Federación, Frutas y hortalizas
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía vuelve a denunciar un incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria.
Si hace apenas dos meses señalaba la situación de la leche y el pepino de la variedad Almería, con precios de venta en alguna cadena de supermercados por debajo de los costes de producción, hoy es el turno del zumo de naranja. Un producto que, aunque en el mercado internacional cotiza al alza y está en máximos históricos, en el campo andaluz se está vendiendo a un precio irrisorio, que no alcanza siquiera a cubrir los costes del agricultor.
De hecho, la federación regional alerta que la industria del zumo está comprando a precios que están entre 6 y 7 céntimos de euro por debajo de los costes medios de producción, una práctica prohibida en la Ley de la Cadena Alimentaria y que viene a demostrar que, aunque el papel lo sostiene todo, la realidad del campo es otra muy distinta y constata lo que en los últimos años Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha venido repitiendo, y es que esta Ley, tal y como está concebida, no funciona y perjudica a las cooperativas y a sus socios, agricultores y ganaderos.
El precio del zumo de naranja impuesto por las industrias cítricas causa un enorme daño al sector productor, copado, en su mayoría, por agricultores que producen unas 30 toneladas de naranja para industria por hectárea.
Pero, además, es que no obedece a ninguna lógica del mercado, ya que existe una elevada demanda de zumo de naranja a nivel internacional y una oferta más bien corta, derivada sobre todo de las bajas producciones de Brasil, el principal productor mundial de naranja para industria.
De hecho, el precio del zumo de naranja se encuentra en sus máximos históricos, más del doble que hace dos años en estas mismas fechas. Por ello, la federación lamenta el abuso de poder de la industria del zumo, en el que sólo tres compradores acaparan más del 70% del mercado andaluz, donde se producen alrededor de 200.000 toneladas de zumo de naranja, siendo el de los cítricos un sector muy cooperativizado.
Por todo ello, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía demanda “una nueva ley de la Cadena realista, adaptada a las necesidades del sector, así como que se ponga freno, de una vez por todas, a situaciones abusivas como esta, para que el trabajo de nuestros socios agricultores se traduzca en unas producciones rentables”.
Federación, I+D+i
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía continúa impulsando la innovación empresarial como línea estratégica para lograr mejorar la competitividad de sus 640 cooperativas federadas y, a su vez, garantizar la rentabilidad de sus 305.000 agricultores y ganaderos asociados. No en vano, a lo largo de este año 2025, la federación tendrá en ejecución un total de 53 proyectos de I+D+i, con una inversión superior a los dos millones de euros, con cargo a líneas de financiación regional, nacional y europea.
En concreto, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que ha sido reconocida como ‘PYME innovadora’ por el Ministerio de Ciencia e Innovación, sello que avala el trabajo en materia de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) que promueve la federación andaluza en el sector agroalimentario andaluz y en el seno de las cooperativas, va a trabajar en 25 Grupos Operativos regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022, cofinanciados por la Consejería de Agricultura, Agua, Pesca y Desarrollo rural de la Junta de Andalucía, y en 2 Grupos Operativos supraautonómicos (nacionales), en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2022, con fondos procedentes del Instrumento de Recuperación Europeo (EU Next Generation). Además, se trabajará en 7 proyectos europeos, con cargo al Programa Horizonte Europa, la convocatoria HORIZON–EUSPA y al programa Interreg España-Portugal (POCTEP), y otros 19 proyectos de economía social (Líneas 2, 3 y 4), financiados por la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.
El desarrollo de estas iniciativas permite a la federación regional trasladar a sus cooperativas y a su base social importantes innovaciones que mejoran su competitividad. En concreto, se han impulsado proyectos que han mejorado el manejo de las explotaciones, haciéndolas más sostenibles; la producción de cultivos señeros en Andalucía, la transformación del producto y su posterior comercialización, así como la gestión de la propia entidad.
Grupos Operativos de la AEI
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía promueve la participación en grupos operativos, que son consorcios de innovación, en los que la federación se une a centros de investigación y empresas tecnológicas, con la finalidad de ejecutar un proyecto dirigido a encontrar una solución a un problema sectorial concreto, o para poner en práctica una idea innovadora relacionada con el sector agroalimentario. Así, en el próximo ejercicio, la federación regional trabajará en proyectos como: AgroFert, BIOlivo, Climafarm, ferTICycle, Logiceb, Mountolive I, Olike, OliVAR, On Dehesa, RAVSA3, SAMM_IRO, Tricabland y MEGA.
También, desde la organización regional, se incentiva la participación en grupos operativos a través de las federaciones provinciales. Así, se avanzará en proyectos como Hidroinfiltración, Biorevaleaf, Tomagroup, Cherry4Food, Macroalgae, Mariposa, Beerisk, Sosviti, Greenbot, Smartphotolive, Plahud, y E-Banco.
Por otra parte, la federación impulsará los grupos operativos suprautonómicos AlgaVid y SimbiOliva en el próximo ejercicio.
Proyectos europeos
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía viene participando en los últimos años en varios consorcios a gran escala, de carácter europeo, que trabajan en la mejora de la producción, la comercialización, así como en la sostenibilidad de las explotaciones. Los proyectos son: Choice, Space4Green, Hiba+, Carina, Agrosocial, Watermelon y Livingsoil.
Economía social:
En la nueva convocatoria del Programa de Apoyo a la Promoción y el Desarrollo de la Economía Social para el Empleo que ejecuta la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía va a ejecutar 19 proyectos.
La finalidad de este programa, que se divide en distintas líneas, es apoyar la realización de actividades de promoción de la economía social y el desarrollo de proyectos que contribuyan a lograr una economía social innovadora, competitiva, emprendedora y mejor dimensionada. Así, por medio de este programa, se desarrollarán iniciativas para la mejora de las competencias digitales de las cooperativas, se organizarán misiones comerciales para impulsar la comercialización e internacionalización, se reforzarán los servicios propios de las cooperativas agroalimentarias y se desarrollarán, entre otras, herramientas que permiten medir la sostenibilidad del modelo cooperativo.
Agrovegetal:
Aparte de los proyectos de innovación, la federación cuenta con Agrovegetal, empresa que ha contribuido a través de la investigación y la experimentación, a reforzar la competitividad de un sector de gran relevancia para la economía andaluza y global como es el de los cereales y las oleaginosas. Esta empresa, que nació bajo el paraguas de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía hace más de 25 años, conforma un potente brazo investigador del sector cooperativo, centrado en la mejora vegetal del sector de los cultivos herbáceos. Su actividad se centra en la obtención y desarrollo de nuevas variedades de cereales (trigo duro, trigo blando y triticale) y leguminosas (guisantes, garbanzos y habas), y en la producción de semillas certificadas, con un claro objetivo: poner en el mercado nuevas variedades de cultivos adaptadas a las condiciones cada vez más extremas del campo andaluz.
Federación, Olivar
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, en consonancia con Cooperativas Agro-alimentarias de España, queremos reivindicar el esfuerzo comercial continuo de nuestras empresas cooperativas, que trabajan en beneficio de la rentabilidad de sus socios y socias productores. En este contexto, consideramos injustificadas las declaraciones de algunos responsables de la organización agraria UPA, que atacan directamente a las cooperativas y, por extensión, a muchos de sus afiliados cooperativistas.
En este momento de la campaña, la actividad fundamental de las cooperativas, más que la venta de aceite se centra en atender a sus socios agricultores en la recepción y el procesado de las aceitunas que están siendo recolectadas.
Sin embargo, observamos que hay un gran número de agricultores que están tomando la decisión individual de venta de su aceite. En un contexto de incertidumbre y caída de precios, la tendencia natural de estos agricultores es vender cuanto antes para intentar beneficiarse de los precios antes de que bajen, lo que provoca que los compradores, ante esa oferta masiva, retrasen sus compras y bajen el precio, tal y como está pasando, y en esos movimientos no están participando las cooperativas oleícolas.
Si a esta situación sumamos la disponibilidad de 200.000 toneladas de aceite en Portugal, en su gran mayoría producido en cultivo superintensivo y que juegan en el mercado español a todos los efectos; las 520.000 toneladas que se producen en España fuera de las cooperativas, unido a las 100.000 toneladas que se importan de otros orígenes, centrar la estrategia en lo que hacen las cooperativas es absolutamente ridículo.
La evolución drástica del mercado a la baja en las últimas semanas carece de justificación si se analizan los datos disponibles a 30 de noviembre, llegando a límites de precio en estos momentos que están por debajo de la rentabilidad de las explotaciones de un gran número de nuestros socios productores y que no podemos asumir como cooperativas.
Las existencias a 30 de noviembre de 321.150 toneladas son las más bajas desde la campaña 2018/2019, inferiores en 57.751 toneladas a la de estas mismas fechas del año pasado; los rendimientos industriales de la aceituna recogida hasta la fecha se sitúan entre el 15 y el 17%, muy por debajo de la media de rendimiento con los que se han calculado los aforos, con lo que cabría esperar una menor cosecha de la estimada. No ha llovido durante el mes de noviembre y las previsiones apuntan a que no lo va a hacer en lo que queda de diciembre, lo que va a provocar que los árboles queden en malas condiciones para la próxima campaña, sumado a la vecería natural del olivo. A ello hay que añadir que países netamente compradores como Italia tienen cosechas cortas y van a tener que salir a comprar obligatoriamente.
Ante esta situación, el Consejo Sectorial de Aceite de Oliva hace un llamamiento a la responsabilidad y prudencia en los mensajes que se difunden sobre el mercado. Es necesario evitar actuaciones interesadas y los movimientos de agricultores individuales para no condicionar el mercado que muestra claros síntomas de tensión de disponibilidad de producto.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y de España defendemos que la mejor herramienta para ordenar la oferta y garantizar un precio justo es la integración de los agricultores en cooperativas. Estas estructuras de comercialización concentran la oferta, aumentan el poder de negociación y aseguran que los beneficios empresariales redunden directamente en las liquidaciones de sus socios y socias.
En este sentido, instamos a las organizaciones agrarias a promover la incorporación de agricultores en las cooperativas, dejando de lado señalamientos injustificados que solo contribuyen a distorsionar el mercado y a generar incertidumbre en el sector.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y de España reafirma su compromiso con el fortalecimiento de estructuras comerciales sólidas, que garanticen la sostenibilidad de las explotaciones y la defensa del precio justo en el mercado.
Federación
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se sumará a la protesta convocada para el lunes, 16 de diciembre, en Madrid, contra la competencia desleal que supondrá el acuerdo comercial firmado entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Un tratado que, si finalmente se ratifica, supondrá un duro varapalo para los agricultores y ganaderos andaluces, pues se traducirá en un aumento significativo de las cuotas de importación de productos agroalimentarios de Mercosur, “que entrarán al mercado europeo con precios muy por debajo de nuestros costes de producción, con materias activas no autorizadas aquí y con peor calidad que la nuestra en todos los ámbitos, al no cumplir las estrictas normativas en materia laboral, social y ambiental a las que estamos obligados los productores europeos”. Algo que, sin duda, “impactará gravemente en las explotaciones agrícolas y ganaderas andaluzas”, lamenta el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Fulgencio Torres Moral.
El presidente de la entidad explica que “las cooperativas andaluzas somos eminentemente exportadoras, por tanto, no nos negamos a que se importen productos de países extracomunitarios”, como es el caso de Mercosur, pero puntualiza que “lo que sí exigimos es que esos productos que entran en la UE compitan con nuestros productos cooperativos con las mismas reglas”. Por ello “volvemos a demandar las cláusulas espejo, que garanticen la igualdad de oportunidades en los mercados”, enfatiza.
El acuerdo, tal y como está concebido, afectará especialmente a sectores muy pujantes de la economía andaluza como son el de las frutas y hortalizas, ganadería, arroz, cereal y maíz, entre otros. Y es que, por este acuerdo, la UE liberalizará el 92% de sus importaciones del Mercosur a lo largo de un periodo de transición de hasta diez años de duración.
Daño a la ganadería
Entre los productos que más importa la UE de Mercosur está la carne de vacuno. Una carne procedente de animales “criados bajo el uso de antibióticos y anabolizantes que en Europa llevan décadas prohibidos y que se han alimentado consumiendo soja y maíz transgénico, que aquí también está prohibido cultivar”. Por no hablar de “las condiciones de las granjas, que no tienen en cuenta las mínimas prácticas de bienestar animal, lo que contrasta con la estricta normativa a la que están sometidos los ganaderos andaluces”, explica Fulgencio Torres, quien recalca el enorme daño al sector ganadero regional y nacional que traerá este acuerdo.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía lamenta que en Bruselas se vuelva a usar al campo “como moneda de cambio” para favorecer a otras actividades como la venta de coches, la construcción o la energía. O incluso para favorecer a países en vías de desarrollo. “En el caso de Mercosur volvemos a ser los grandes perjudicados”, recalca el presidente. “Tenemos la nefasta experiencia del acuerdo con Marruecos y las graves consecuencias en productos como el tomate, donde el producto marroquí ya ha desplazado al tomate español en la Unión Europea pese a sus pesticidas prohibidos y su falta de calidad”.
En consecuencia, ante el evidente riesgo de saturación del mercado y de pérdida de ingresos para los agricultores y ganaderos del campo andaluz, así como para las industrias cooperativas, Cooperativas Agro-Alimentarias de Andalucía se concentrará frente al Ministerio de Agricultura, en Madrid, el próximo lunes, en defensa del modelo productivo regional y para manifestar su rechazo al acuerdo UE-Mercosur.
Federación
Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía ha firmado este viernes en Almería un convenio de colaboración con la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, y con el respaldo de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, para fomentar la inserción laboral de estudiantes de Formación Profesional Dual en las cooperativas asociadas a la organización.
En la rúbrica de dicho acuerdo se ha materializado por parte de la consejera de Educación, María del Carmen Castillo, y de Fulgencio Torres, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, en presencia del consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco. El acto, celebrado en las instalaciones del CIT Coexphal, tiene como objetivo principal fortalecer la conexión entre la formación académica y el sector agroalimentario, más en concreto con el modelo cooperativo, uno de los pilares económicos de la región.
Gracias a este convenio, estudiantes de FP Dual podrán realizar sus prácticas formativas en alguna de las 640 cooperativas agroalimentarias andaluzas federadas, adquiriendo experiencia en un entorno laboral real y asimilando competencias que serán clave para su desarrollo profesional.
“Esta modalidad no solo beneficia al alumnado, sino que también fortalece la competitividad de nuestras empresas locales y, por lo tanto, hay que vincular la FP al sector productivo”, ha declarado la consejera de Educación, quien ha añadido que “seguimos necesitando más presencia empresarial, porque sin empresas no tiene sentido la FP, y sin titulados, el mercado de trabajo no dispondrá de la mano de obra cualificada que necesita”, ha subrayado María del Carmen Castillo.
En el mismo sentido, el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Fulgencio Torres, ha señalado que “hay tareas para las que cada vez es más complicado encontrar a trabajadores especializados. El sector agroalimentario precisa de tractoristas, maestros de almazara, electromecánicos, técnicos de laboratorio y expertos en comercio internacional, en marketing y en administración, entre otras muchas especialidades. Por tanto, este acuerdo posibilita alinear en mayor medida el sistema formativo con las necesidades de las cooperativas y desarrollar nuevas líneas de trabajo como cursos de especialización”.
Relevo generacional
El convenio responde, además, a la necesidad de preparar a jóvenes cualificados para los retos de la industria agroalimentaria, promoviendo el relevo generacional en el modelo cooperativo, ya que las cooperativas participantes se beneficiarán de la incorporación de talento joven y formado, dando respuesta a uno de los retos más acuciantes del sector, como es garantizar la mano de obra cualificada.
En este sentido, el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, ha señalado la importancia del relevo generacional “para que el sector agroalimentario siga subsistiendo generación tras generación” y ha recordado que el futuro de Andalucía no se podría entender “sin la encomiable labor y el enorme peso que tiene el cooperativismo en la región”.
El modelo cooperativo, según el consejero, ha sido clave “para posicionar y señalar el campo andaluz en el mapa”, de modo que “ha llevado a los mercados internacionales la riqueza agroganadera de Andalucía”.
En este sentido, ha concluido Fernández-Pacheco, la FP dual se erige como una palanca para impulsar la profesionalización de las cooperativas agroalimentarias andaluzas, su productividad y su competitividad.
Visita a la cooperativa Murgiverde
Tras la firma del convenio, se ha realizado una visita a la cooperativa Murgiverde, situada en El Ejido (Almería), donde completan su formación una decena de estudiantes de Formación Profesional, tanto de Grado Superior como de Grado Medio.
La consejera de Educación, María del Carmen Castillo, ha podido comprobar en primera persona el trabajo que realiza esta cooperativa por fomentar una Formación Profesional de calidad, especialmente en la enseñanza en dual.
Los alumnos pertenecen a los institutos Pablo Ruiz Picasso, Fuente Nueva y Murgi, de El Ejido; del IES La Puebla de Vícar; del instituto Turaniana de Roquetas de Mar y del Abdera de Adra. También hay estudiantes del CDP Escuela Agraria de Vícar.
En este curso, la Consejería de Educación ha ofertado más de 56.300 plazas en centros públicos de familias relacionadas con el sector productivo que representan las cooperativas agro-alimentarias de Andalucía.
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