El futuro energético será renovable o no será. Las energías procedentes de fuentes limpias se erigen como la única solución posible para garantizar el desarrollo sostenible y una oportunidad para ahorrar costes frente a la volatilidad de los precios del mercado de la electricidad. Razones de peso para convencer a las cooperativas agroalimentarias de la necesidad de apostar por la energía fotovoltaica.
Con este objetivo, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía está ejecutando el proyecto ‘Análisis de viabilidad para la instalación de energía fotovoltaica en el sector agroalimentario’, que se enmarca dentro de la Línea 4 para la Innovación y Competitividad Empresarial de la Economía Social, y que financia la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía. Este proyecto se propone asesorar a 30 cooperativas andaluzas para la colocación de placas solares en sus instalaciones, así como la puesta en marcha de una iniciativa pionera en el sector agro como es la constitución de una cooperativa energética.
En España se puede disfrutar de una fuente de energía que es inagotable y que, por ahora, es la más barata: el sol. Existen ya numerosos casos de éxito de cooperativas y comunidades del sector agrario que han adoptado el autoconsumo fotovoltaico, ya sea para calentar el agua en granjas y bodegas o para bombearla en sistemas de riego.
De hecho, los sectores de la agricultura y el regadío concentran el 25% de las plantas fotovoltaicas para autoconsumo instaladas en España, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), recogidos por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).
No obstante, para lograr que el sector cooperativo abandere el desarrollo sostenible, es necesario seguir dando pasos en este sentido. Por ello, la federación regional está ultimando los análisis de viabilidad y estudios de costes económicos para la instalación de energía fotovoltaica en una treintena de cooperativas de las distintas provincias andaluzas, como paso previo a la realización de dichos proyectos energéticos.
A lo largo de los últimos meses, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía ha venido ejerciendo una labor de asesoramiento, orientación, consultoría y tutorización a sus cooperativas federadas para la puesta en marcha de plantas fotovoltaicas, y está prevista una próxima jornada informativa como cierre de las actividades del proyecto.
Además, se ha presentado ya un modelo para la constitución de una cooperativa energética en colaboración con entidades y grupos de investigación.
Al apostar por las energías renovables, la base social de las cooperativas obtiene importantes ventajas como un ahorro notable en la factura energética, no depender exclusivamente de la red eléctrica y disponer de una fuente de energía renovable propia como protección frente a las alteraciones de los mercados. Además, estas cooperativas refuerzan su estrategia de sostenibilidad ambiental, ya que la producción sostenible no sólo se ciñe a la producción, sino también a la transformación de los alimentos, lo que se traduce en valores añadidos para la comercialización del producto y reputación para la marca. No en vano, la huella de los alimentos es un aspecto cada vez más considerado por los consumidores.