La Junta Directiva de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba se ha reunido para analizar los asuntos más destacados de la actualidad del sector, poniendo el foco en la próxima campaña de aceite de oliva, en la que, según las estimaciones de la federación, se espera un 40% menos de producción en la provincia. En consecuencia, se prevé que los oleicultores cordobeses generen en torno a 220.000 toneladas en 2019-2020, frente a las más de 365.000 de la campaña actual.
Para hacer frente a la recogida de la aceituna, un año más, los titulares de explotaciones no podrán contar con contingentes de mano de obra especializada extranjera, ya que, tal y como señala el gerente de la federación de cooperativas, Joaquín García, la subdelegada del Gobierno de España en Córdoba, Rafaela Valenzuela, continúa sin reunirse con el sector. Concretamente, “lleva desde septiembre de 2018 sin atender las diferentes cartas y sin convocar la Mesa de Flujos Migratorios”.
Tras dos campañas especialmente complicadas, como la 2018-2019 y la 2019-2020, Joaquín García cree que en la próxima “habrá menos problemas, pero por la escasa producción, aunque incide en la dificultad para encontrar profesionales cualificados y que quieran trabajar en la provincia”.
Los miembros de la Junta Directiva de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba, encabezados por su presidente, Rafael Sánchez de Puerta, tuvieron oportunidad de trasladar estas y otras cuestiones a la delegada de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Araceli Cabello, en el encuentro mantenido con ella hace unos días.
El agua fue otro asunto destacado y una reclamación histórica de los cooperativistas cordobeses, quien de forma recurrente vienen mostrando su disconformidad con el trato desigual que mantiene la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir hacia la provincia y que el organismo justifica alegando déficit hídrico, mientras provincias limítrofes siguen creciendo en regadío.
Por tanto, Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba pidió la mediación de Agricultura para lograr un reparto justo entre territorios, que permita a la agricultura, la ganadería y las cooperativas de la provincia seguir desarrollándose e impulsar su competitividad, pues tal y como el presidente provincial resalta ”en aquellos territorios donde llega el agua, llega la riqueza y se genera empleo”.
De hecho, son los olivares de secano y de riego deficitario los que ocasionarán una reducción tan drástica en la producción de aceite de oliva de la próxima campaña en la provincia de Córdoba