Tras analizar el Real Decreto-ley 4/2023, aprobado ayer por el Consejo de Ministros extraordinario y publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía considera un avance el paquete económico para paliar los efectos de la sequía en las explotaciones agrarias, las modificaciones incorporadas en la Ley de Aguas o las rebajas fiscales para los autónomos del Régimen Especial Agrario, entre otras. Ahora bien, la federación lamenta la ambigüedad de las ayudas destinadas a la agricultura, el olvido de sectores estratégicos como el porcino y la ausencia de líneas específicas para las industrias. Asimismo, siente que el Gobierno central no aborde en profundidad el drama de la sequía con un Plan Hidrológico nacional.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía valora el trabajo realizado por el Gobierno central para ofrecer un paquete de medidas coyunturales en línea con la dramática situación del campo a causa de la cronificación de la falta de precipitaciones y el incremento de las temperaturas. Sin embargo, no es de todo acorde con la situación, ya que una vez más se ha hecho sin contar con el criterio y el conocimiento del sector productor y cooperativo.
Así, en relación a las medidas de apoyo al sector agrario, la organización siente la falta de concreción del Gobierno central en cuanto al reparto de la partida destinada a las producciones agrícolas. El ministerio es consciente de la inestabilidad de muchos cultivos, como por ejemplo el tomate de industria o el arroz, que ya afrontan su segunda campaña de pérdidas. De igual modo, conoce la realidad del olivar, que asume la caída de un 45% de producción y avanza hacia un nuevo ejercicio productivo catastrófico, con el impacto económico que supone en muchas poblaciones. Los cereales, por su parte, están adelantando la siega por el rápido desarrollo del cultivo y la destinan a paja por ser la mejor salida que tiene en la actualidad. No obstante, la federación sostiene que la lista va a seguir engrosando en los próximos meses, pues frutas, hortalizas, frutos secos, vino o algodón, entre otros, ya han empezado a dar la voz de alarma.
Por ello, y en función de las facultades que el Real Decreto le otorga al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de modificar y concretar qué cultivos y zonas serán las beneficiadas, la federación solicita al titular del ramo que su decisión se fundamente en las aportaciones de la Mesa de la Sequía, donde espera tengan mayor protagonismo las organizaciones representativas de las comunidades autónomas. Además, confía en que entre los criterios se contemple la productividad de las zonas afectadas, así como los territorios que más aportan a la balanza comercial agroalimentaria.
Medidas para el porcino
A pesar de que el Real Decreto contempla ayudas para el vacuno, el ovino y el caprino, la organización lamenta que se olvide de un sector fundamental para la economía rural andaluza como es el porcino, también muy afectado por la falta de pastos y el encarecimiento de la alimentación complementaria como consecuencia de la guerra en Ucrania. Aunque Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía entiende que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha querido agilizar la gestión de la norma basando el texto en las ayudas acopladas de la Política Agraria Común (PAC) otorgadas en 2022, considera que la situación tan excepcional por la que atraviesa el sector agrario bien merece incorporar ciertas excepciones. En este caso, el porcino es una de ellas, y más en concreto el ibérico, que no sólo acusa los efectos de la sequía actual, sino que desde hace décadas afronta una pérdida constante de bellota como consecuencia de la Seca del Quercus en la dehesa.
Asimismo, en el caso de los sectores ganaderos incluidos, la federación cree que carece de sentido establecer un máximo de animales subvencionables por beneficiario, ya que todos los animales sufren por igual el hambre y la sed.
Por otro lado, la organización advierte de la letra pequeña del Real Decreto, el cual especifica en varias ocasiones que “la concesión de las ayudas queda condicionada a la existencia de crédito adecuado y suficiente en el momento de concesión”, por lo que, a juicio de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, el paquete de más de 636 millones de euros anunciado se asemeja a una estratagema política a escasas horas de arrancar la campaña electoral.
Otras medidas
Respecto a los créditos SAECA, la organización recuerda que como bien su nombre indican son préstamos que agricultores y ganaderos deben devolver, por lo que la supresión de los avales es una medida coherente, pero no viene a solucionar la falta de rentabilidad del sector productor.
Sobre el aplazamiento de los seguros sociales para autónomos y empresas agrarias, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía considera que no es suficiente y supone un parche más que una solución. En este sentido, insiste en que sin producciones que vender difícilmente se puede mantener la estructura empresarial de las explotaciones ni de las cooperativas y sociedades agrarias de transformación.
La organización demanda, por ello, incorporar una modificación al Real Decreto para contemplar líneas específicas a las empresas del sector, ya que si se prolonga la situación de sequía pronto se quedarán sin productos que vender. De llegar a este extremo, deberán hacer frente a costes fijos, amortizaciones e incluso a expedientes de regulación de empleo, con el consecuente efecto socioeconómico que tendrá en el medio rural.
Medidas estructurales
En cuanto a las medidas de agua, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía valora las actuaciones prioritarias recogidas en el texto, la rebaja del canon del agua de entre un 50 y un 100% y algunos de los cambios introducidos para flexibilizar la Ley de Aguas. Además, cree que es un avance la autorización y la puesta en marcha de sondeos y obras de captación que permitan la dotación de nuevos recursos en la cuenca del Guadalquivir, así como la autorización temporal de derechos de uso que puede otorgar el Ministerio de Transición Ecológica, y que espera también se concedan en función de la productividad y el impacto socioeconómico de la actividad agraria.
Sobre las obras anunciadas, como son la infraestructura para transferir los 19,99 hm3 desde el Tinto, Odiel y Piedras hasta la demarcación hidrográfica del Guadalquivir, la consolidación de la zona regable del Negratín en Granada o la adecuación de tomas de las comunidades de riego en el Bajo Guadalquivir, la federación confía en que no se conviertan en más expectativas electorales olvidadas en un cajón y solicita al Gobierno central que presente un calendario donde se especifiquen los tiempos de ejecución.
En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía teme que el Real Decreto-ley sea una tirita electoral en una herida profunda, principalmente porque se ha olvidado de una de las grandes reclamaciones del sector: un Plan Hidrológico nacional que aborde de forma estructural el drama de la sequía.
La federación reclama por enésima vez un plan integral de actuaciones, trazado con criterio técnico, que permita distribuir de forma eficiente el agua en función de las necesidades de cada territorio. Una hoja de ruta semejante al reparto de los fondos de la Política Agraria Común que ha hecho el Gobierno central, en el que Andalucía, a pesar de ser el músculo de la producción agroalimentaria nacional, ha perdido más de 500 millones de euros.
La organización insiste en la necesidad de transformar la gestión hídrica nacional, donde la innovación, a través de sistemas de desalinización, reutilización y regeneración de agua, sea la espina dorsal de la red hidrológica. Por ello, lamenta que el decreto también se haya olvidado de peticiones como el empleo de aguas regeneradas en la agroindustria. Asimismo, solicita al Ejecutivo fomentar la red innovadora del sector para adaptar la producción a la realidad agroclimática, así como una mayor labor de divulgación ante la Unión Europea del impacto que tiene la sequía en su despensa, en el campo andaluz y español.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía espera que el Gobierno central no haya aprovechado el clima electoral para comprar voluntades con un recurso escaso e indispensable como es el agua y confía en que siga trabajando para impulsar esa hoja de ruta que ayude al sector productor y a la agroalimentación a mantener el equilibrio de la cadena de suministro y la economía del medio rural.