El proyecto de innovación Droneolive, tras seis meses de trabajo, ha conseguido relacionar las imágenes captadas por drones con el estado fisiológico y las necesidades nutricionales del olivar. El objetivo de este proyecto es mejorar la sostenibilidad del cultivo a través del manejo de vehículos no tripulados dotados de sensores basados en la fluorescencia y la espectroscopia de infrarrojo cercano (conocido como NIR).
El equipo ha sido coordinado por la Agrupación Empresarial Innovadora (AEI) Inoleo y en él han participado Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, las empresas InnoPlant y Herogra Especiales y el centro tecnológico Citoliva. Asimismo, ha contado con la colaboración de la empresa Agro Ícaro y la cooperativa San Sebastián, de La Guardia (Jaén), donde se han tomado las muestras del estudio.
A lo largo de seis meses, el equipo de trabajo de Droneolive ha utilizado técnicas de teledetección para controlar el estado del olivar y la calidad de su producción, mediante el análisis nutritivo, sanitario y fisiológico de los árboles. La tecnología utilizada ha permitido monitorizar en tiempo real y de forma georreferenciada parámetros clave del olivar para que el agricultor conozca al momento si falta o sobra agua, si hay algún árbol enfermo o si escasean los nutrientes. Tras los primeros resultados obtenidos se ha comprobado que los indicadores de estrés detectados por las imágenes del dron se correspondían con unos bajos niveles nutricionales de la planta. Asimismo, ha permitido ajustar las dosis de insumos a las necesidades reales del cultivo.
Los socios de Droneolive quieren demostrar que las imágenes tomadas por los vehículos aéreos no tripulados, dotados de las herramientas de teledetección necesarias, son una alternativa precisa y económica al manejo de imágenes de satélite, que hasta ahora se emplean en el estudio de las variaciones de las condiciones del cultivo y del suelo.
Según el equipo, los drones están llamados a ser una de las ‘tecnologías del futuro’, ya que pueden utilizarse en un amplio espectro de aplicaciones dentro de la agricultura, ya sea para la exploración y análisis del estado del cultivo, así como para su manejo, si bien la información recopilada debe ser interpretada por los técnicos para mejorar las prácticas de gestión del cultivo.
Por otro lado, el equipo de trabajo ha analizado la aceituna de una finca de olivar de secano, perteneciente a la cooperativa jienense San Sebastián de La Guardia, y el aceite obtenido de la misma con el objetivo de establecer si el estado nutricional detectado por el dron puede verse reflejado en la composición y calidad de los mismos. Los resultados corroboran que potencialmente dicho aceite cumple con los requisitos para la categoría ‘virgen extra’ y refleja las condiciones de secano del cultivo con unos aceites ricos en compuestos fenólicos.
Este proyecto nace con vocación de continuidad. El objetivo de los socios es poner en marcha una segunda fase para desarrollar una herramienta que, en base a los datos captados por dron, permita conocer con antelación la cosecha, así como las zonas de la finca que van a producir una aceituna con mayor calidad, para programar su recogida de forma optimizada.
La información recopilada servirá de base para diseñar una herramienta tecnológica que integre estos datos en un software específico. Mediante dispositivos de comunicación inalámbricos, los datos obtenidos por el dron se enviarán a un centro de monitorización y control, que se encargará de traducir la información en mapas de colores. El agricultor, a través de un dispositivo móvil, podrá interpretar fácilmente estos mapas, en los que podrá conocer en tiempo real el estado hídrico y el nivel de nutrientes de cada árbol, la estimación de cosecha o evaluar la existencia de plagas o enfermedades.
El proyecto Droneolive ha sido financiado por la Secretaría General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, con las ayudas de apoyo a agrupaciones empresariales innovadores de la convocatoria de 2018.