Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba ha celebrado este viernes su Asamblea General en la que ha hecho balance de un año muy complicado en el que, a pesar de las dificultades, las cooperativas han logrado mantener el volumen de negocio que venían registrando en los últimos ejercicios. En concreto, han facturado 1.372 millones de euros, lo que representa el 13% del total de todas las entidades agroalimentarias andaluzas.
Las cifras dan muestra de la solvencia de la economía social agraria en la provincia, aunque eso no se ha traducido en los mismos beneficios para los socios, como ha puesto de manifiesto el presidente de la federación, Rafael Sánchez de Puerta. Durante su intervención en el acto, celebrado en la cooperativa La Unión de Montilla, ha aludido al difícil contexto político y económico, unido a una galopante sequía, lo que ha lastrado la actividad en el campo. El presidente ha recordado que “necesitamos tener una agricultura viva e ilusionante”. “Tenemos que ser capaces de buscar alternativas y que eso no convierta a los agricultores en delincuentes, como está pasando”, ha indicado.
Sánchez de Puerta ha considerado que “se ha perdido una magnífica oportunidad en las movilizaciones porque cada uno de los manifestantes ha dado un mensaje distinto y no hemos señalado el principal problema”. A su juicio es “la falta de rentabilidad en el campo”, motivada por la sequía, por los cambios en la PAC, por la falta de relevo generacional, y por muchos otros motivos.
Esa carencia de recursos hídricos en la provincia ha sido la principal demanda del presidente de la federación, quien ha recordado que Córdoba almacena el 50% del agua para una superficie de regadío del 17%, lo que considera un agravio con respecto a otros territorios. Una de las cuestiones que ha abordado es la propia gestión del recurso, que “es obsoleta y la misma desde hace cien años”. Sánchez de Puerta ha sido muy gráfico al mencionar que hace un siglo el agua embalsada se destinaba principalmente a la producción de electricidad, pero la necesidad hoy ha cambiado por completo. Por eso ha recalcado que “hay que hacer leyes ajustadas a la realidad”.
El responsable de la federación provincial se ha mostrado partidario de “convertir el cambio climático en una oportunidad, para sacar adelante los proyectos hídricos necesarios”. “Creo que son muchas las cosas que se pueden hacer y, desde luego, las estamos haciendo, pero tenemos que encontrar esas soluciones porque ese es el futuro de nuestra tierra”, ha señalado. También se ha referido a las dificultades para encontrar mano de obra para trabajar en el campo, un problema que se topa con la excesiva burocracia. En este punto, el presidente ha sido crítico con medidas que “incentivan el no trabajar” y además poner trabas a la contratación a trabajadores de otros países.
Como novedad, Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba ha analizado la situación de los sectores en un coloquio en el que han participado representantes de cada uno de ellos: José Luis Toledano (aceite de oliva), Francisco de Mora (aceituna de mesa), David Chao (cultivos herbáceos), José María Corredera (frutas y hortalizas), Francisco Serrano (orujo) y Antonio López (vino). Los seis integrantes de la mesa redonda han coincidido en la necesidad de amarrar más inversiones en infraestructuras hídricas para garantizar el acceso de todos al agua.
Uno de los más críticos con esta cuestión ha sido Antonio López, quien ha puesto de manifiesto el agravio comparativo de Córdoba en cuanto a las dotaciones para el riego de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). “Tenemos que ser más reivindicativos”, ha solicitado. La sequía ha afectado a todos los cultivos sin excepción, de hecho, los representantes sectoriales de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba han hablado de “pérdidas históricas de cosecha”. Por suerte, las últimas lluvias de la primavera han salvado la situación del resto del año y se esperan buenos resultados en aceite de oliva, aceituna de mesa, orujo, cereales y algo mejores que los actuales en frutas y hortalizas y en vino. Sin embargo, “eso no debe desviar nuestra atención, porque esta sequía nos ha hecho ver que hacen falta esas infraestructuras”, ha zanjado José María Corredera.
Otro caballo de batalla ha sido la falta de mano de obra y las dificultades para contratar en el extranjero ante la carencia de trabajadores nacionales. Los participantes en el coloquio han pedido a las administraciones públicas más agilidad para poder hacer esas contrataciones y garantizar que la actividad pueda seguir en el campo.
El relevo generacional también ha centrado el coloquio, poniendo el acento en la continuidad de las explotaciones agrarias y la entrada de savia nueva en los consejos rectores. La presencia de jóvenes “es enriquecedora siempre”, pero lo primero es garantizar la rentabilidad y que el sector siga avanzando, aunque, “desgraciadamente eso no siempre es así”. “La incertidumbre pesa demasiado y hace que el mundo agrario sea menos atractivo para las nuevas generaciones”, ha apuntado David Chao.
La diversidad de cultivos de Córdoba y la popularidad de sus productos ha cerrado este debate, que ha dejado entre sus conclusiones la importancia de dar a conocer más esa calidad que tienen. “Esta es una de las provincias con más denominaciones de origen, sus productos reciben premios todos los años. Eso hay que darlo a conocer”, han señalado. También la necesidad de seguir aumentando el tamaño de las cooperativas para que sean más competitivas mediante fusiones o la creación de más cooperativas de segundo grado.
La clausura ha estado a cargo de los delegados territoriales de Medio Ambiente y Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Rafael Martínez y Francisco Acosta, respectivamente, quienes ha mostrado su predisposición para “ayudar al sector en Córdoba y que siga siendo una potencia, especialmente en las zonas rurales” y se ha comprometido a reivindicar todas las infraestructuras hidráulicas que necesita la provincia.
También han felicitado a las cooperativas presentes en la asamblea por sostener los números, a pesar de tantas adversidades y los han considerado “un auténtico pilar” de la economía cordobesa.