Isabel Mª Rubiales Gómez

El paisaje del olivar ha estado muy presente en la vida de Isabel Mª Rubiales Gómez. Aunque no era el principal sustento de su familia, la aceituna que recogían para elaborar aceite era un complemento para la renta familiar. Quizá por ello, cuando terminó sus estudios de enfermería, tomó la decisión de darle un vuelco a su camino laboral y dedicarse a la actividad agraria.

Isabel se esfuerza a diario para hacer del complemento de su familia su modo de vida. Al tiempo que cuida de su olivar ecológico, dedica gran parte de su jornada a la explotación de cabras con la que se inició en el sector. La belleza de estos dos trabajos le ayudan a compensar el sacrificio de la actividad, puesto que ni el campo ni los animales entienden de días de descanso.

Esta joven agricultora es también un ejemplo en su pueblo, Algodonales. Hasta hace bien poco, la cooperativa nunca había tenido a una mujer en el consejo rector. Un techo que Isabel, junto a otra socia, ha roto recientemente al asumir el papel de tesorera. Isabel afronta este reto con ilusión y con el objetivo de visibilizar la figura de las agricultoras y las ganaderas en un sector que tradicionalmente ha estado dirigido por hombres.