Andalucía, al igual que España, es deficitaria en la producción de cereales. En la región, se producen unos dos millones de toneladas, según campañas, y se consume el doble. A pesar de ello, los precios de los cereales se mantienen planos, año tras año, si no a la baja, como ocurre en la actualidad, en previsión de una campaña mundial absolutamente histórica como la que se estima para 2020-2021, con 2.800 millones de toneladas.
Este ha sido el contexto de partida del webinar ‘Perspectivas del sector cultivos herbáceos en Andalucía’, que hoy ha celebrado Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía con la participación de Antonio Catón, director de cereales de Cooperativas Agro-alimentarias de España; Juan Carlos Bermejo, director de la cooperativa Alcamancha y, a su vez, presidente del Consejo Sectorial de Cereales en Cooperativas Agro-alimentarias de España; Arturo Hidalgo, director de Cocereales; Juan Carlos Rodríguez, responsable de Cereal y Materias Primas en Dcoop; Antonio Jesús Quijada, director de Alimentación Animal y Agricultura en Covap; y Gorka Azpilicueta, de la sección de cereales del Grupo AN.
Presentado por el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez-Conradi, y moderado por el técnico de Cultivos Herbáceos de la federación, Jorge Díaz, los distintos ponentes han desentrañado las debilidades pero también las potencialidades del sector.
En este sentido, y a riesgo de resultar repetitivo, Toño Catón ha insistido que en un sector de escasos márgenes y enorme competitividad a nivel mundial, como es el de los herbáceos, la búsqueda de rentabilidad pasa por la agrupación y el volumen. “Volumen, volumen y volumen”, ha remarcado en varias ocasiones. “El mercado siempre va a ir a lo más barato; nosotros tenemos que acomodar nuestros costes a lo que demanda y no al revés” y aglutinar volumen es lo que, principalmente, “permite obtener margen en las commodities”.
Situación similar a la de los cereales viven las oleaginosas como el girasol, producción también deficitaria en España, frente a grandes países cultivadores y comercializadores como Ucrania, que marca los precios a nivel nacional. “No es rentable, pero no tenemos alternativa productiva en esta zona de Cuenca”, afirma el director de la cooperativa Alcamancha, quien aporta como soluciones el ajuste de los precios de los inputs y la competitividad en las semillas.
Por su parte, el director de la sevillana Cocereales, Arturo Hidalgo, ha manifestado que el valor de su cooperativa “reside más en la comercialización que en la producción, así como en las sinergias que genera”. Por otra parte, ha valorado que el hecho de ser de los primeros cosecheros a nivel nacional, les permite beneficiarse de mejores cotizaciones. No obstante, “tenemos que continuar sumando volúmenes y trasladar al mercado nuestro valor añadido”.
El guante ha sido recogido por Gorka Azpilicueta, de la sección de cereales del grupo nacional AN, quien ha resaltado el gran trabajo que las cooperativas realizan con respecto al socio y los compradores, en cuestiones como calidad, sostenibilidad y servicio. “Tenemos que ponerlo en valor”, como una ventaja competitiva frente al déficit de oferta y la irregularidad en la producción derivada de las condiciones agroclimáticas singulares. Otro de los valores destacados en las cooperativas lo ha puesto sobre la mesa el responsable de Cereal y Materias Primas en Dcoop. Juan Carlos Rodríguez se ha referido a la “confianza de los socios” como el mayor activo de una cooperativa. En su opinión, el sector “no puede caer en el conformismo ni en el derrotismo”, sino que tiene que seguir trabajando en dimensión, comercialización, diversificación, tecnología y comunicación.
El ejemplo de diversificación lo ha aportado Covap, cooperativa eminentemente ganadera que en 2006 creó una sección de agricultura y en 2017 entró a formar parte de la empresa Agrovegetal, seleccionadora de variedades de semillas, a fin de controlar y garantizar una alimentación de calidad para los animales de sus socios. En la actualidad, según Antonio Jesús Quijada, director de Alimentación Animal y Agricultura, “es el gran potencial de nuestro modelo”.
Precisamente, el director de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha destacado la apuesta por la mejora genética que Agrovegetal está liderando desde la región. El trabajo realizado por la empresa obtentora de semillas está consiguiendo adaptar las variedades a las condiciones climatológicas con el objetivo de obtener producciones más rentables.
Otros de los asuntos abordados en la jornada digital han sido la Ley de la Cadena Alimentaria, de difícil aplicación en un mercado bajista y de commodities, como los cereales, o la comercialización en el mercado de futuros, con disparidad de opiniones entre los participantes, pues parece encajar más en países netamente exportadores y no importadores como España. Sin embargo, el 75% de las compras en ganadería se realizan por esta vía, suponiendo también una oportunidad para el sector.
10: 30 h. ANÁLISIS Y EVOLUCIÓN DEL MERCADO INTERNACIONAL
Desde el punto de vista de los cereales: Antonio Catón Vázquez, director de Cereales, Arroz, Forrajes, Semillas y Fertilizantes de Cooperativas Agro-alimentarias de España
Desde el punto de vista de las oleaginosas: Juan Carlos Bermejo Bermejo, director de Cereales Alcamancha, SC y presidente del Sector de Cereales en Cooperativas Agro-alimentarias de España
11:15 h. MESA REDONDA. PERSPECTIVAS DE LA CAMPAÑA Y ESTRATEGIAS DE FUTURO.
Arturo Hidalgo Sanz, director de Cocereales, SCA Juan Carlos Rodríguez Romero, responsable de Cereal y Materias Primas de Dcoop, SCA Antonio Jesús Quijada López, director de Alimentación Animal y Agricultura de Covap, SCA Gorka Azpilicueta González, Cereales del Grupo AN
Presenta y modera: Jorge Díaz Bellido, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía no da crédito a la campaña de inspecciones lanzada por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien esta semana ha anunciado el inicio de inspecciones en las explotaciones agrarias para perseguir “la esclavitud” y “explotación laboral” en el campo, mediante la realización de cuestionarios que resultan de todo punto “vejatorios” y “criminalizadores”.
El sector agrario español es históricamente atacado por países competidores, con claros fines comerciales, una actuación dañina pero asumida con resignación. Sin embargo, que sea el propio Gobierno de España el que ataque a un sector como el agroalimentario, que solo en Andalucía supone el 11% del PIB y el 10% del empleo, y que lo haga tras dos meses en el que ha realizado un esfuerzo ingente para garantizar a españoles y no españoles el suministro de alimentos con las máximas garantías sanitarias y de calidad, colaborando además en la desinfección de calles y plazas, y suministrando EPIs a cuerpos de seguridad y centros sanitarios, es absolutamente inaceptable.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía recuerda a la ministra que el sector agroalimentario español en su conjunto es el que está manteniendo la economía del país en un momento de catástrofe planetaria. Que lo está haciendo pese a la grave crisis de rentabilidad en la que se hallan la inmensa mayoría de los sectores y teniendo que realizar inversiones adicionales para garantizar la seguridad de todos los trabajadores. Si bien agricultores, ganaderos y cooperativas no esperan medallas de condecoración, lo que no merecen es el descrédito, el agravio y la denigración que encierra esta campaña promovida por Trabajo.
La federación será la primera en denunciar situaciones de esa tipología si existiesen, las cuales podrían y pueden darse en el campo, en la hostelería, en la industria y, en definitiva, en todos los sectores económicos. Por ello, quiere dejar claro que Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía no está en contra de las inspecciones, pero sí del sesgo de esta campaña concreta enfocada en el campo y del flaco favor que el Gobierno de España hace a un sector al que debería estar agradecido y que, como se está demostrando, es rotundamente esencial no solo para el empleo y la economía sino para la vida y la calidad de vida de las personas.
En consecuencia, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía pide una retractación pública por la denigración a este sector, así como cambios profundos en el cuestionario planteado, que resulta de todo punto criminalizador. Igualmente, insta a ampliar las inspecciones a todos los sectores, a fin de velar por los derechos de todos y cada uno de los trabajadores, independientemente de su área de actividad.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha celebrado hoy el webinar ‘Impacto del Covid-19 en el cooperativismo agroalimentario’, que ha reunido a profesionales de diferentes sectores como han sido el presidente de la cooperativa granadina La Palma, Pedro Ruiz García; el director de Oleoestepa, Álvaro Olavarría Govantes; y el presidente de Ovipor, Agustín González Sánchez. Además, el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente, ha aportado su visión general de la crisis, en un encuentro que ha sido inaugurado por el presidente de la federación, Juan Rafael Leal Rubio, y la directora general de Industrias, Innovación y Cadena Alimentaria, Cristina de Toro Navero.
Juan Rafael Leal Rubio ha dado la bienvenida y ha introducido la jornada digital, cuyo objetivo ha sido aportar las claves sobre cómo el coronavirus está afectando al sector y sobre cómo influirá en el corto y medio plazo, “tanto en modos de producción y distribución, como en exportación o rentabilidad para el agricultor y ganadero”. Por su parte, Cristina de Toro Navero ha iniciado su intervención felicitando al sector por el trabajo de los últimos meses y subrayando que la actividad agroalimentaria ha sido “el colchón ante la crisis”. Igualmente, ha puesto de relieve la interlocución constante con Cooperativas Agro-alimentarias y las organizaciones del sector, en un contexto de total incertidumbre, a fin de consensuar medidas y elevar propuestas, tanto al Ministerio de Agricultura como a la Comisión Europea, muchas de las cuales han tenido su materialización.
Posteriormente, se ha dado inicio a una mesa redonda moderada por el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez-Conradi Álamo, en la que se ha analizado el impacto del coronavirus de la mano de una cooperativa hortofrutícola, una oleícola y otra ganadera.
El presidente de La Palma ha dado cuenta de las numerosas inversiones realizadas en medidas para garantizar la seguridad de sus 1.300 trabajadores y sus cerca de 700 socios (toma de temperatura, distancias de seguridad, mamparas de protección, fabricación de 15.000 mascarillas con medios propios, etc.). Igualmente, ha hablado de la implementación de nuevos protocolos de trabajo y el control de su cumplimiento por parte de todos. A nivel de comercialización, Pedro Ruiz García ha destacado que, en el caso de La Palma, no han notado los efectos del Covid-19, puesto que sus ventas se centran principalmente en grandes superficies y en mercados exteriores, por lo que los problemas “han sido los habituales en esta época del año”.
Por su parte, Álvaro Olavarría Govantes, de Oleoestepa, asegura que las medidas de seguridad se han adoptado con normalidad y sin grandes dificultades, especialmente porque la campaña de recolección de aceituna ya estaba concluida. Sin embargo, en el apartado de comercialización, su cooperativa sí ha notado el impacto del coronavirus en el incremento de la demanda de aceite de oliva, lo que les ha llevado a duplicar ventas en el mes de marzo, “tanto por los canales habituales como en comercio online”, obligándoles a trabajar por turnos durante 24 horas los 7 días de la semana. Recuperada la normalidad de las salidas en el mes de abril, afrontan ahora en mayo el impulso de la demanda de aceite de oliva en monodosis para el canal Horeca.
En cuanto a los sectores ganaderos extensivos, de los más damnificados junto a las flores y plantas en esta crisis, Agustín González Sánchez ha explicado que en Ovipor están “aguantando el tirón” gracias a su modelo cooperativo, que les une a grandes grupos de comercialización en sus diferentes producciones. En este sentido, se ha referido a Bovies para la canalización del bovino; a EA group, para el ovino-caprino de carne; a Dcoop para la leche de cabra; y a Covap para la venta de ibéricos. Este sistema de dimensión es el que les ha asegurado “resistir, organizarse y seguir sacando producto de las explotaciones”. No obstante, lamenta la situación especialmente grave que vive el ibérico, un producto de alto valor añadido, “que va a ser el más damnificado en esta crisis, con una difícil y lenta recuperación por delante”.
Tras la mesa redonda, Roberto García Torrente, de Cajamar, ha señalado que esta crisis “no ha sido tanto de sectores como de sistemas de comercialización” y que ha puesto de manifiesto el buen funcionamiento de todos los eslabones de la cadena alimentaria para asegurar el abastecimiento diario en los puntos de venta. Por otro lado, ha comentado que el Covid-19 ha reafirmado ciertas tendencias que ya se venían vislumbrando en el sector, como que no existe un mercado único; la preocupación por la salud y la sostenibilidad de los consumidores; el despegue del comercio online, y el papel de atracción que el sector agroalimentario está generando en los fondos de inversión por su bajo riesgo y crecimiento asegurado.
A modo de conclusión, el director general de Cooperativas Agro-alimentarias ha hecho énfasis en que una vez más “la dimensión se reafirma como garantía de competitividad y futuro, incluso en las peores coyunturas”. Además, Jaime Martínez-Conradi Álamo ha hecho un llamamiento a las administraciones para que se reflexione sobre la futura PAC, que debe garantizar la soberanía productiva, así como defender las explotaciones y la economía de sus agricultores y ganaderos. Finalmente, todos han coincidido en la necesidad de aprovechar el momento de buena imagen que vive el sector para impulsar una estrategia de comunicación donde todos los agentes transmitan más y mejor la importancia de este sector esencial, como el Covid-19 ha demostrado a la sociedad.