La federación presume en una nueva campaña de los jóvenes cooperativistas de Andalucía

La federación presume en una nueva campaña de los jóvenes cooperativistas de Andalucía

Con motivo del Día Internacional de la Juventud, que se celebra este 12 de agosto, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha lanzado una campaña audiovisual en redes sociales en la que se pone en valor las cualidades de los jóvenes cooperativistas andaluces.

En ella se resaltan valores como la profesionalidad, el compromiso, la valentía, la fortaleza, la innovación o la autenticidad, sustantivos que pocas veces se asocian a la juventud pero que reflejan la realidad de quienes han apostado por dedicarse profesionalmente a la agricultura y a la ganadería, impulsando el relevo generacional en el campo andaluz.

Un paso dado con orgullo que la federación muestra en este vídeo para fomentar el rejuvenecimiento del sector agroalimentario en el ámbito cooperativo. No en vano, atraer savia nueva al sector es una de las líneas estratégicas en las que viene trabajando Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que cuenta con 305.853 agricultores y ganaderos asociados en sus 640 cooperativas, pero apenas el 11,23% de las personas que conforman la base social son menores de 41 años. Para incrementar ese porcentaje, la federación impulsa cursos de formación, digitalización y emprendimiento rural, organiza encuentros de jóvenes, además de asesorar en la gestión de ayudas a la incorporación de jóvenes a la actividad agraria.

Se trata de una campaña financiada a través del Programa de Asistencia Técnica 2024, enmarcado dentro de las actuaciones del convenio entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Cooperativas Agro-alimentarias de España, para el desarrollo de diversas actividades de mejora de la competitividad y modernización de las cooperativas agroalimentarias y la formación, igualdad y relevo generacional en los consejos rectores.

Puedes ver el vídeo en el siguiente enlace: Pincha aquí

Arranca la campaña de tomate de industria en el Bajo Guadalquivir tras dos años sin producción debido a la sequía

Arranca la campaña de tomate de industria en el Bajo Guadalquivir tras dos años sin producción debido a la sequía

Tras dos campañas consecutivas muy duras, en las que no se ha podido sembrar tomate industrial debido a la falta de agua, la fábrica de la cooperativa Las Marismas de Lebrija vuelve a abrir sus puertas y a teñirse de rojo.

La campaña de recolección de tomate para industria ya ha comenzado en el Bajo Guadalquivir, concretamente, en el sector B12, la mayor zona productora de la provincia de Sevilla. Se trata de un cultivo muy arraigado en la zona, debido a la fuerte implantación en municipios como Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera y Los Palacios. Sin embargo, la sequía había impedido que los agricultores pudieran sembrar este producto, ante la falta de agua, por lo que muchos productores habían abandonado el cultivo o, en el mejor de los casos, se habían trasladado a otras zonas con mayor dotación hídrica como la provincia de Cádiz.

Esta situación ha puesto al límite a la mayor cooperativa productora de tomate industrial de Andalucía, Las Marismas de Lebrija S.C.A, que se ha visto obligada a cerrar su fábrica durante las campañas 2022 y 2023 y a aplicar expedientes de regulación de empleo en su plantilla.

Sin embargo, las abundantes lluvias de Semana Santa abrían un nuevo escenario para la cooperativa y sus asociados, que pudieron realizar plantaciones en el mes de abril y mayo.

Así, las perspectivas de la actual campaña de tomate industrial son “muy positivas”, ya que “contamos con una superficie superior a las 1.100 hectáreas y el desarrollo del cultivo ha sido bueno, pues las tierras estaban muy descansadas, por lo que esperamos un rendimiento en consonancia con la media histórica, que son unos 120.000 kilos por hectárea”, señala el representante sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, José Tejero, quien también es presidente de la entidad.

Aunque la superficie sea inferior a la de la última campaña productiva, la de 2021, cuando la plantación superó las 1.700 hectáreas, “estamos viviendo la campaña con mucha ilusión, a sabiendas de poder afrontarla con garantías”. Así, Las Marismas de Lebrija vuelve a crear empleo en la comarca en los meses estivales, ya que, “cuando la campaña esté a pleno rendimiento habrá trabajando en torno a 300 personas en la cooperativa, y será un revulsivo a nivel local”, explica el representante sectorial de la federación andaluza.

El concentrado procede, además, de un cultivo sostenible, ya que el tomate para industria se cultiva bajo el sistema de Producción Integrada. El respeto al medio ambiente se mantiene en todas las fases productivas, pues la cooperativa Las Marismas de Lebrija cuenta con una baja huella de carbono, ya que todo el proceso del tomate, como es la siembra, la plantación, el desarrollo, la recolección y el transporte tienen lugar en un radio de 15 kilómetros.

Además de ser referente en el concentrado de tomate a nivel andaluz, la cooperativa de Lebrija cuenta con un arraigado compromiso con la calidad y la excelencia para ofrecer productos que cumplen con los más altos estándares internacionales, procesando a diario miles de toneladas de los mejores tomates cultivados en el Bajo Guadalquivir bajo un modelo de sostenibilidad que apuesta por la innovación, lo que hacen que el concentrado de Las Marismas sea demandado en todo el mundo. De hecho, la mayoría de la producción se exporta a países como Reino Unido, Japón, Alemania, Italia y Francia, principalmente.

La campaña actual de tomate industrial se prolongará en el Bajo Guadalquivir hasta mediados de septiembre.

El Grupo Operativo On Dehesa estudiará la detección y prevención temprana de ‘la seca’ mediante IoT para evitar el deterioro de este ecosistema

El Grupo Operativo On Dehesa estudiará la detección y prevención temprana de ‘la seca’ mediante IoT para evitar el deterioro de este ecosistema

El futuro de las dehesas andaluzas, así como fortalecer su capacidad de respuesta frente a los principales problemas que las aquejan, es un interés común para agricultores, ganaderos, propietarios de explotaciones, administraciones e investigadores. Con esta premisa nace el Grupo Operativo On Dehesa, formado por Fundación Ayesa, AICIA – Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía- de la Universidad de Sevilla y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, que presentará una solución innovadora para la prevención y detección temprana de la presencia de la ‘seca’.

La solución se basará en dispositivos IoT, técnicas de aprendizaje automático y el empleo de tecnologías de la información que permitirán la monitorización en tiempo real de las dehesas. Se hará a partir de la instalación de nodos y el empleo de drones, equipados con cámaras, que permitirán la toma de fotografías a distintas alturas y en las diferentes partes de los árboles.

De esta forma se ofrecerá una herramienta integral y de vanguardia que busca anticipar la aparición de la ‘seca’ y mitigar su impacto para proteger los árboles y asegurar la sostenibilidad de estos valiosos entornos naturales.

Beneficios

La capacidad de detectar la ‘seca’ en sus etapas iniciales permite tomar medidas preventivas y evitar la propagación de la enfermedad.

Así, la vigilancia constante de las dehesas proporciona datos actualizados y facilita una respuesta rápida y eficaz ante la aparición del patógeno. También, al proteger este ecosistema, el proyecto contribuye tanto a la conservación del medio ambiente y la biodiversidad, como el mantenimiento de la productividad y rentabilidad de estas áreas.

‘On Dehesa’ es el resultado de la colaboración entre expertos en tecnología, I+D+i y comunicación. Gracias a este consorcio se podrá enfrentar la problemática actual de la ‘seca’ y se sentarán las bases para futuras innovaciones en la gestión y protección de las dehesas.

Qué es la seca

La ‘seca’ de la Encina y otros Quercus es una enfermedad con múltiples agentes etiológicos. La sintomatología se manifiesta mediante la defoliación, clorosis y destrucción de las raíces del árbol que conlleva la muerte del árbol en un periodo de tiempo de 6 meses a 2 años.

Su causa no resulta clara ya que se atribuye a la presencia de patógenos como pueden ser hongos e insectos xilófagos, a largos periodos de sequía y a la sinergia de estos elementos.

En Andalucía, las formaciones adehesadas ocupan en torno a 1,2 millones de hectáreas en casi cien municipios de nuestra comunidad, y unas 14.000 explotaciones donde se gestiona una cabaña ganadera de más de 3 millones de cabezas de ganado ovino, bovino, caprino y porcino, lo que da una idea de la importancia económica, ambiental y social de este sistema agrosilvopastoril.

El Grupo Operativo On Dehesa está financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.

Las reservas de aceite de oliva se encuentran al límite y serán las más bajas del siglo

Las reservas de aceite de oliva se encuentran al límite y serán las más bajas del siglo

Las reservas de aceite de oliva se encuentran muy mermadas cuando faltan cuatro meses para que comience a entrar aceite nuevo en las bodegas. Mientras tanto, las salidas siguen imparables en el mercado con una media de 4.830 toneladas cada día que abren las almazaras. Este ritmo se ha mantenido inalterable durante el año, lo que podría llevarnos a unas existencias finales de campaña mínimas, posiblemente las más bajas del siglo que databan de la campaña 2003/2004, cuando a 30 de septiembre sólo quedaron 168.600 toneladas.

Así lo constata la última actualización que acaba de publicar el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que eleva el volumen de salidas del mes de junio a 99.200 toneladas, un 6% más de lo previsto a principios de junio, a pesar del precio y la previsión es que ese nivel de comercialización se mantenga hasta que los nuevos aceites empiecen a comercializarse.

Esta situación genera preocupación a las cooperativas oleícolas que esperan grandes tensiones en el mercado. El responsable sectorial de aceite de oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucia, Cristóbal Gallego, ha señalado que “nunca habíamos conocidos unos niveles tan bajos de stock”, lo que explica las fluctuaciones de precios de los últimos meses “con una evolución en forma de dientes de sierra de subidas y bajadas constantes”.

A 30 de junio, las existencias en las almazaras se situaron en 251.500 toneladas, de las que un 70% se encuentran repartidas entre las provincias de Jaén, Córdoba, Granada y Sevilla. Las otras 162.800 toneladas que contempla el balance de Agricultura están en manos de las envasadoras, que han reducido su estocaje al límite hasta las 162.800 toneladas. Eso supone una caída 35% con respecto al mismo periodo del año pasado o lo que es lo mismo, 82.000 toneladas menos.

Con ese volumen habrá que atender a la industria y a los consumidores hasta bien entrado el mes de octubre, cuando se obtengan los primeros aceites, que se distribuirán en pequeñas cantidades hasta que las almazaras alcancen el nivel de producción suficiente para satisfacer las necesidades del mercado. Eso será para el aceite de oliva virgen y el virgen extra. El lampante de la nueva cosecha no tendrá disponibilidad, previsiblemente hasta diciembre.

La escasez no es exclusiva de España, la sufren también el resto de países productores que lo comercializan como Italia, donde las existencias comunicadas por las autoridades de ese país a 30 de junio eran de 166.300 toneladas (excluido el aceite de orujo) y, con la tendencia de salidas de 20.000 toneladas mensuales llegarían al inicio de la nueva campaña en el entorno de las 110.000, lo que supondría un nuevo reajuste de las previsiones en Europa y una marca histórica.

“Nos encontramos ante una situación anómala que ha generado cambios en los hábitos de la industria, que ha venido comprando a la semana e incluso al día”, ha explicado el responsable sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía. No obstante, considera que “esta estrategia podría cambiar si las envasadoras quieren garantizar el abastecimiento a sus clientes hasta que lleguen los nuevos aceites”.

“En este escenario vamos a vivir el enlace -el periodo entre una campaña y otra en el que se abastece al mercado con el stock- más corto de la historia”, indica Cristóbal Gallego, quien estima que para cubrirlo habrá apenas 56.170 toneladas almacenadas. Todo ello traerá consigo grandes tensiones para lo que aconseja “ser prudentes y trazar estrategias empresariales que permitan mantener el mercado abastecido con los niveles suficientes hasta que dispongamos del nuevo producto”.

En definitiva, “nos encontramos ante una situación complicada a corto plazo, pero que podría prolongarse si el año hídrico no acompaña”, ha zanjado.

Sobre Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía

Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía es la federación representante de la economía social agroalimentaria de la principal región agraria de España. En ella se integran 640 cooperativas de todos los sectores y más de 300.000 familias dedicadas a la agricultura y la ganadería. En el último ejercicio cerrado, todas ellas facturaron 11.000 millones de euros.

Además, 17 de las 20 cooperativas más exportadoras de España están afincadas en Andalucía, con una ratio media de ventas al exterior superior al 70%.

La federación tiene un fuerte compromiso con la sostenibilidad integral del modelo (económica, social y medioambiental), por ello está adherida públicamente al Pacto Mundial de la ONU para la consecución de la Agenda 2030 a través de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Andalucía impulsa un proyecto para liderar las variedades de trigo blando de calidad y suministrar a la industria harinera

Andalucía impulsa un proyecto para liderar las variedades de trigo blando de calidad y suministrar a la industria harinera

Con el objetivo de producir partidas grandes y homogéneas de trigo blando de alta calidad, con variedades que se adapten a unas condiciones de cultivo cada vez más extremas, anticipando así las posibles variaciones ambientales causadas por el cambio climático, nace el Grupo Operativo ‘Tricabland’.

Se trata de un consorcio formado por la empresa Agrovegetal, dedicada a la experimentación, obtención y desarrollo de nuevas variedades de cultivos extensivos y a la producción de semillas certificadas; la cooperativa agrícola y ganadera San Dionisio S.C.A. de Jerez de la Frontera (Cádiz), que produce y comercializa cereales, oleaginosas y proteaginosas, y tiene una planta para la multiplicación de semillas certificadas; Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, federación que ampara a 640 cooperativas y a más de 300.000 agricultores y ganaderos; la empresa Harinas Sánchez Palencia, con más de 90 años de antigüedad y con instalaciones en las provincias de Huelva y de Cádiz, y el departamento de genética de la Universidad de Córdoba, que tiene una larga trayectoria en la investigación sobre los genes responsables de la calidad de los trigos. Además, este proyecto cuenta con la colaboración del Ifapa y de las cooperativas Coesagro (Écija, Sevilla) y Campo de Tejada (Escacena del Campo, Huelva).

La asignatura pendiente en Andalucía sigue siendo la puesta en valor de partidas grandes y homogéneas de variedades de trigo blando con alta proteína y harinas de fuerza o media fuerza, tal y como hacen los principales países exportadores.

Cabe recordar que España es deficitaria en la producción de trigo blando, por lo que cada año se tienen que importar aproximadamente cinco millones de toneladas, esto es, un 50% del consumo total aproximadamente.

La mayor parte son trigos panificables procedentes de Rusia, Ucrania y Reino Unido, aunque también se importan trigos de alta calidad (mejorantes de alta proteína) procedentes de otros países como Canadá, Estados Unidos o Francia.

Producción versus calidad

En el campo andaluz, la mayoría de los agricultores se decantan por la productividad en detrimento de la calidad. Así, siembran principalmente variedades de tipo panificable (clasificadas según la calidad como Grupo 3) que aportan muchos kilos como Artur Nick, y recientemente, de tipo galletero (Grupo 4) como Tocayo, por lo que escasean las partidas grandes y homogéneas de alta calidad (correspondientes a los Grupos 1 y 2).

Por ello, este proyecto está ya trabajando en la consecución de dos claros objetivos. Por un lado, la producción de trigo blando de alta calidad con variedades que se adapten a distintos escenarios motivados por el cambio climático. Y por otro lado, en el desarrollo de una herramienta digital basada en el análisis de imágenes para medir de forma objetiva la severidad de las infecciones de roya en las diferentes variedades de trigo.

Respecto al primero, el consorcio ya viene trabajando en ensayos de campo que permitan medir la productividad, el valor agronómico y la calidad harinera de la cosecha de diez variedades de trigo blando en cinco localidades de Andalucía, cuatro en condiciones de secano y una en regadío, tarea que se ha realizado ya en la campaña 2023-2024 y que se repetirá en la de 2024-2025.

De estos ensayos se seleccionarán las variedades de mayor calidad harinera y que puedan competir con las de los principales países exportadores. El estándar de calidad de las nuevas variedades consiste en valores de fuerza y media fuerza superiores a 300 y 200 respectivamente, lo que unido a una excelente clasificación en cuanto a porcentaje de proteína y peso específico las harán competitivas frente al mercado importador.

Este proyecto, además, supone una oportunidad para reducir las distancias entre el campo y los puntos de consumo de trigo de alta calidad. Es decir, permitiría contar con superficies de cultivo y producción suficiente en zonas próximas a las industrias harineras andaluzas. De este modo, el sector contribuye a la reducción de las emisiones e impulsa una producción cerealista más sostenible.

En cuanto al segundo objetivo, Tricabland trabajará en el desarrollo de una tecnología para medir, de manera objetiva, el vigor y la resistencia a las royas (amarilla, negra y de la hoja) entre nuevas variedades de trigo, ya que el sistema habitual de medición es por una estimación visual de la superficie del suelo o de la hoja, lo que conlleva un alto grado de subjetividad.

Para poder tener medidas más fiables, en el proyecto se utilizarán dos nuevas herramientas como son el programa de análisis de imágenes recientemente desarrollado en el centro Ifapa Alameda de Obispo y utilizado en sus trabajos científicos de caracterización de resistencia a enfermedades, y por otra parte, la aplicación ‘CAN EYE’, un software libre desarrollado por el INRA (Instituto francés de investigación agronómica).

Tricabland (Producción de trigo blando de alta calidad en Andalucía) cuenta con un presupuesto superior a los 260.000 euros y está financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022. Este proyecto prevé su finalización en junio de 2025.