Cultivos herbáceos, I+D+i
La empresa Agrovegetal S.A., dedicada a la obtención y desarrollo de nuevas variedades de semillas certificadas de cultivos extensivos -principalmente trigo duro, trigo blando y triticale, aunque también guisantes, garbanzos y habas-, y con una trayectoria de 25 años en Andalucía, acaba de suscribir la renovación de su quinto convenio quinquenal de colaboración con el Centro Internacional para la Mejora del Maíz y el Trigo (CIMMYT), el principal organismo investigador a nivel mundial en la materia, con sede central en México.
Para Agrovegetal, la colaboración con el CIMMYT es estratégica, ya que gran parte de las variedades de trigo y triticale que desarrolla la empresa proceden del germoplasma que suministra el centro de investigación mexicano.
Precisamente, a fin de conocer más en profundidad el trabajo de I+D+i de este centro de referencia mundial, los miembros del Consejo Rector de Agrovegetal, encabezados por su presidente, Manuel Onieva Delgado, han viajado junto al director general, Ignacio Solís, hasta el país mexicano. Allí no sólo han rubricado el nuevo acuerdo para continuar con la investigación de nuevas variedades de trigo duro, trigo harinero y triticale, adaptadas principalmente a las condiciones del cultivo en Andalucía hasta el año 2028, sino que han tenido la oportunidad de visitar las instalaciones del CIMMYT en El Batán, perteneciente al municipio de Texcoco (estado de México).
Además, la directiva de Agrovegetal ha conocido un molino y una fábrica de pastas en el municipio de Mexicali, así como una explotación ganadera; ha visitado una datilera en San Luis Río Colorado (estado de Sonora), ha compartido experiencias con los productores de aceite de oliva de la marca Olibaja en Ensenada (estado de Baja California) y ha podido disfrutar de la Ruta del Vino en el Valle de Guadalupe.
“Han sido unos días de reuniones y muchas visitas muy fructíferas, que reafirman a Agrovegetal en su propósito de mantener, por mucho tiempo, el convenio con el CIMMYT”, ha subrayado Ignacio Solís.
Fruto de este convenio, la empresa obtentora continuará consolidando su papel estratégico en la I+D+i del sector cooperativo. No en vano, en 2023, Agrovegetal trabajó en un total de 18 proyectos de mejora vegetal que atañen a distintos cultivos herbáceos (trigo duro, trigo blando, triticale, garbanzo, guisantes y habas) con un presupuesto total superior a los 300.000 euros, con el objetivo de poner en el mercado nuevas variedades de cultivos adaptadas a las condiciones cada vez más extremas del campo andaluz, dando respuesta así tanto a las demandas de los agricultores y de la industria cerealista.
Málaga, Programa CULTIVA
Un total de nueve jóvenes agricultores de distintas comunidades autónomas han elegido Málaga para aprender cómo es el día a día en distintas explotaciones modelo de cultivos arraigados en esta provincia, y para ver cómo se trabaja en las cooperativas agroalimentarias, dentro del Programa de estancias gratuitas Cultiva. Se trata de una iniciativa financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación e impulsada por Cooperativas Agro-alimentarias de España, con la colaboración de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía a través de su federación de Málaga.
Es el caso de Antonio Bustos Ramos, agricultor procedente de La Puebla de Almorediel (Toledo) y productor de viña, almendro, pistacho y olivar, que se ha mostrado muy interesado por conocer como se cultiva el olivo y se hace la posterior transformación de la aceituna en aceite de oliva en la provincia.
Este alumno ha realizado una estancia formativa sin coste alguno en la finca La Santa del municipio de Colmenar. Se trata de un olivar tradicional de montaña cuyo rasgo modélico principal es su explotación en ecológico. El propietario de la explotación de acogida, Hipólito Morales Fernández, es a su vez secretario de una gran cooperativa de la zona, la SCA Agroolivarera de Riogordo, que recoge y comercializa la producción ecológica además de la convencional.
El encargado de la finca La Santa fue quien recibió a Antonio Bustos y, en primera instancia, le enseñó la finca. Durante los 10 días que ha permanecido en la provincia, este joven agricultor ha aprendido a podar el olivar y a picar con un tractor de cadenas, además de conocer el funcionamiento de la cooperativa Agroolivarera de Riogordo, comenzando por la recepción de las aceitunas, siguiendo por el proceso de molturación del aceite de oliva, hasta llegar a la entrega del producto. Además, también ha podido conocer las instalaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de Málaga.
En esta formación, el alumno ha estado acompañado y asistido por la coordinadora de la estancia formativa, María Teresa Maristany.
El Programa CULTIVA o Programa de Estancias Formativas de Jóvenes Agricultores en Explotaciones Modelo es una iniciativa desarrollada y financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en colaboración con entidades representativas de los sectores agrícola y ganadero de España, así como con explotaciones agrarias modelo vinculadas a las mismas, que pretende facilitar el acceso a la formación y el conocimiento práctico de la juventud agraria nacional, dando respuesta a sus necesidades formativas e impulsando el relevo generacional en el campo.
Málaga, Programa CULTIVA
Juan Brian Cerdà y Víctor Ibáñez son dos jóvenes agricultores valencianos que han realizado una estancia formativa gratuita, gracias al Programa CULTIVA, en la provincia de Málaga. Se trata de una iniciativa financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación e impulsada por Cooperativas Agro-alimentarias de España, con la colaboración de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía a través de su federación de Málaga.
Esta estancia, que no tiene coste alguno para los jóvenes agricultores, ha sido de 14 días (del 4 al 17 de febrero). Durante este tiempo, Juan Brian y Víctor Ibáñez han podido disfrutar de una formación eminentemente práctica en una explotación modelo situada en Almogía (Málaga), dedicada a pastos, olivar tradicional, almendro, cereal y algarrobos, y con unas ovejas de carne que también «trabajan» en la finca. De esta forma, han adquirido y consolidado conocimientos ‘in situ’ sobre aspectos técnicos y de gestión que los jóvenes podrán aplicar en el desarrollo de su propia actividad agraria en sus lugares de origen.
Los participantes del Programa CULTIVA han estado tutorizados por personal de Cooperativas Agro-alimentarias de Málaga, en concreto, por María Teresa Maristany, coordinadora de la estancia, así como por el propio anfitrión de la explotación, Ángel Luque.
Durante su formación, los jóvenes han conocido cómo se gestiona una finca multiespecie en plena zona de montaña malagueña, una zona donde los cultivos se van poco a poco abandonando. Comenzaron su estancia con una visita por todas las parcelas de esta finca, conocieron también la maquinaria así como un semillero de algarrobos. También han visitado las instalaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de Málaga, con el objetivo de conocer cómo está organizado el sector cooperativo en la provincia y qué servicios se prestan a los socios.
El Programa CULTIVA o Programa de Estancias Formativas de Jóvenes Agricultores en Explotaciones Modelo es una iniciativa desarrollada y financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en colaboración con entidades representativas de los sectores agrícola y ganadero de España, así como con explotaciones agrarias modelo vinculadas a las mismas, que pretende facilitar el acceso a la formación y el conocimiento práctico de la juventud agraria nacional, dando respuesta a sus necesidades formativas e impulsando el relevo generacional en el campo.
Federación, Olivar, Programa CULTIVA
Cuatro jóvenes agricultores han realizado dos estancias formativas gratuitas en explotaciones modelo de la provincia de Jáen, gracias al Programa CULTIVA, financiado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación e impulsado por Cooperativas Agro-alimentarias de España con la colaboración de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía a través de su federación de Jaén.
Estas dos estancias han estado protagonizadas por dos alumnos cada una. Son Joaquim Ricomà y Ramón Oliva; y Raúl Miguel y Miguel Gallego, quienes han podido disfrutar de una formación sin coste alguno y eminentemente práctica en dos explotaciones modelo. Una situada en la capital jienense y la otra en el municipio de Villanueva de la Reina, ambas dedicadas al cultivo del olivar, adquiriendo y consolidando in situ conocimientos sobre aspectos técnicos y de gestión que los jóvenes podrán aplicar en el desarrollo de su propia actividad agraria a la vuelta a sus lugares de origen.
En ambos casos, los participantes del Programa CULTIVA han estado tutorizados por personal de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, como son Antonio Guzmán, gerente de la federación provincial, y la técnico Carmen Martínez, así como por el anfitrión de cada una de las explotaciones, Miguel del Moral y Cándido Medina, respectivamente.
Durante su formación, los participantes de esta edición han podido utilizar nuevas tecnologías como el uso de drones aplicados a una explotación de olivar, han visitado la Denominación de Origen Sierra Mágina y han conocido las instalaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén así como de la Fundación del Olivar, un referente en cuanto al impulso de diversas actividades de carácter científico, técnico y cultural que fomentan la difusión del conocimiento en torno al olivar y el mundo del aceite de oliva en todas sus vertientes.
El Programa CULTIVA o Programa de Estancias Formativas de Jóvenes Agricultores en Explotaciones Modelo es una iniciativa desarrollada y financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en colaboración con entidades representativas de los sectores agrícola y ganadero de España, así como con explotaciones agrarias modelo vinculadas a las mismas, que pretende facilitar el acceso a la formación y el conocimiento práctico de la juventud agraria nacional, dando respuesta a sus necesidades formativas e impulsando el relevo generacional en el campo.
I+D+i, Vino
El Grupo Operativo ‘Algavid’, que pretende sustituir fertilizantes y abonos de origen químicos en el viñedo por bioestimulantes basados en las microalgas, cruza su ecuador y obtiene sus primeros resultados. Aunque todavía no tienen carácter concluyente, puesto que sólo se ha ensayado una campaña y faltaría el factor repetición con otra cosecha más, estos datos preliminares invitan al optimismo. El ensayo se ha realizado en la Finca Bergonza, en Toledo, perteneciente a Viñedos del Río Tajo. En concreto, se han realizados dos ensayos en campo. En el primero, se ha inyectado a la vid la dosis completa recomendada de biofertilizante a base de microalgas, y en la segunda, sólo la mitad de la dosis recomendada, y se han comparado los datos recogidos con los de las plantas testigo que no han recibido ninguna inyección de microalgas.
Así, en el primer año de recogida de datos, en ambos ensayos, se han visto incrementados con respecto a los del testigo los siguientes factores, que afectan a la producción y a la calidad, número de bayas por racimo, peso de baya y cantidad de azúcar acumulada por baya.
Este consorcio de carácter supraautonómico, coordinado por Fundación Ayesa y formado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la startup G2G Algae Solutions, el centro tecnológico Leitat, Viñedos del Río Tajo (perteneciente a la Familia de Vino y Spirits González Byass) y la Fundación Agroecosistema, con la colaboración de Bodegas Robles (Montilla, Córdoba) y la viticultora Beatriz Larrosa (Borja, Zaragoza), se ha propuesto demostrar la viabilidad de los bioestimulantes elaborados a partir de microalgas en la producción vitivinícola de Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha.
Por ello, también se están haciendo ensayos con microalgas proporcionadas por G2G Algae Solutions en la provincia de Córdoba (Montilla) y en la de Zaragoza (Borja), con la diferencia de que, en este último emplazamiento, la producción de las microalgas empleará energía solar en los sistemas de cultivo, mientras que en Toledo y en Montilla el biorreactor de algas se alimenta directamente de la red eléctrica.
Además de mejorar la producción vitivinícola, otro de los propósitos de ‘Algavid’ es validar el uso de las microalgas en la agricultura para recuperar la microbiota del suelo y frenar su erosión, logrando así un uso más eficiente del agua. No en vano, este proyecto también contempla el aprovechamiento y la recuperación de aguas de la industria agroalimentaria mediante el uso de las microalgas.
Innovación
El Grupo Operativo ‘Algavid’ incluye un alto componente de innovación. Así, se apoyará en una red de sensores dotados de Inteligencia Artificial. De hecho, se ha procedido ya a la instalación de los sensores -edáficos, ambientales y fenológicos- en una explotación propiedad del centro tecnológico Leitat, para hacer las primeras pruebas en escenario real.
Leitat está trabajando también en el diseño y desarrollo de un sistema de medición basado en medidas óptico-fotónicas, mediante el uso de fibras ópticas, para la observación de los niveles de NPK en suelos agrícolas, con el objetivo de monitorizar la evolución de los procesos de transformación de materia orgánica a bioestimulante, comparando suelos donde se aporta microalgas con suelos testigo sin ellas.
Toda la información recabada con los sensores se gestionará en una plataforma de datos que está desarrollando Fundación Ayesa y que permitirá a los usuarios tener un profundo conocimiento del estado, en tiempo real, de su viñedo.
Durante esta etapa del proyecto se ha avanzado en esta plataforma y se han analizado las fuentes de datos que permitirán tanto visualizar magnitudes relevantes en las fincas, incluyendo tanto los diferentes sensores edáficos desarrollados como parte del proyecto, como también fuentes externas que permiten recopilar información climática y satelital.
En este sentido, el desarrollo de la arquitectura de datos avanza adecuadamente, permitiendo ya recibir la información de las diferentes fuentes estudiadas y almacenarlos en una misma base.
Para añadir un valor más al sistema, la plataforma podrá emitir alertas y recomendaciones a los agricultores sobre su viñedo. En concreto, se han acotado las recomendaciones de interés a tres tipos: sobre el riego, sobre el aporte de microalgas y sobre fertilizantes tradicionales.
Este grupo operativo, cuyo nombre completo es ‘Digitalización del efecto producido por bioestimulantes y biorregeneradores de suelo a base de microalgas, producidas en la misma instalación del agricultor, sobre el cultivo de la vid’, más conocido como ‘AlgaVid’, finalizará en marzo de 2025.
Se trata de un consorcio beneficiario de una subvención para la ejecución de proyectos de innovación de interés general por grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (AEI-Agri), en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2022, con fondos procedentes del Instrumento de Recuperación Europeo (EU Next Generation). La autoridad de gestión encargada de la aplicación de la ayuda correspondiente se atribuye a la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA). Se trata de una medida subvencionada al 100% con Fondos ‘Next Generation’ y articulada a través del Programa Nacional de Desarrollo Rural y del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER). El montante total de la ayuda asciende a 599.883,57 euros y el presupuesto del proyecto a 607.083,57 euros.
Organismo responsable de contenido: miembros del GO AlgaVid.