la Producción Final Agraria y el 29% del valor de las ventas netas de la Industria Alimentaria Española (IAA), con una base de productores y productoras que supera el millón de profesionales en todo el territorio nacional y epicentro en la Comunidad Autónoma de Andalucía.

 

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén destaca el ahorro para los socios derivado de 60 puestos de repostaje

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén destaca el ahorro para los socios derivado de 60 puestos de repostaje

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén ha resaltado el ahorro económico para los socios derivado del repostaje en los puestos de carburante instalados en alrededor de 60 cooperativas de la provincia. El gerente de la organización, Antonio Guzmán, ha destacado que este servicio es especialmente relevante en el marco de la actual crisis de precios del aceite de oliva, dado que conlleva una reducción de gastos para el agricultor.

La situación de las instalaciones de venta de carburantes en las cooperativas ha sido analizada hoy en un seminario digital que ha girado en torno a la problemática de las instalaciones de venta de carburantes en las cooperativas. En el acto se han abordado exigencias para las instalaciones desatendidas y atendidas en autoservicio, así como la limitación del suministro a 75 litros y las revisiones e inspecciones.

La fiscalidad a los puestos de repostaje, en concreto la contabilidad de gasóleo bonificado, también ha sido debatida en el seminario, que ha sido inaugurado por la delegada del Gobierno de la Junta en Jaén, Maribel Lozano, quien ha resaltado la importancia de las cooperativas en la “vertebración de nuestros pueblos” y ha expresado su compromiso de apoyo y defensa del sector cooperativo. Los ponentes han sido Javier Cuenca López, jefe provincial de aduanas e impuestos especiales, Enrique Carrión, ingeniero experto en instalaciones petrolíferas, y José Cala Varela, responsable sectorial de suministros de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén.

La relevancia de la jornada, en la han participado representantes de 50 cooperativas, principalmente de la provincia de Jaén, si bien se han inscrito del conjunto las provincias andaluzas, se deriva de su aportación a las cooperativas para que estén informadas sobre legislación, fiscalidad y funcionamiento de las estaciones de carburantes.

La labor de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén incide también en aportar importantes servicios a las cooperativas federadas, como el chequeo y el consejero de seguridad. Además, prestas un asesoramiento continuo a los socios y desarrolla jornadas como la de los puestos de repostaje, que redundan en favor de la economía de los agricultores.