Federación, Frutas y hortalizas
Cooperativas Agro-alimentarias de Granada participará en el Encuentro Digital Internacional “La Industria Agroalimentaria-Gourmet en tiempos del Coronavirus”, organizado por Cámara de Comercio de Granada, Cámara de Comercio de Motril y Diputación provincial, con la colaboración de la federación provincial, Sabor Granada, Bankia y VSVEuroGlobal, que tendrá lugar el próximo martes, 28 de abril.
En este encuentro, de gran interés técnico y comercial para las cooperativas agroalimentarias asociadas, se abordará la situación y evolución del sector agroalimentario durante esta crisis sanitaria, cuya actividad productiva ha sido constante, adaptándose a nuevas necesidades de consumo de productos frescos tanto a nivel nacional como internacional.
La jornada se desarrollará en directo de manera digital (online) y abierta a todos los participantes. Se desgranarán cuestiones tan relevantes como el escenario actual y las perspectivas de futuro en sectores productivos prioritarios en nuestra provincia como aceite de oliva, hortícolas, frutas subtropicales, cárnicos, vitivinícola, productos con Denominación de Origen e Indicación Geográfica Protegida y orgánicos, entre otros.
Al comienzo del encuentro digital, a las 16 horas, darán bienvenida los representantes de las entidades organizadoras José Entrena, presidente de la Diputación de Granada; Gerardo Cuerva, presidente de Cámara Granada, y Ángel Gijón, presidente de Cámara de Motril.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, Fulgencio Torres, quien intervendrá tras la inauguración, ha resaltado la idoneidad de la jornada que brindará apoyo, propuestas innovadoras y nuevas oportunidades de negocio tan necesarias en estas circunstancias excepcionales. También intervendrán Juan Ignacio Fernández, responsable de Gestión y Desarrollo de Sabor Granada, y Gregorio Nieto, director de Negocio Agrario de Bankia.
Desde las 16.45 h hasta las 19.00 h se celebrarán los encuentros digitales con conexiones en directo con Consultores locales de 9 países divididos en tres bloques: China, Europa (Reino Unido, Alemania, Francia y Portugal) y Latinoamérica (Brasil. Colombia, Perú y Chile). Las personas y lascooperativas interesadas deberán inscribirse en este enlace.
Finalmente, la jornada concluirá con una mesa redonda en la que se expondrán propuestas e interesantes líneas de negocio.
Desde la federación se anima a las cooperativas asociadas a participar en este encuentro internacional que debatirá sobre la adaptación del sector agroalimentario al futuro tras la crisis sanitaria mundial.
AMCAE Andalucía
Hay quienes pueden pensar que la actual situación de agricultores y agricultoras, como yo, es más llevadera porque continuamos madrugando, como siempre, nos desplazamos a nuestras explotaciones como cualquier día normal y vivimos, de alguna manera, ajenos a los problemas sobrevenidos por el coronavirus; pero nada más alejado de la realidad.
Ningún agricultor ni agricultora lo está pasando bien en estos momentos. Ya veníamos pasándolo mal muchos meses atrás, baste recordar los movimientos reivindicativos con los que iniciamos el año 2020. Los problemas de rentabilidad, burocráticos y la incertidumbre de la comercialización son una constante en esta actividad. Sin embargo, ahora, además, hay que añadir, en el sector de las fresas y frutos rojos, una reducción drástica del consumo y la ralentización de las exportaciones; la falta de mano de obra para atender la campaña, como consecuencia del cierre de fronteras y la inexistente oferta española para este tipo de tareas. Esto en lo que atañe a la producción y comercialización.
Ahora bien, si hablamos en el día a día laboral, la situación es muy estresante para todos. En mi explotación soy muy insistente y firme en el cumplimiento de las normas de seguridad, tales como las distancias mínimas entre trabajadores o la escrupulosa desinfección de las cajas, cubos, carros, etc. Si algún trabajador enfermara de coronavirus, no solo estaríamos todos nosotros y nuestras familias en riesgo, sino que tendría que cerrar la explotación.
Una explotación en la que ya me he visto obligada a arrancar parcelas para poder seguir trabajando con la mano de obra de la que dispongo, pues no tengo más. Una explotación que es mi vida y que, si esta situación no pasa pronto, no sé cómo vamos a seguir adelante. A pesar de ello, si de algo me siento afortunada es de pertenecer a la cooperativa Costa de Huelva que, a su vez, forma parte de otra cooperativa de segundo grado muy dimensionada comercialmente, como es Onubafruit, lo que nos mantiene en la tarea.
Quienes no tienen la suerte de pertenecer a cooperativas con este tipo de estructuras tan sólidas, me consta que incluso han tenido que dar ya por finalizada la campaña, pues los costes que tienen que afrontar no los cubren con los menguados e inciertos ingresos que percibimos en estos momentos.
Por tanto, puedo asegurarles que ser agricultor o agricultora en tiempos del coronavirus, lo que realmente supone es una incertidumbre constante y una enorme responsabilidad por los trabajadores que tenemos a nuestro cargo.
No obstante, no queremos caer en la lamentación, solo queremos que cuando los consumidores vayan a las tiendas y supermercados realmente valoren, como corresponde, todo el esfuerzo que hay detrás en el suministro alimentario, con los máximos estándares de calidad, seguridad y trazabilidad. Igualmente, deseamos que se tomen un tiempo para leer el etiquetado y apuesten por el producto nacional y, a ser posible, por el comercializado por las cooperativas, con el que nos estarán apoyando directamente a ganaderos y agricultores como yo.
Federación
Conocidos hoy los datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), sobre la campaña oleícola 2019-2020, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía realiza una valoración positiva de los mismos. Por un lado, se confirma que la producción a nivel nacional, se situará en poco más de 1.100.000 toneladas, mientras en Andalucía no se superarán las 900.000, tal y como estimaba la federación en el mes de noviembre. Por otro, y a falta de consolidar cifras, las salidas al mercado durante el mes de marzo rondan las 141.000 toneladas, lo que supone uno de los mejores registros del histórico.
Según explica el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego Martínez, hay que esperar para conocer qué porcentaje se ha destinado a mercado nacional y cuál a exportación, “si bien se puede apuntar que el crecimiento de las ventas en el mercado interior va a ser muy significativo, como resultado del incremento de la demanda desde que se decretara el estado de alarma y el confinamiento”. “Podemos estar hablando de unas 65.000 toneladas comercializadas en España, cuando la media, en lo que va de campaña, ha superado escasamente las 43.000”, añade el responsable.
En cuanto a las exportaciones, Cristóbal Gallego Martínez, muestra su gran preocupación por la dramática caída de las ventas de aceite de oliva envasado a Estados Unidos, tras la imposición de aranceles del 25% el pasado mes de octubre. “Es algo que venimos alertando desde hace meses que iba a ocurrir, como así se está demostrando, y que pone en peligro el liderazgo oleícola español en aquel país, tirando por tierra años de esfuerzos en inversiones”, subraya.
En concreto, y durante el mes de febrero, Estados Unidos importó solo 830 toneladas de aceite de oliva envasado con origen español, lo que supone el peor dato desde 1996 y un 83% menos que el mismo mes de 2019. En cambio, otros países como Portugal marcaron, por tercer mes consecutivo, sus máximos históricos, con un volumen exportado de aceite de oliva envasado en torno a las 3.500 toneladas, 40 veces superior al registrado en el mismo mes del año anterior. También Túnez se ha visto beneficiado, multiplicando por 9 sus ventas al país norteamericano.
En consecuencia, Cristóbal Gallego Martínez, incide en que, a través de Cooperativas Agro-alimentarias de España, se han enviado sendas cartas al ministro de Agricultura y a la ministra de Comercio, poniendo de manifiesto el grave impacto de los aranceles e instando una vez más a defender férreamente los intereses del sector en la Unión Europea y bilateralmente con Estados Unidos.
“Estamos hablando del segundo país comprador de aceite de oliva español, tras Italia, con 115.000 toneladas comercializadas en la campaña anterior, de las cuales unas 60.000 fueron envasadas”, recalca.
Por lo que respecta a lo que queda de campaña, el presidente sectorial indica que la producción “va a variar ya poco, a falta de algún ajuste” y que existe cierta incertidumbre en cómo la crisis del coronavirus va a marcar las próximas semanas tanto a nivel de mercado interior como exterior. “Por ahora, nos quedamos con dos datos positivos: menores disponibilidades totales frente a lo previsto por organismos oficiales y buena evolución de las salidas que, en seis meses, acumulan 782.000 toneladas”, concluye Cristóbal Gallego Martínez.
Federación, Sectores ganaderos
Tras un mes de estado de alarma por la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, las cooperativas ganaderas de leche empiezan a notar los efectos de la caída del consumo, agravada por el cierre de bares, restaurantes y hoteles. En un sector especialmente dependiente del conocido como canal Horeca, este descenso se traduce en un excedente de leche y, por tanto, en una bajada generalizada de los precios que puede poner en riesgo la rentabilidad de las explotaciones ganaderas andaluzas.
Por ello, los sectores de vacuno y de ovino y caprino de leche de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía demandan por igual a las administraciones que se articulen medidas como el almacenamiento privado y ayudas para fomentar la reducción voluntaria de producción o el desvieje para evitar que haya una sobreproducción en estos meses de primavera, período en el que además se da el pico productivo de ambas actividades. A la vez, hacen un llamamiento a la industria para que en esta difícil coyuntura tenga empatía con el sector y haga un esfuerzo por sostener precios y volúmenes.
La situación de los productores de leche de cabra es especialmente delicada, dado que su funcionamiento depende de actividades como la restauración y el turismo. Los quesos derivados de esta leche se consumen principalmente en bares, restaurantes y hoteles, ahora cerrados. También en mercados como el francés, donde muchas de sus elaboraciones se hacen con leche de cabra española; aunque debido a la ralentización del transporte de mercancías y a la paralización del sector terciario en dicho país, productores y transformadores no encuentran en el exterior una alternativa.
Estos factores se han traducido en una caída de los precios en abril de en torno al 30% con respecto al mes de marzo, cuando el kilo de leche de cabra cotizó alrededor de los 0,85 euros. Los ganaderos agrupados en cooperativas señalan que la situación se agrava en su caso, dado que la industria paga menos a los productores cooperativistas que a los de la propia industria. Además, las cooperativas que venden a granel temen que este descenso sea mayor en los próximos meses, ya que su principal cliente, el canal Horeca, será de los últimos en recobrar la normalidad.
La época en la que se ha decretado el estado de alarma y la cuarentena tampoco ha beneficiado al sector, pues entre marzo y abril la producción de leche es mayor. Por ello, ante el escenario que se vislumbraba hace un mes, muchas cooperativas introdujeron cambios en el manejo de sus ganados para reducir la producción, de forma voluntaria y sin apoyo económico, entre un 10 y un 20%. Si bien, esta estrategia no es suficiente para evitar un desequilibrio entre la oferta y la demanda.
Por eso, tanto aquellas cooperativas que venden a granel su producción como aquellas que la transforman en cuajada valoran positivamente que el Ministerio de Agricultura proponga a Europa medidas como el almacenamiento privado, ya adoptada en el sector del aceite de oliva, o como la reducción voluntaria de la producción.
No obstante, creen necesario que se articulen también ayudas para el desvieje de la cabaña lechera, al igual que en el cordero y el cabrito. De esta forma, no sólo se reduciría considerablemente la producción de leche en los próximos doce meses, sino que se favorecería un ganado nuevo, más joven y por tanto más productivo que redundaría en una mayor rentabilidad de las explotaciones.
En cuanto a la leche de vaca, la mayor preocupación de productores y transformadores es el devenir de los precios en la próxima campaña. Al inicio de la crisis sanitaria, las cooperativas de este sector hicieron un esfuerzo ímprobo para casi duplicar la transformación de leche y poder abastecer el repunte de pedidos recibidos tanto por la industria como por la distribución.
Precisamente este mayor consumo doméstico ha permitido frenar las pérdidas procedentes por el cierre del canal Horeca; sin embargo, en las últimas semanas la compra de leche envasada se ha normalizado e incluso se espera que caiga a partir del mes de mayo por la estacionalidad del consumo.
A esta ralentización del mercado nacional hay que sumar el exceso de producción que se está produciendo en Francia, Alemania o Portugal, cuya industria ha optado por exportarla a países como España, donde esta leche se está comercializando en el mercado de leche spot (donde el precio se pacta en función de la oferta y la demanda) por debajo de los 0,20 euros/litro.
Aunque la industria está respetando los contratos en vigor respecto a los volúmenes, esta práctica sí afecta a la comercialización de los excedentes en el mercado libre. Las empresas transformadoras están haciendo acopio de materia prima a bajos precios y de origen extranjero mientras siguen comercializando con cierta normalidad, lo que derivará en un descenso de las cotizaciones que después será complicado recuperar y demuestra una falta de coherencia y sensibilidad ante la situación que viven los ganaderos. Además, como señalan, si el mercado tira los precios, la negociación de los futuros contratos se verá comprometida, por lo que desde la federación se insiste en la necesidad de que las autoridades extremen los controles a las industrias para evitar el fraude.
Frente a un escenario de cotizaciones a la baja, desde el sector solicitan al Gobierno central que extienda las medidas propuestas para el ovino y el caprino de aptitud láctea también al vacuno, ya que la mantequilla y la leche en polvo pueden almacenarse sin problema. En este sentido, aseguran que si la Unión Europea permitiese el almacenamiento privado probablemente se frenarían las importaciones a precios irrisorios.
Por último, tanto cooperativas de leche de cabra y oveja como de vacuno de leche insisten en la necesidad de impulsar campañas de promoción, articuladas por la interprofesional, para animar el consumo interno de productos y subproductos lácteos de origen nacional.
Federación, Olivar
Representantes de cooperativas y grupos oleícolas de Andalucía han mantenido hoy un encuentro por videoconferencia con el rey de España, Felipe VI, a quien le han trasladado la preocupante situación por la que atraviesa un sector económico puntero como es el del aceite de oliva, en cuanto a comercialización, precios, falta de mano de obra para las tareas agrícolas y dificultad de acceso al agua. En concreto, y por mediación de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Dcoop y Oleoestepa han participado en un encuentro en el que también ha estado representado el grupo Interóleo.
Por parte de las cooperativas federadas, sus presidentes, Antonio Luque Luque (Dcoop) y Alfredo García Raya (Oleoestepa), han explicado al monarca cómo está afectando el coronavirus a un sector productivo que acumulaba dos campañas en caída libre de precios y problemas para comercializar todo el volumen disponible. En este sentido, han transmitido cómo las primeras semanas del confinamiento tuvieron que reforzar y doblar turnos para hacer frente a la alta demanda de envasado por parte de consumidores españoles y cómo, paralelamente, el comercio de volúmenes, especialmente en el exterior, se encuentra muy paralizado.
Los presidentes han hecho especial énfasis en la debacle que está suponiendo para el sector los aranceles del 25% a la exportación, impuestos por Estados Unidos al aceite de oliva de origen español, recordando los esfuerzos e inversiones que durante años han realizado las empresas y la interprofesional española en aquel país para desbancar a Italia como principal vendedor. Fruto de todo ese trabajo, desde 2016, España era líder en el país norteamericano, con una comercialización anual en torno a las 115.000 toneladas de aceite de oliva –unas 60.000 envasadas- y en imparable crecimiento; pues bien, los datos de febrero de 2020 dicen que durante ese mes, antes de iniciarse la crisis del coronavirus, solo se vendieron 830 toneladas envasadas en Estados Unidos, lo que supone un descenso del 83% con respecto a la misma cantidad del año anterior y el peor dato desde 1996.
Las cooperativas han pedido a Felipe VI interceder por el sector ante Estados Unidos, al igual que desde la federación se viene requiriendo al Ministerio de Agricultura y de Comercio, de forma insistente, que negocien el fin de unos impuestos que rompen el mercado único europeo y beneficia, en cambio, a países competidores como Italia y Portugal. Sin ir más lejos, el país luso vendió, por el contrario, 3.500 toneladas en el mes de febrero, lo que supone multiplicar por 40 la cantidad de aceite de oliva comercializado en el mismo período de 2019.
Para Dcoop y Oleoestepa estos datos no solo reflejan que se está poniendo en peligro al sector, al tiempo que echando por tierra sus inversiones y esfuerzo humano, sino que también está en riesgo la Marca España, de la que el aceite de oliva es su gran embajador a nivel alimentario y gastronómico, por ser nuestro país el mayor productor del mundo con en torno a un 50% de la producción mundial.
En otro orden de cosas, cooperativas y monarca han hablado de la situación del coronavirus en Andalucía, donde las cooperativas están colaborando en todo lo que pueden. Así pues, han intensificado las medidas de protección e higiene en los centros de trabajo; hecho entrega de todo el material de protección individual de que disponían (EPIs) a fuerzas de seguridad y centros hospitalarios; intensificado la donación de productos a Bancos de Alimentos y Cáritas, entre otros destinos; y colaborado en las tareas de desinfección de calles y plazas en los pueblos, entre otras actuaciones.
En línea con lo anterior, han mostrado su preocupación por la dificultad de acceso a material de protección, que también se necesita en campo y las cooperativas, cuyo abastecimiento debe ser asegurado por todos los medios a ciudadanos y trabajadores.