El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Fulgencio Torres Moral, ha firmado este jueves en Berlín, en el marco de la feria Fruit Logistica, un manifiesto en reconocimiento y apoyo al sector de frutas y hortalizas español, impulsado por las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Murcia y Valencia.
La producción de frutas y hortalizas ocupa actualmente una posición de liderazgo dentro de la agricultura española. Se trata de un sector con una clara vocación exportadora. Las ventas al exterior de frutas y hortalizas españolas de enero a septiembre de 2024 crecieron un 9% en volumen respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando 9 millones de toneladas, y aumentaron un 5% en valor hasta llegar a los 13.044 millones de euros.
Hablamos por tanto de un pilar fundamental para la agricultura regional y del conjunto de España, una actividad generadora de riqueza y empleo, que fija población en el medio rural y que contribuye al saldo positivo de la balanza comercial de nuestro país. Del mismo modo, los agricultores de frutas y hortalizas contribuyen a mejorar la soberanía alimentaria de Europa. España lidera la producción de frutas y hortalizas en la UE y ocupa el séptimo puesto a nivel mundial, con un volumen medio anual de más de 27,3 millones de toneladas. España es el primer suministrador de frutas y hortalizas a la UE, lo que nos convierte por tanto en un sector estratégico para la alimentación de los europeos.
Con estos antecedentes, el manifiesto reconoce y apoya la labor y el esfuerzo de los productores y las empresas, que son referentes en calidad, variedad, y sostenibilidad. Además, aboga por una mayor cooperación entre las instituciones europeas y el sector agrario. En este sentido, señala que esta nueva etapa de la política comunitaria debe contemplar una interlocución permanente y sincera con el sector agrícola y ganadero de la Unión Europea.
Europa debe avanzar hacia una flexibilización y simplificación de los requisitos establecidos en la Política Agraria Comunitaria (PAC), así como de otras normativas derivadas del Pacto Verde Europeo. Deben realizarse estudios de viabilidad e impacto a la hora de plantear objetivos medioambientales, atendiendo además a la sostenibilidad económica y social, favoreciendo sistemas alimentarios sostenibles y en consecuencia mejorando su competitividad en los mercados.
Sanidad vegetal, cláusulas espejo y Mercosur
En cuanto a la sanidad vegetal, el manifiesto reclama una intensificación de los controles fitosanitarios y de residuos de fitosanitarios sobre los productos agrícolas procedentes de terceros países en los puntos de entrada a la Unión Europea y la estricta aplicación de la normativa en vigor en todos ellos. Esta vigilancia es crucial para garantizar la viabilidad del sistema productivo agrario europeo de frutas y hortalizas, minimizando el riesgo por la entrada de nuevos plagas y enfermedades para nuestros cultivos, así como para garantizar la seguridad alimentaria de los europeos.
Por otra parte, el sector considera que es esencial que los agricultores cuenten con herramientas eficaces y suficientes para proteger sus cultivos, apostando por la innovación y la investigación, favoreciendo el registro y la autorización de nuevas sustancias, tanto químicas, como biológicas y biotecnológicas, y planteando estudios de impacto antes de eliminar herramientas fitosanitarias actualmente disponibles.
El documento también habla sobre las cláusulas espejo, insistiendo en que es esencial avanzar en unas reglas de juego homogéneas y justas para el comercio internacional. Por ello, los firmantes solicitan al Ministerio de Agricultura que mantenga y refuerce su esfuerzo ante las instituciones europeas para lograr el consenso sobre la introducción de estas cláusulas en los acuerdos comerciales, y a las instituciones de la Unión Europea que se avance en el establecimiento de cláusulas espejo en acuerdos comerciales y sobre la importación de productos agrícolas procedentes de terceros países.
Defendemos el comercio global, pero entendemos que es necesario el establecimiento de cláusulas espejo sobre los alimentos importados desde terceros países, así como el fortalecimiento de los sistemas control en los puntos de entrada en la comunidad y el estricto cumplimiento de la legislación comunitaria para garantizar la seguridad alimentaria.
Por último, se pone el foco en el acuerdo con los países del Mercosur. El sector exige un análisis exhaustivo del impacto del acuerdo sobre los diferentes productos y las zonas o regiones de la UE que resultan más afectadas, estableciendo las medidas económicas compensatorias sobre los mismos.