Ganaderos de vacuno de leche convocados por las organizaciones agrarias andaluzas ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía y la Organización de Productores del Sur (OPL del Sur) han vuelto a concentrarse hoy, a las puertas de una gran superficie en Granada, para reclamar que la subida de precios en los lineales repercuta en los productores y no solo vaya en beneficio de la distribución.
Como ya hicieron en agosto en Sevilla, Málaga y Cádiz, los ganaderos, bajo el lema ‘Con la leche al cuello’, han repartido 700 litros de leche a la ciudadanía y han recogido firmas por un precio justo de la leche de vaca en el sur de España. Hasta la fecha, cerca de 28.000 personas han respaldado con su firma las peticiones de los ganaderos de vacuno de leche, la mayoría de ellas recabadas a través de la plataforma change.org.
Organizaciones convocantes y ganaderos han vuelto a denunciar públicamente la grave crisis que sufre el vacuno de leche, principalmente por la presión de unos precios por litro de leche en origen que ni siquiera cubren los costes de producción, motivo por el que han reclamado que se cumpla con la Ley de la Cadena Alimentaria.
Como han recordado, el coste medio de producir un litro de leche, según el Ministerio de Agricultura, es de 0,35 euros, pero en algunas explotaciones andaluzas asciende hasta 0,40 euros. Sin embargo, en el último año la industria ha pagado al ganadero en torno a 0,31 y 0,33 euros por litro. Es decir, como mínimo, han perdido alrededor de dos céntimos por litro, mientras que los costes de producción han llegado a repuntar hasta un 35% por la subida de las materias primas para la alimentación y por el incremento de los costes energéticos, entre otros factores, que han agravado la crisis estructural del vacuno de leche.
A pesar de ser uno de los sectores más dimensionado, competitivo y productivo del territorio nacional, la falta de rentabilidad del sector se ha traducido en el cierre del 30% de las vaquerías en la última década. En Andalucía sobreviven, a día de hoy, 475 explotaciones de vacuno de leche, con algo más de 60.000 cabezas de ganado y con una producción de 600.000 toneladas de leche. Cifras con las que la comunidad, a pesar de la asfixia que sufren los productores, representa el 8% del sector lechero nacional.
Se trata de un sector deficitario porque no se cumplen las normas, a pesar de que la Ley de la Cadena Alimentaria vigente prohíbe la venta por debajo de costes, así como una regulación específica por su carácter estratégico, establecida en el Real Decreto 1363/2013, por el que se introduce la obligación de suscribir contractos lácteos que garanticen la rentabilidad de los productores, y pese a haber sido objeto de diferentes acuerdos con la distribución promovidos por la Administración (Productos Lácteos Sostenibles 2013 y Acuerdo por la estabilidad y sostenibilidad de la cadena de valor del sector vacuno de leche 2015).
Las movilizaciones de agosto han propiciado que varias cadenas de distribución incrementen el precio del litro de leche en el lineal, si bien gran parte de estas subidas todavía no se han repercutido al ganadero por lo que la situación de descontento no se ha desbloqueado. Frente a esta realidad, los ganaderos recuerdan que están cansados de prácticas comerciales abusivas y reclaman un compromiso férreo con el sector y no medidas coyunturales para enfriar las protestas.
Por ello, los convocantes advierten de que las movilizaciones se mantendrán de forma indefinida e incluso se trasladarán a la capital de España hasta que el Gobierno central, la industria, la distribución y, por supuesto, los productores se sienten de nuevo a la mesa para establecer una estrategia a largo plazo con medidas efectistas que den estabilidad real al ganadero de cara al futuro.