Federación, Vino
La clausura de la actividad de restaurantes y hoteles y la cancelación de la temporada de ferias por la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 han llevado al traste gran parte de la campaña de comercialización de las cooperativas vitivinícolas andaluzas, concentradas principalmente en las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva.
La producción tampoco encuentra salida en los mercados internacionales, ya que en la mayoría de ellos el principal destino de los vinos españoles es el canal Horeca, y también está paralizado, lo que se suma a otros problemas como los aranceles del 25% que Estados Unidos aplica desde octubre del año pasado o la incertidumbre del Brexit.
Además, con la próxima campaña cerca, los productores temen que la situación de agrave. “La meteorología ha sido y está siendo favorable al viñedo y las previsiones de la cosecha son muy buenas”, explica el presidente del Consejo Sectorial del Vino de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, José Espina Rosado.
Por ello, las cooperativas vitivinícolas andaluzas valoran “positivamente” la propuesta conjunta de España, Francia e Italia elevada a la Unión Europea para que se articulen medidas que eviten una saturación del mercado, entre las que destacan la destilación de crisis para alcohol de uso sanitario, “siempre y cuando los precios garanticen la rentabilidad de la actividad”, o el almacenamiento privado. No obstante, en opinión del presidente sectorial, desde la interprofesional se debe seguir invirtiendo en la promoción para fomentar el consumo interno.
Todas las zonas productoras comparten preocupaciones y coinciden en que el sector nunca vivió una crisis parecida a esta, por eso hacen especial hincapié en la incertidumbre que hay después del confinamiento.
Desde el Marco de Jerez, una vez asumida la cancelación de las ferias, temen perder también la temporada de verano, “ya que los vinos de la zona se consumen mucho en restaurantes y hoteles de los municipios costeros”, apunta el presidente sectorial en la provincia de Cádiz, Francisco Lorenzo Gallegos. Una situación trasladable a provincias como Almería o Málaga, donde la temporada de verano también coincide con sus fiestas grandes, e incluso Granada.
En Córdoba, la suspensión de su mes grande, el de mayo, ha provocado que “más de la mitad de los contratos estén parados y almacenados en las bodegas; la intención es reanudarlos una vez se recupere la normalidad, pero hay que recordar que muchos de esos establecimientos no volverán a abrir pasada esta crisis”, explica el representante del vino, Francisco Fernández Jurado. De igual modo se ha visto afectada la provincia de Sevilla, donde la imposibilidad de celebrar la Feria de Abril ha dejado muchos contratos sin poder ejecutarse.
Huelva tampoco ha salido indemne y las cooperativas esperan que entre septiembre y octubre los pedidos salgan de las bodegas para recobrar también la normalidad en la facturación, “ya que muchos contratos se han quedado pendientes de pago”, recalca José Espina Rosado.
A pesar de todas las preocupaciones que ha generado en el sector el cierre de restaurantes y hoteles, dada la relevancia que en el sector tiene el enoturismo, las bodegas reconocen que sí han notado un leve repunte en el consumo doméstico. “La gran distribución ha aumentado sus pedidos, la venta online también se ha doblado en algunos casos y los consumidores están apostando por los vinos locales”, resume el presidente sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía. Por este mismo motivo, las cooperativas vitivinícolas andaluzas insisten en que una vez se recobre cierta normalidad es necesario reforzar las campañas de promoción de vino nacional y conseguir revertir los datos del consumo per cápita.
El sector cooperativo del vino copa el 50% de la producción andaluza; sin embargo, la facturación de las cooperativas vitivinícolas apenas supone un 20% del total de la región. Por ello, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se apuesta por aprovechar esta situación como una oportunidad y, una vez se levante el confinamiento por la pandemia del Covid-19, trabajará en un plan estratégico para impulsar la comercialización directa, equilibrar el peso del vino andaluz cooperativizado en la facturación total del sector de la comunidad autónoma y que el valor añadido de la producción se quede en las cooperativas.
Federación, Frutas y hortalizas
Cooperativas Agro-alimentarias de Granada participará en el Encuentro Digital Internacional “La Industria Agroalimentaria-Gourmet en tiempos del Coronavirus”, organizado por Cámara de Comercio de Granada, Cámara de Comercio de Motril y Diputación provincial, con la colaboración de la federación provincial, Sabor Granada, Bankia y VSVEuroGlobal, que tendrá lugar el próximo martes, 28 de abril.
En este encuentro, de gran interés técnico y comercial para las cooperativas agroalimentarias asociadas, se abordará la situación y evolución del sector agroalimentario durante esta crisis sanitaria, cuya actividad productiva ha sido constante, adaptándose a nuevas necesidades de consumo de productos frescos tanto a nivel nacional como internacional.
La jornada se desarrollará en directo de manera digital (online) y abierta a todos los participantes. Se desgranarán cuestiones tan relevantes como el escenario actual y las perspectivas de futuro en sectores productivos prioritarios en nuestra provincia como aceite de oliva, hortícolas, frutas subtropicales, cárnicos, vitivinícola, productos con Denominación de Origen e Indicación Geográfica Protegida y orgánicos, entre otros.
Al comienzo del encuentro digital, a las 16 horas, darán bienvenida los representantes de las entidades organizadoras José Entrena, presidente de la Diputación de Granada; Gerardo Cuerva, presidente de Cámara Granada, y Ángel Gijón, presidente de Cámara de Motril.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, Fulgencio Torres, quien intervendrá tras la inauguración, ha resaltado la idoneidad de la jornada que brindará apoyo, propuestas innovadoras y nuevas oportunidades de negocio tan necesarias en estas circunstancias excepcionales. También intervendrán Juan Ignacio Fernández, responsable de Gestión y Desarrollo de Sabor Granada, y Gregorio Nieto, director de Negocio Agrario de Bankia.
Desde las 16.45 h hasta las 19.00 h se celebrarán los encuentros digitales con conexiones en directo con Consultores locales de 9 países divididos en tres bloques: China, Europa (Reino Unido, Alemania, Francia y Portugal) y Latinoamérica (Brasil. Colombia, Perú y Chile). Las personas y lascooperativas interesadas deberán inscribirse en este enlace.
Finalmente, la jornada concluirá con una mesa redonda en la que se expondrán propuestas e interesantes líneas de negocio.
Desde la federación se anima a las cooperativas asociadas a participar en este encuentro internacional que debatirá sobre la adaptación del sector agroalimentario al futuro tras la crisis sanitaria mundial.
AMCAE Andalucía
Hay quienes pueden pensar que la actual situación de agricultores y agricultoras, como yo, es más llevadera porque continuamos madrugando, como siempre, nos desplazamos a nuestras explotaciones como cualquier día normal y vivimos, de alguna manera, ajenos a los problemas sobrevenidos por el coronavirus; pero nada más alejado de la realidad.
Ningún agricultor ni agricultora lo está pasando bien en estos momentos. Ya veníamos pasándolo mal muchos meses atrás, baste recordar los movimientos reivindicativos con los que iniciamos el año 2020. Los problemas de rentabilidad, burocráticos y la incertidumbre de la comercialización son una constante en esta actividad. Sin embargo, ahora, además, hay que añadir, en el sector de las fresas y frutos rojos, una reducción drástica del consumo y la ralentización de las exportaciones; la falta de mano de obra para atender la campaña, como consecuencia del cierre de fronteras y la inexistente oferta española para este tipo de tareas. Esto en lo que atañe a la producción y comercialización.
Ahora bien, si hablamos en el día a día laboral, la situación es muy estresante para todos. En mi explotación soy muy insistente y firme en el cumplimiento de las normas de seguridad, tales como las distancias mínimas entre trabajadores o la escrupulosa desinfección de las cajas, cubos, carros, etc. Si algún trabajador enfermara de coronavirus, no solo estaríamos todos nosotros y nuestras familias en riesgo, sino que tendría que cerrar la explotación.
Una explotación en la que ya me he visto obligada a arrancar parcelas para poder seguir trabajando con la mano de obra de la que dispongo, pues no tengo más. Una explotación que es mi vida y que, si esta situación no pasa pronto, no sé cómo vamos a seguir adelante. A pesar de ello, si de algo me siento afortunada es de pertenecer a la cooperativa Costa de Huelva que, a su vez, forma parte de otra cooperativa de segundo grado muy dimensionada comercialmente, como es Onubafruit, lo que nos mantiene en la tarea.
Quienes no tienen la suerte de pertenecer a cooperativas con este tipo de estructuras tan sólidas, me consta que incluso han tenido que dar ya por finalizada la campaña, pues los costes que tienen que afrontar no los cubren con los menguados e inciertos ingresos que percibimos en estos momentos.
Por tanto, puedo asegurarles que ser agricultor o agricultora en tiempos del coronavirus, lo que realmente supone es una incertidumbre constante y una enorme responsabilidad por los trabajadores que tenemos a nuestro cargo.
No obstante, no queremos caer en la lamentación, solo queremos que cuando los consumidores vayan a las tiendas y supermercados realmente valoren, como corresponde, todo el esfuerzo que hay detrás en el suministro alimentario, con los máximos estándares de calidad, seguridad y trazabilidad. Igualmente, deseamos que se tomen un tiempo para leer el etiquetado y apuesten por el producto nacional y, a ser posible, por el comercializado por las cooperativas, con el que nos estarán apoyando directamente a ganaderos y agricultores como yo.
Federación
Conocidos hoy los datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), sobre la campaña oleícola 2019-2020, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía realiza una valoración positiva de los mismos. Por un lado, se confirma que la producción a nivel nacional, se situará en poco más de 1.100.000 toneladas, mientras en Andalucía no se superarán las 900.000, tal y como estimaba la federación en el mes de noviembre. Por otro, y a falta de consolidar cifras, las salidas al mercado durante el mes de marzo rondan las 141.000 toneladas, lo que supone uno de los mejores registros del histórico.
Según explica el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego Martínez, hay que esperar para conocer qué porcentaje se ha destinado a mercado nacional y cuál a exportación, “si bien se puede apuntar que el crecimiento de las ventas en el mercado interior va a ser muy significativo, como resultado del incremento de la demanda desde que se decretara el estado de alarma y el confinamiento”. “Podemos estar hablando de unas 65.000 toneladas comercializadas en España, cuando la media, en lo que va de campaña, ha superado escasamente las 43.000”, añade el responsable.
En cuanto a las exportaciones, Cristóbal Gallego Martínez, muestra su gran preocupación por la dramática caída de las ventas de aceite de oliva envasado a Estados Unidos, tras la imposición de aranceles del 25% el pasado mes de octubre. “Es algo que venimos alertando desde hace meses que iba a ocurrir, como así se está demostrando, y que pone en peligro el liderazgo oleícola español en aquel país, tirando por tierra años de esfuerzos en inversiones”, subraya.
En concreto, y durante el mes de febrero, Estados Unidos importó solo 830 toneladas de aceite de oliva envasado con origen español, lo que supone el peor dato desde 1996 y un 83% menos que el mismo mes de 2019. En cambio, otros países como Portugal marcaron, por tercer mes consecutivo, sus máximos históricos, con un volumen exportado de aceite de oliva envasado en torno a las 3.500 toneladas, 40 veces superior al registrado en el mismo mes del año anterior. También Túnez se ha visto beneficiado, multiplicando por 9 sus ventas al país norteamericano.
En consecuencia, Cristóbal Gallego Martínez, incide en que, a través de Cooperativas Agro-alimentarias de España, se han enviado sendas cartas al ministro de Agricultura y a la ministra de Comercio, poniendo de manifiesto el grave impacto de los aranceles e instando una vez más a defender férreamente los intereses del sector en la Unión Europea y bilateralmente con Estados Unidos.
“Estamos hablando del segundo país comprador de aceite de oliva español, tras Italia, con 115.000 toneladas comercializadas en la campaña anterior, de las cuales unas 60.000 fueron envasadas”, recalca.
Por lo que respecta a lo que queda de campaña, el presidente sectorial indica que la producción “va a variar ya poco, a falta de algún ajuste” y que existe cierta incertidumbre en cómo la crisis del coronavirus va a marcar las próximas semanas tanto a nivel de mercado interior como exterior. “Por ahora, nos quedamos con dos datos positivos: menores disponibilidades totales frente a lo previsto por organismos oficiales y buena evolución de las salidas que, en seis meses, acumulan 782.000 toneladas”, concluye Cristóbal Gallego Martínez.
Federación, Sectores ganaderos
Tras un mes de estado de alarma por la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, las cooperativas ganaderas de leche empiezan a notar los efectos de la caída del consumo, agravada por el cierre de bares, restaurantes y hoteles. En un sector especialmente dependiente del conocido como canal Horeca, este descenso se traduce en un excedente de leche y, por tanto, en una bajada generalizada de los precios que puede poner en riesgo la rentabilidad de las explotaciones ganaderas andaluzas.
Por ello, los sectores de vacuno y de ovino y caprino de leche de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía demandan por igual a las administraciones que se articulen medidas como el almacenamiento privado y ayudas para fomentar la reducción voluntaria de producción o el desvieje para evitar que haya una sobreproducción en estos meses de primavera, período en el que además se da el pico productivo de ambas actividades. A la vez, hacen un llamamiento a la industria para que en esta difícil coyuntura tenga empatía con el sector y haga un esfuerzo por sostener precios y volúmenes.
La situación de los productores de leche de cabra es especialmente delicada, dado que su funcionamiento depende de actividades como la restauración y el turismo. Los quesos derivados de esta leche se consumen principalmente en bares, restaurantes y hoteles, ahora cerrados. También en mercados como el francés, donde muchas de sus elaboraciones se hacen con leche de cabra española; aunque debido a la ralentización del transporte de mercancías y a la paralización del sector terciario en dicho país, productores y transformadores no encuentran en el exterior una alternativa.
Estos factores se han traducido en una caída de los precios en abril de en torno al 30% con respecto al mes de marzo, cuando el kilo de leche de cabra cotizó alrededor de los 0,85 euros. Los ganaderos agrupados en cooperativas señalan que la situación se agrava en su caso, dado que la industria paga menos a los productores cooperativistas que a los de la propia industria. Además, las cooperativas que venden a granel temen que este descenso sea mayor en los próximos meses, ya que su principal cliente, el canal Horeca, será de los últimos en recobrar la normalidad.
La época en la que se ha decretado el estado de alarma y la cuarentena tampoco ha beneficiado al sector, pues entre marzo y abril la producción de leche es mayor. Por ello, ante el escenario que se vislumbraba hace un mes, muchas cooperativas introdujeron cambios en el manejo de sus ganados para reducir la producción, de forma voluntaria y sin apoyo económico, entre un 10 y un 20%. Si bien, esta estrategia no es suficiente para evitar un desequilibrio entre la oferta y la demanda.
Por eso, tanto aquellas cooperativas que venden a granel su producción como aquellas que la transforman en cuajada valoran positivamente que el Ministerio de Agricultura proponga a Europa medidas como el almacenamiento privado, ya adoptada en el sector del aceite de oliva, o como la reducción voluntaria de la producción.
No obstante, creen necesario que se articulen también ayudas para el desvieje de la cabaña lechera, al igual que en el cordero y el cabrito. De esta forma, no sólo se reduciría considerablemente la producción de leche en los próximos doce meses, sino que se favorecería un ganado nuevo, más joven y por tanto más productivo que redundaría en una mayor rentabilidad de las explotaciones.
En cuanto a la leche de vaca, la mayor preocupación de productores y transformadores es el devenir de los precios en la próxima campaña. Al inicio de la crisis sanitaria, las cooperativas de este sector hicieron un esfuerzo ímprobo para casi duplicar la transformación de leche y poder abastecer el repunte de pedidos recibidos tanto por la industria como por la distribución.
Precisamente este mayor consumo doméstico ha permitido frenar las pérdidas procedentes por el cierre del canal Horeca; sin embargo, en las últimas semanas la compra de leche envasada se ha normalizado e incluso se espera que caiga a partir del mes de mayo por la estacionalidad del consumo.
A esta ralentización del mercado nacional hay que sumar el exceso de producción que se está produciendo en Francia, Alemania o Portugal, cuya industria ha optado por exportarla a países como España, donde esta leche se está comercializando en el mercado de leche spot (donde el precio se pacta en función de la oferta y la demanda) por debajo de los 0,20 euros/litro.
Aunque la industria está respetando los contratos en vigor respecto a los volúmenes, esta práctica sí afecta a la comercialización de los excedentes en el mercado libre. Las empresas transformadoras están haciendo acopio de materia prima a bajos precios y de origen extranjero mientras siguen comercializando con cierta normalidad, lo que derivará en un descenso de las cotizaciones que después será complicado recuperar y demuestra una falta de coherencia y sensibilidad ante la situación que viven los ganaderos. Además, como señalan, si el mercado tira los precios, la negociación de los futuros contratos se verá comprometida, por lo que desde la federación se insiste en la necesidad de que las autoridades extremen los controles a las industrias para evitar el fraude.
Frente a un escenario de cotizaciones a la baja, desde el sector solicitan al Gobierno central que extienda las medidas propuestas para el ovino y el caprino de aptitud láctea también al vacuno, ya que la mantequilla y la leche en polvo pueden almacenarse sin problema. En este sentido, aseguran que si la Unión Europea permitiese el almacenamiento privado probablemente se frenarían las importaciones a precios irrisorios.
Por último, tanto cooperativas de leche de cabra y oveja como de vacuno de leche insisten en la necesidad de impulsar campañas de promoción, articuladas por la interprofesional, para animar el consumo interno de productos y subproductos lácteos de origen nacional.