Revista Nº114
Tierra Cooperativa 114
Agosto-Octubre 2021
Tierra Cooperativa 114
Agosto-Octubre 2021
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, federación que representa a la economía social agraria andaluza, se ha unido recientemente al Pacto Mundial de las Nacionales Unidas. La organización que aglutina a 659 cooperativas agroalimentarias y a más de 291.000 personas dedicadas a la agricultura y la ganadería reafirma así su compromiso con la sostenibilidad y da un paso más en su política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), al sumarse a miles de empresas de todo el mundo con el compromiso de realizar acciones empresariales y corporativas responsables.
La adhesión al Pacto Mundial implica que Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se compromete a alinear su estrategia con los Diez Principios universalmente aceptados en las áreas de derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción. Además, la federación seguirá trabajando en la adopción de medidas en apoyo de los objetivos de las Naciones Unidas plasmados, actualmente, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Como explica el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Juan Rafael Leal Rubio, “la federación, al igual que sus empresas asociadas y las miles de personas que las conforman, se significan con valores como la democracia, la igualdad o la equidad, afines todos ellos a los principios promulgados por la ONU”. Por este motivo, “la federación se compromete a involucrarse con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas a través de diferentes acciones y proyectos que impulsen un modelo agroalimentario y una economía social más sostenibles en materia económica, social y medioambiental”, recalca el máximo representante del cooperativismo andaluz.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía trabaja desde hace 25 años por potenciar la competitividad del cooperativismo agroalimentario, favorecer el desarrollo sostenible del entorno rural y defender el peso económico y social de la agricultura y la ganadería andaluzas. Fruto de este esfuerzo, las cooperativas agroalimentarias de Andalucía han mostrado su potencial en los momentos más críticos tanto de la crisis económica como de la sanitaria, en la que ha demostrado su fortaleza y responsabilidad con la sociedad y con una alimentación segura y de calidad.
En este sentido, las 659 cooperativas agroalimentarias generaron en 2020 una riqueza de 9.440 millones de euros, lo que supone más del 5% del PIB andaluz, que se concentra en el medio rural. Además, emplearon de forma directa a 36.000 personas y sostuvieron indirectamente otros tantos miles de trabajos en empresas auxiliares ligadas a su actividad.
Para poder alcanzar estos objetivos, la organización ha trabajado conjuntamente con sus cooperativas asociadas, así como con entidades públicas y privadas (universidades y centros de I+D+i), para promover numerosos proyectos de innovación que han contribuido y contribuyen a construir una agricultura y una ganadería sostenible y competitiva.
Tras comprobar los beneficios de estas alianzas público-privadas, la federación apuesta por seguir impulsando proyectos de esta índole para dar soluciones a los desafíos detectados por el sector agroalimentario, principalmente como consecuencia del cambio climático. De esta manera, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ofrece a sus empresas y al sector herramientas que faciliten el desarrollo de una actividad agroalimentaria competitiva, respetuosa con el medio ambiente y que garantice el abastecimiento de alimentos sanos, seguros y de calidad.
Igualmente, la federación vela por eliminar cualquier discriminación en materia laboral, tal y como recogen los principios de las Naciones Unidas. En este sentido, ha incorporado a su cultura corporativa medidas en pro de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y a favor del relevo generacional con el objetivo de cultivar un modelo empresarial más plural e igualitario.
Además de adherirse como entidad, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se compromete a trabajar directamente con sus más de 650 empresas asociadas con el fin de que adquieran su compromiso público con el Pacto Mundial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que de forma innata muchas de ellas cumplen con la mayoría de los 17 objetivos planteados por las Naciones Unidas.
¿Qué es el Pacto Mundial?
En el año 2000, Naciones Unidas lanzaba el Pacto Mundial, la mayor iniciativa de sostenibilidad corporativa del mundo, que se sustenta en Diez Principios universalmente reconocidos en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anticorrupción. Al incorporar este decálogo a sus estrategias, políticas y procedimientos, las empresas no sólo cumplen con sus responsabilidades básicas para con las personas y el planeta, sino que también preparan el escenario para el éxito a largo plazo.
El Pacto Mundial de Naciones Unidas cuenta en la actualidad con más de 18.760 entidades de más de 160 países, de las que 2.070 pertenecen a la Red Española, lo que la convierte en la Red Local más importante del mundo por número de adhesiones, así como por sus numerosos informes de progreso y memorias de sostenibilidad presentadas, en desempeño y soluciones para sus socios.
El próximo día 5 de noviembre se celebra la Jornada Estrategias para la sostenibilidad en la Fería Ganadera Fegasur que se celebra en Jerez de la Frontera.
Inscripciones limitadas a un máximo de 60 asistentes.
Envíar ficha de inscripción rellena a Juana Alvarez jalvarez@agroalimentarias-andalucia.coop, télefono 954 422416
El sector agrario andaluz, representado por ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, muestra su decepción, desesperación y enfado tras la celebración ayer de la Conferencia Sectorial de Agricultura, en la que el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha dejado claro que las demandas de los agricultores y ganaderos andaluces no tienen cabida en su plan para la PAC.
Lejos de abrir la puerta al consenso, Planas ha dado una patada hacia adelante y anunció ayer que el borrador del Plan Estratégico se someterá a un proceso de consulta pública a finales de noviembre, cuando el documento no está consensuado y es rechazado por Andalucía, entre otras regiones. El ministro desoye de nuevo a los productores andaluces y declina incorporar medidas que puedan paliar el grave perjuicio que su propuesta de Plan Estratégico para la aplicación de la PAC va a generar en Andalucía, con pérdidas de hasta 180 millones de euros anuales. Es decir, si no se modifica la propuesta, la comunidad podría perder hasta 900 millones entre 2023 y 2027. Por ello, para las organizaciones agrarias y cooperativas, la consulta pública es una artimaña para justificar que se han ignorado las propuestas que se han hecho en las mesas de negociación, dando la espalda al sector agrario y pretendiendo otorgar un valor democrático a una propuesta que no lo tiene.
Con el anuncio de ayer, Luis Planas da otro paso con su propuesta sin atender las demandas del sector agrario andaluz y traiciona a Andalucía una vez más al avanzar con un modelo que provocará un trasvase de fondos que perjudicará de forma directa a los agricultores y ganaderos que más han aportado al presupuesto de la PAC para España, reflejo del potencial productivo del campo andaluz. De esta forma, el ministro niega el derecho al progreso y al futuro de los productores agrarios andaluces. Cabe recordar que el complejo agroalimentario es un motor socioeconómico fundamental para la región, que dinamiza el medio rural, genera más del 10% del empleo de la región y supera los 30.000 millones de euros de negocio. Se trata de un modelo sostenible y social que distribuye riqueza, genera empleo, gestiona territorio y fija población.
El Plan Estratégico Nacional de la PAC tiene que ser fruto del consenso y no una imposición ni una mera herramienta especulativa, y debe reconocer la colaboración y el reconocimiento del peso estratégico que tiene Andalucía, contemplando la realidad agraria de esta región y no mermando la rentabilidad del campo andaluz, que ya de por sí está comprometida por unos costes cada vez más elevados, por unos precios que merman la viabilidad y que, de persistir el planteamiento, dejaría a los agricultores y ganaderos andaluces fuera del proyecto medioambiental de la Unión Europea.
Propuestas sobre los ecoesquemas
Los ecoesquemas se nutren del 25% del total de las ayudas directas que reciben los agricultores y ganaderos. Por ello, las organizaciones agrarias y cooperativas entienden que lo razonable es aplicar los ecoesquemas en función de la región productiva en la que estén esos agricultores y ganaderos. Es decir, cada región debe compensar la medida que se ha de aplicar en el ecoesquema, por lo tanto ese presupuesto retornaría para que no lo perdieran de manera injusta agricultores y ganaderos, reconociéndose así la diversidad productiva de nuestro país.
Se evitaría de esta manera la especulación presupuestaria y fijaría el presupuesto al territorio, contemplando la diversidad productiva y apostando por el modelo social y profesional de agricultura. De no ser así, se deslocalizan los fondos presupuestarios y se pondría en juego el marco de calidad, competitividad y seguridad alimentarias que caracteriza hoy en día al sector agrario andaluz.
Por otro lado, organizaciones agrarias y cooperativas insisten en que la reducción de regiones productivas penaliza la diversidad de Andalucía, al pasar de las 50 zonas actuales a un máximo de 20. Si bien el panorama planteado en los primeros borradores era menos halagüeño para la comunidad, una vez conocido el planteamiento de la distribución comarcal de cada una de ellas, así como los importes medios, las organizaciones representativas del sector agrario andaluz exigen cambios sustanciales para conseguir el necesario equilibrio territorial y productivo con tal de minimizar el impacto real y las pérdidas que de estas nuevas regiones se derivarían para miles de agricultores y ganaderos andaluces.
La propuesta del campo andaluz está encima de la mesa y se espera que el ministro de Agricultura reconduzca su actitud. Mientras, el sector se reunirá en los próximos días para organizar un proceso reivindicativo más contundente con el objetivo de alcanzar un trato equilibrado para Andalucía.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, Higinio Castellano, advierte de que el otoño extremadamente seco que padece la provincia redundará negativamente en la próxima cosecha de aceite de oliva. Hasta el punto de que se obtendrá una producción muy inferior a la prevista por el aforo oficial de la Junta de Andalucía, estimada en 480.000 toneladas en Jaén.
Higinio Castellano resalta al respecto que la falta de agua implica la pérdida diaria de miles de kilos de aceituna, especialmente en las zonas de secano, las más afectadas por la “tremenda sequía” que soporta Jaén, donde las precipitaciones han sido insignificantes en las tres primeras semanas de octubre, mes en el que generalmente se registran lluvias en la primera provincia productora.
Para el máximo representante de Cooperativas en Jaén la situación es dramática en las amplias zonas del territorio en las que la sequía ha causado un estrés hídrico del olivar, con la consiguiente sobre maduración-ennegrecido de la aceituna en algunos lugares, donde incluso el fruto ha caído al suelo.
En este sentido, Higinio Castellano resalta que en algunas zonas se ha producido un marchitado y arrugado tan acentuado de la aceituna, que provocará, “como no vengan a corto plazo las lluvias tan deseadas”, la imposibilidad de poder recolectarlas.
El sector cooperativo ha mostrado su preocupación por esta situación, que afecta en mayor o menor medida a la totalidad de los olivares jiennenses, cuyo proceso de lipogénesis (formación del aceite en el fruto) se ha ralentizado, de manera que, salvo que se registren en las próximas semanas precipitaciones, la cantidad de aceite de oliva se reducirá de manera sustancial.