El ejercicio oleícola 2020-2021 ya es un año histórico en comercialización. En julio se vendieron más de 122.350 toneladas, según los últimos datos provisionales elaborados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por tanto, en los diez meses de campaña, España ha vendido más aceite del producido.
El sector ha comercializado cerca de 1.400.000 toneladas (concretamente, 1.398.750), cifra mayor al aceite de oliva producido durante el ejercicio (1.387.525 toneladas). El ritmo medio de salidas durante la campaña sigue a niveles máximos con 139.888 toneladas mensuales.
Como ya avanzó Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la 2020-2021 será una campaña sin precedentes en materia comercial. “Los datos reflejan que el mercado del aceite de oliva es fluido incluso con los precios actuales”, señala el presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva, Cristóbal Gallego. Además, es una muestra de que “el esfuerzo de las almazaras, especialmente de las cooperativas, para abrir nuevos mercados y las inversiones ejecutadas en promoción, así como la apuesta por la calidad, se han traducido en una campaña de récord”, recalca Cristóbal Gallego.
El buen ritmo de salidas del presente ejercicio confirma que las disponibilidades de aceite de oliva a final de campaña serán muy bajas. En España, a 30 de septiembre, se esperan unas existencias de 378.000 toneladas, según datos del Ministerio de Agricultura. El bajo enlace español, unido al minúsculo stock que prevé la Comisión Europea en el resto de países productores, “señala a España como el único mercado con aceite de oliva suficiente para vender en los meses de septiembre y octubre”, recuerda Cristóbal Gallego.