La situación económica derivada de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha impactado de lleno en el sector de la fresa y los berries, motor económico de la provincia de Huelva y una de las campañas más relevantes del agro andaluz. En pleno pico de producción, los agricultores ven cómo la rentabilidad de sus explotaciones disminuye por el repunte de los costes de producción, la falta de mano de obra y la caída generalizada del consumo. Factores que rompen el crecimiento de este sector en los últimos años y que dificultan el desarrollo de la actual.
El sector de los frutos rojos fue uno de los primeros en sufrir las consecuencias del coronavirus, pues a dos días de recibir parte del contingente de trabajadores procedentes de Marruecos, el país vecino cerró las fronteras y dejó en tierra a cientos de los temporeros contratados. “Como tampoco han llegado los procedentes de Rumanía o Bulgaria”, añade el presidente del Grupo de Trabajo de Fresas y Frutos Rojos de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Cristóbal Picón.
Ante esta difícil coyuntura, la federación abrió, y mantiene abierta, una bolsa de empleo como alternativa a sectores como el turismo o la restauración, que han quedado totalmente paralizados. Sin embargo, a pesar de haber recibido algo menos 200 solicitudes, “no son suficientes para abastecer de mano de obra a un sector que en condiciones normales genera en torno a 100.000 empleos anuales”.
Por ello, el sector está a la expectativa del resultado del Real Decreto Ley aprobado ayer por el Consejo de Ministros para favorecer la contratación temporal de personas en desempleo o inmigrantes cuyo permiso de trabajo venza entre el 14 de marzo y el 30 de junio (fecha hasta la que estará en vigor esta norma) y ayude a paliar la falta de mano de obra y permita atender con la mayor normalidad posible la demanda.
Por otro lado, las cooperativas de frutos rojos, así como sus socios, advierten de la escalada que se está produciendo en los costes de producción. Las restricciones de movilidad aprobadas por el Gobierno central y la imposibilidad de que los vehículos con trabajadores vayan ocupados por encima del 30% han encarecido este capítulo de gastos, por lo que esperan que estas limitaciones se flexibilicen una vez se inicie la fase de desescalada del confinamiento.
Igualmente ha habido un incremento en los costes derivados de la logística, “ya que antes los camiones venían con carga de retorno y ahora no”, explica Cristóbal Picón. La partida de gastos también se ha visto resentida por la necesidad lógica de extremar las medidas de higiene y protección para evitar la propagación del virus, lo que no solo ha supuesto dotar del material necesario a los trabajadores, “sino ralentizar el ritmo productivo hasta en un 40%”, señala.
Dentro de su estrategia de crecimiento, muchas cooperativas de fresa y frutos rojos habían realizado fuertes inversiones en sus instalaciones y procesos productivos que esperaban recuperar con la comercialización de la producción. Sin embargo, “las ventas en los mercados internacionales se han resentido alrededor de un 30%, principalmente por la pérdida de contratos y la ralentización del transporte; el consumo nacional también se ha reducido; y tampoco ayuda el cierre del canal HORECA (hoteles, bares y restaurantes), especialmente por el fuerte descenso del turismo, gran consumidor de berries”, resume Cristóbal Picón. Esta situación complica, por tanto, equilibrar la balanza de ingresos y gastos y está generando pérdidas en las cooperativas y sus socios.
La federación también muestra su preocupación por el mantenimiento de los programas operativos de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), “ya que muchas de las inversiones aprobadas y planificadas están paralizadas y, a día de hoy, han quedado relegadas a un segundo plano debido a que las cooperativas y sus socios están centrados en cubrir los gastos fijos”, explica la gerente de Cooperativas Agro-alimentarias de Huelva, Natalia Aguilera. Por ello, dado que los fondos ya están presupuestados y aprobados, desde la organización se ha solicitado tanto a la Consejería de Agricultura, como al Ministerio de Agricultura y a la Comisión Europea una modificación en el Anexo II del Reglamento Delegado (UE) 2017/891 que permita flexibilizar los requisitos exigidos y optimizar dichas inversiones para permitir al sector seguir trabajando en la próxima campaña.
En este sentido, la federación propone que de manera excepcional se subvencionen conceptos de gastos que no sean plurianuales, como son plantones de frambuesa y fresa y otros inputs necesarios para la puesta en marcha de los cultivos y su venta, así como envases y embalajes. Además, como recuerda, en otras convocatorias estos conceptos sí fueron subvencionables. Igualmente solicita la posibilidad de medidas excepcionales de gestión de crisis que puedan ser aplicables a la realidad de la situación.
En definitiva, Cooperativas Agro-alimentarias solicita a las administraciones que articulen medidas que se correspondan con el esfuerzo que a lo largo de estas semanas está haciendo el sector agroalimentario, y en especial el cooperativo, para seguir abasteciendo al conjunto de la ciudadanía de productos seguros y de calidad.