Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva considera insuficiente el contingente GECCO propuesto para atender la campaña de fresa y frutos rojos

Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva considera insuficiente el contingente GECCO propuesto para atender la campaña de fresa y frutos rojos

Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva califica de insuficiente el contingente de trabajadoras procedente de Marruecos propuesto por la Dirección General de Migraciones a través del programa de Gestión Colectiva de Contrataciones en Origen (GECCO) para atender la próxima campaña de fresa y frutos rojos.

Según la información facilitada en la reunión mantenida la pasada semana con la Comisión Provincial de Seguimiento del Convenio para la Ordenación, Coordinación e Integración Sociolaboral de los Flujos Migratorios en la Campaña Agrícola, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones solicitará al Ministerio de Empleo de Marruecos la realización de 3.000 nuevos contratos en origen, que se sumarían a las 11.000 temporeras que regresarán a España para realizar las tareas de recolección durante la campaña, y que ya participaron de este programa de migración circular el pasado ejercicio.

En opinión de Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva, la previsión de trabajadores es muy inferior a las necesidades de mano de obra de la fresa y los frutos rojos de la provincia. En cambio, el sector ha visto cómo en los dos últimos años ha mermado el número de contrataciones a través del programa GECCO, en contraposición a la estrategia de crecimiento del cultivo.

Si antes de irrumpir la crisis sanitaria se autorizaba la contratación de más de 16.500 temporeras procedentes de Marruecos, la federación considera que carece de sentido que esta cifra vaya en descenso mientras que la superficie destinada al cultivo de berries aumenta por la diversificación hacia otras especies y variedades. Así, si en la campaña 2017-2018 la superficie destinada a fresa y frutos rojos era de 11.687 hectáreas, en la actualidad es de 13.057, un 11,7% más, según datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.

Por tanto, Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva, como entidad gestora del programa GECCO, solicita al Gobierno un incremento del número de trabajadores para garantizar el buen desarrollo de la economía onubense. “Y, más en concreto, de un gran número de municipios netamente agrícolas, donde las cooperativas y sus personas asociadas son la base para evitar la despoblación rural en la provincia”, recalca el presidente de la federación, Francisco J. Contreras Santana.

Por ello, la organización onubense, como representante de una quincena de cooperativas especializadas en la producción y comercialización de fresa y frutos rojos, con una fuerte presencia en los mercados nacional e internacional, solicita a la Administración que se atiendan los argumentos expuestos para la solicitud de dicho aumento de trabajadores, avalados en las memorias entregadas por registro en agosto y en las que queda constancia del incremento de superficies y nuevos cultivos.

Como recuerda la federación, la evolución del cultivo conlleva a una mayor necesidad de mano de obra y el sector no encuentra la respuesta necesaria en las ofertas publicadas a través del Servicio Andaluz de Empleo ni en las particulares, por lo que se ve empujado a recurrir a la contratación en origen para poder atender las labores de recolección de la campaña.

Honduras y Ecuador

Por otro lado, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía sigue trabajando para estabilizar en las próximas campañas la contratación de trabajadores en origen procedentes de Ecuador, tal y como se comprometieron en una reunión con la cónsul de Ecuador en Málaga, Diana Veloz Yépez.

Asimismo, en esta segunda campaña piloto con temporeros latinoamericanos, la federación sumará la contratación de trabajadores procedentes de Honduras, cuya selección se realizará a final de octubre en el país. El contingente hondureño que llegará a Huelva para la campaña de la fresa y los frutos rojos pasa de los 250 del anterior ejercicio a 500 trabajadores, entre repetidores y nuevos seleccionados.

Como destaca Francisco J. Contreras, “hay una gran satisfacción entre los productores de berries onubenses con la contratación de temporeros ecuatorianos del programa GECCO, que propuso hace más de dos años Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva a la Administración, y del que se solicita su ampliación al igual que con Honduras”. Además, ante la falta de mano de obra, “iniciativas como esta permiten al sector garantizar el normal funcionamiento de una de las campañas referentes del campo andaluz, que no es otra que la de la fresa y los frutos rojos”, recalca el presidente de la federación.

La contratación de contingentes extranjeros es clave para el funcionamiento de la campaña, “aunque esta apenas supone un 10% del total de mano de obra contratada para atender las campañas agrícolas de la provincia”, sostiene el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva. Como señalan los datos del Observatorio ARGOS, de la Junta de Andalucía, respecto al mercado de trabajo agrícola en Huelva, en el primer trimestre de 2022 (periodo en el que se realizan las contrataciones para la campaña) se cerraron más de 100.200 contrataciones en el sector onubense, de las que en torno a 12.000 se realizaron a través de los programas GECCO.

 

El incesante incremento del precio de la luz y la corta producción por la sequía amenazan la campaña de olivar en Andalucía

El incesante incremento del precio de la luz y la corta producción por la sequía amenazan la campaña de olivar en Andalucía

Ante el inicio de dos de las campañas más importantes por su impacto económico y social en el territorio andaluz, como son las del verdeo en este mes de septiembre, y la del aceite de oliva, a partir de octubre, Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía alerta de la crítica situación a la que se verá abocada el sector del olivar andaluz, debido a la sequía extrema que padece el campo y a la espiral de precios alcistas en todos los inputs agrarios, con especial incidencia de la energía, que ha subido un 443% en los dos últimos años.

El consumo eléctrico, tanto de almazaras como de industrias aceituneras, se disparará en los próximos meses, al concentrarse la mayor actividad de la campaña. Unos elevados costes que se verán agravados con la baja producción de aceitunas esperada. Y es que si el precio medio del megawatio/hora del 1 de enero al 31 de agosto de 2020 (según Red Eléctrica Española) era de 35,20 euros, en el mismo periodo de 2022, el precio medio se establecía en 191,40 euros.

La situación es muy preocupante en el olivar de almazara. La sequía, junto a la vecería del olivo y las altas temperaturas que se han sucedido desde el mes de mayo, clave para la floración del olivar, ha afectado a la productividad del cultivo, por lo que se prevé una próxima campaña muy corta tanto a nivel regional como nacional.

Así, la federación, a falta del aforo oficial de la Junta de Andalucía, prevé una producción en torno a 700.000 toneladas en Andalucía (frente a 1.151.394 de la campaña actual) y por debajo del millón de toneladas (918.000 toneladas frente a casi 1,5 millones de toneladas producidas en la campaña 2021-2022) a nivel nacional.

En Jaén, principal provincia oleícola regional y nacional, la producción estimada es de 230.000 toneladas frente a las casi 500.000 obtenidas durante la presente campaña, un 117% menos. En Córdoba se estima una producción de 210.000 toneladas (casi 300.000 se produjeron en 2021) y en Sevilla rondará las 100.000 toneladas (139.000 en 2021).

Por tanto, si continúa sin llover, la comunidad andaluza dejará de producir en la campaña 2022-2023 unas 451.394 toneladas de aceite de oliva. Teniendo en cuenta que el precio medio del aceite es de 3,80 euros el kilo (según Poolred a fecha de agosto), supondrá al sector unas pérdidas económicas estimadas, como mínimo, en más de 1.700 millones de euros. Teniendo en cuenta que el 67% del sector productor está representado por las cooperativas agroalimentarias andaluzas, las pérdidas en estas empresas de economía social ascenderían a 1.143 millones de euros.

Estas previsiones, realizadas tras la última reunión sectorial del olivar de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, son “susceptibles de empeorar si continúa sin llover”, por lo que es posible que el aforo de la Junta de Andalucía que, previsiblemente, verá la luz en las próximas semanas, corrija esta estimación a la baja, según señala el presidente sectorial.

“Esta sequía está descontando, día a día, la producción del olivar”, señala el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Gallego Martínez, que añade que “la gran mayoría de los secanos están prácticamente a cero, sin carga de aceitunas”. En las plantaciones de riego, que son las que pueden aportar mayor cantidad de frutos a la campaña, “debido a las limitaciones en el uso del agua, mucha de la aceituna tiene poco calibre, está arrugada e incluso empezando a ennegrecerse, cuando lo habitual es que su color natural fuese verde, pues en estas fechas el olivo se prepara para la lipogénesis, el proceso en el que la aceituna comienza a transformar los azúcares en aceite”.

“Nos estamos acercando al inicio del otoño y no hay perspectivas de lluvia a corto plazo, lo que nos hace ser muy pesimistas, insiste el representante sectorial, quien alude a que la próxima campaña podría ser un calco de la 2014-2015, “la segunda más baja de la historia”.

Aceituna de mesa

En cuanto al olivar de mesa, la campaña del verdeo también se presenta con una merma productiva respecto a la 2021-2022, motivada por el propio agotamiento de la arboleda tras la cosecha anterior, que fue récord, y por las secuelas del grave déficit hídrico acumulado. A esto se suma que los costes de la recolección manual, así como la falta de mano de obra, hace inviable que se coja la aceituna en muchas explotaciones.

En este sector, las estimaciones apuntan a una producción por encima de 500.000 toneladas a nivel nacional “si llueve algo al comienzo de la campaña”, declara el presidente del Consejo Sectorial de Aceituna de Mesa de la federación, Gabriel Cabello López. No obstante, en el peor de los escenarios, la estimación que se baraja es la de la interprofesional del sector, Interaceituna, de 436.000 toneladas, lo que supone casi un 34% menos respecto a la campaña 2021-2022, donde se alcanzó una cosecha de 659.000 toneladas de aceitunas de mesa.

No obstante, el stock de enlace de la campaña actual, por encima de las 400.000 toneladas, aliviará en gran parte las tensiones comerciales y evitará mayores desequilibrios ante el descenso de la cosecha.

Otros factores adversos

La incidencia de la sequía en la próxima cosecha llega, además, en un momento muy crítico para los productores de aceite de oliva y de aceituna, sumamente afectados por el alza del precio de los inputs, en especial de la energía eléctrica pero también de los carburantes como el gasóleo y de los fitosanitarios.

“Los trabajos de riego y los tratamientos que precisan los olivos cuestan más que nunca, y estos costes no se verán compensados con una corta producción”, subraya Cristóbal Gallego, que avisa de la repercusión directa que tendrá en el sector. No en vano, son 372 las cooperativas agroalimentarias andaluzas que viven del olivar (aceite y aceituna de mesa), empresas que aportaron en 2021 un negocio de más de 3.200 millones de euros.

Ante este escenario, la federación de cooperativas demanda apoyo y ayudas al sector, como la reducción de la fiscalidad de carburantes, energía eléctrica, abonos y fitosanitarios. Además, exige que el agua sea una prioridad, pues la mejor manera de apostar por el desarrollo rural es llevando el agua al campo y a la agricultura. En este sentido, la federación apuesta por una política hídrica con más infraestructuras para garantizar que el agua llegue por igual a todos los territorios.

 

Agricultores y ganaderos andaluces, vendidos por Luis Planas

El ministro de Agricultura, Luis Planas, se ha salido con la suya. Ayer mostraba su felicidad por la aprobación definitiva por parte de la Unión Europea del Plan Estratégico que España ha diseñado para llevar a cabo la aplicación, a partir del 1 de enero de 2023, de la nueva reforma de la Política Agraria Común –PAC-.

Una dicha que el sector agrario andaluz, representado por ASAJA-Andalucía, COAG-Andalucía y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, no entiende ni aprueba, ya que el ministro ha culminado lo que siempre “inexplicablemente” ha perseguido, que es el trasvase de ayudas desde esta región a otras comunidades autónomas.

Como recuerdan los representantes del campo andaluz, la satisfacción de Luis Planas pasa por hurtar 500 millones de euros a la principal región agraria de España, machacar su modelo social y profesional de agricultura que mantiene vivo su medio rural, además de penalizar su apuesta por la diversificación y la sostenibilidad, señas de identidad del sistema agroalimentario andaluz.

Para ASAJA, COAG y Cooperativas Agro-alimentarias, Planas tuvo claro desde un primer momento que iba a llevar a cabo su nueva política agraria a toda costa, con un marcado perfil autoritario, sin dar información, sin atender las propuestas del sector agrario andaluz, que incluye a uno de cada tres perceptores españoles de la PAC, y sin tener en cuenta las constantes demandas de consenso, ni las movilizaciones celebradas en unidad de acción.

En definitiva, el Plan que ya tiene el visto bueno de Europa se ha redactado sin diálogo, sin estudio de impacto previo y sin criterios técnicos o agronómicos, priorizando los intereses de algunas comunidades, generando desequilibrios y agravios territoriales. En este sentido, según los datos manejados desde Andalucía, las medidas del Ministerio van a provocar un descalabro económico en el territorio y un trasvase de ayudas desde esta región a otras comunidades, ya que, entre otras cosas, penaliza la diversidad productiva al reducir el número de regiones (de las 50 actuales a 20) sin considerar las especificidades de algunas de las comarcas agrarias que más ayudas de pago básico generaron en las provincias de Sevilla, Jaén o Huelva, que quedan degradadas y se integran en regiones mucho menos productivas.

Esta discriminación se evidencia claramente si vemos los ecoregímenes en los que a nivel estatal se han configurado dos regiones de pastos y solo una de regadío. Así, el número de ecoregímenes y el reparto de los fondos de esta partida son, a todas luces, insuficientes si se quiere impulsar una producción agraria más verde, como señala Bruselas. Además, para el campo andaluz es un error no vincular esta arquitectura medioambiental con las nuevas regiones productivas.

Como ya señalaron en su momento las organizaciones firmantes, el impacto de estas medidas que entrarán en vigor el próximo 1 de enero será dramático para los agricultores y los ganaderos andaluces, máxime en un contexto como el actual de sequía extrema, fuerte crisis energética y de incremento desmesurado de los costes de producción, a lo que deberán sumar las pérdidas en la PAC, lo que acabará con la rentabilidad de miles de explotaciones andaluzas. Los datos aportados por la Consejería de Agricultura de Andalucía indican que la nueva PAC provocará una merma del 30% en las ayudas de750.000 hectáreas de secano, la pérdida del 25% de las ayudas percibidas en el periodo actual por 700.000 hectáreas de olivar y una reducción de entre el 30 y el 40% de las ayudas de todo el regadío.

La pérdida de presupuesto no es la única crítica de las organizaciones, ya que como recuerdan el Plan Estratégico complica más si cabe la gestión técnica y económica de las explotaciones agrarias, lejos de la simplificación administrativa anunciada por la Administración y que tanto anhela el sector productor.

 

 

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén prevé la pérdida de 100 millones de euros en jornales por la sequía

Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén prevé la pérdida de un millón de jornales en la próxima campaña de la aceituna por la merma de la producción derivada de la sequía extrema que padece el campo jiennense. El descenso implicará que los trabajadores que recolectan la aceituna dejen de percibir en torno a 100 millones de euros respecto a anteriores campañas.

El número de jornales que genera la recolección de la aceituna en Jaén supera los 4 millones en una campaña media, por lo que la estimación de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén avanza un escenario económico dramático en la provincia si persiste la ausencia de precipitaciones, ya que la posibilidad del descenso de jornales se apuntala en una previsión de cosecha muy baja.

En concreto, la cronificación de la sequía motiva que la organización prevea una producción de 230.000 toneladas de aceite de oliva en Jaén, frente a las 499.796 toneladas obtenidas en la campaña 2021-2022. Esto implica que, con los precios de mercado actuales del aceite de oliva, el sector dejará de percibir en la próxima más de 1.000 millones de euros.

El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, Higinio Castellano, advierte de la repercusión de ambos factores (descenso de producción y de jornales) en el conjunto de la provincia, ya que en gran parte de los municipios jiennenses el aceite de oliva es el eje sobre el que giran el mercado socioeconómico y la actividad laboral.

Por esta razón, Higinio Castellano exige a las Administraciones públicas que en el ámbito de sus respectivas competencias destinen ayudas encaminadas a contrarrestar las pérdidas causadas por la sequía en el principal sector económico de la provincia.