Tras conocer los últimos datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), sobre la campaña oleícola 2019-2020, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía califica agosto como un mes histórico a pesar de ser una época con menor actividad por las vacaciones estivales. En el penúltimo mes de campaña se registraron unas salidas superiores a las 122.400 toneladas, por encima del ejercicio récord 2013-2014.
El buen ritmo de salidas ha permitido reducir el stock hasta las 620.000 toneladas. Por ello, a un mes de que se cierre el ejercicio oleícola, el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva, Cristóbal Gallego, sostiene que si el enlace se sitúa por debajo de las 500.000 toneladas será una cifra “aceptable”, más si se tiene en cuenta que se espera una campaña 2020-2021 media-buena, según se comporten las precipitaciones otoñales.
Asimismo, la bajada del stock mundial y la previsible caída de la producción de aceite de oliva del resto de países han permitido que las importaciones estimadas de agosto (12.000 toneladas) sean menores respecto al resto de meses de la campaña. En este sentido, Cristóbal Gallego apunta que la falta de producto está animando el consumo de aceite de oliva de origen español.
En cuanto a precios, el comportamiento de las salidas ha permitido registrar en las últimas semanas un repunte. Como muestran los datos del Pool Red, en la semana 36, el aceite de oliva virgen extra se situó por encima de los 2,13 euros y el virgen superaba los 1,8 euros. Por su parte, el lampante cotizó por más de 1,78 euros, su precio más alto en todo el año. No obstante, el presidente sectorial recalca a pesar de la mejora las cotizaciones siguen estando muy lejos de la rentabilidad del cultivo.
Los buenos datos registrados por la AICA demuestran el esfuerzo titánico que está realizando el sector oleícola para mejorar su posicionamiento en el mercado a pesar de haber perdido una plaza como Estados Unidos, su principal mercado fuera de la Unión Europea. Como recuerda Cristóbal Gallego, el Gobierno estadounidense sigue castigando al aceite de oliva envasado de origen español con un arancel del 25% como represalia de un conflicto totalmente ajeno al sector agroalimentario.
Sin embargo, Estados Unidos mantiene un buen ritmo de importaciones de aceite de oliva envasado, por encima de las 23.000 toneladas en julio (últimos datos disponibles), de las apenas 1.300 toneladas procedían de España, la cifra más baja de los últimos 20 años. Una tendencia que, como explica el presidente sectorial, “está provocando una pérdida de valor del aceite de oliva español envasado, mientras que países como Italia, Portugal y Túnez nos desplazan del mercado estadounidense”.