Arropado por más ciento cincuenta representantes de cooperativas de toda la comunidad, el Consejo Rector de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se ha reunido hoy con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz Pacheco, en las instalaciones de Dcoop en Antequera (Málaga).
El acto ha contado, asimismo, con la asistencia del consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado; la consejera de Agricultura, Elena Víboras Jiménez; y el alcalde de Antequera, Manuel Jesús Barón Ríos, entre otras autoridades y políticos.
Previamente al encuentro, ha tenido lugar una visita a la planta de envasado de aceite de oliva anexa de Mercaóleo, propiedad de Dcoop desde que el año pasado se hiciera con el 100% de su accionariado. Posteriormente, presidenta y consejeros se han reunido con el Consejo Rector de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, encabezado por su presidente, Jerónimo Molina Herrera, y, finalmente, ha tenido lugar una serie de intervenciones en el abarrotado salón de actos de la cooperativa.
Durante el encuentro, Jerónimo Molina Herrera ha puesto de relieve el potencial del cooperativismo agroalimentario de Andalucía, el cual representa el 24% del PIB agrario nacional, aunque tan sólo el 12% de la industria agroalimentaria. Asimismo, ha subrayado que la clave para el desarrollo económico regional no se encuentra en cambiar el modelo productivo, sino en incorporar valor y aprovechar las ventajas competitivas que el propio sector ofrece. En este sentido, ha resaltado que, de equiparar el porcentaje agroalimentario al agrario, Andalucía lograría crear hasta 65.000 empleos y generar más de 3.000 millones de euros, incrementando el valor añadido actual un 33%.
Para ello, ha realizado también autocrítica y ha recordado que es necesario seguir avanzando en integración y dimensión en el modelo cooperativo, pues en Andalucía existen más de 700 empresas que, en conjunto, facturan menos de la mitad que la primera cooperativa europea. Ha puntualizado, asimismo, que es frecuente descalificar a las cooperativas grandes, relacionándolas con empresas multinacionales, y defender, por el contrario, cooperativas de escasa dimensión. En su opinión, estamos ante un grave error, ya que lo que define el tamaño es la explotación del agricultor o ganadero y no el de la cooperativa, la cual es un mero instrumento para defender el trabajo de los socios de la forma más eficiente. “Por lo tanto, de lo que hay que hablar es del número de socios que agrupan: si son pocos, lo más probable es que pesen los intereses individuales y de control, mientras si son muchos a buen seguro tendrán un gobierno más democrático y eficaz”.
En línea con lo anterior, el presidente de la federación ha aclarado que desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía lo que se defiende es un modelo concreto de empresas, orientado al mercado, la rentabilidad y la competitividad, pues en economía –ha enfatizado- hay que elegir y ha recordado a la presidenta que entre sus responsabilidades se encuentran la de decir a unos que sí y a otros que no, “pues querer atender a todos significa perjudicar a los más eficientes”.
A este respecto, ha añadido que la organización entiende que desde la Administración se apoye la integración en cualquiera de sus formas y variantes pero que aquella a la que más recursos hay que dirigir es a la que promueva empresas con dimensión suficiente y relevante, caso de las entidades asociativas prioritarias, a fin de garantizar la innovación y la internacionalización de las cooperativas en el mercado globalizado actual, donde se deben aprovechar las oportunidades de las economía digital y de escala, a fin de que éstas no se conviertan en amenazas y debilidades difíciles de superar.
Por tanto, ha instado al Gobierno regional a dirigir todos sus apoyos políticos y económicos, como los recogidos en el nuevo marco de la PAC, a potenciar el sector agroalimentario y, concretamente las cooperativas representadas por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, las cuales suponen, con más de 6.000 millones de euros en facturación, el 4,3% del PIB de Andalucía y, de cuya actividad dependen 350.000 puestos de trabajo directos, a los que hay que añadir eventuales y los de empresas auxiliares asociadas a su actividad.
Finalmente, el presidente, en nombre del Consejo Rector de la federación ha tendido la mano a la presidenta para colaborar estrechamente en la reordenación del sector agroalimentario, motor real de la economía regional, único capaz de redimir a Andalucía de su tradicional posición de marginalidad económica entre las regiones de España.