Isabel Férnandez Martínez

Isabel se dio cuenta de que su vida y su futuro estaban en el mundo rural desde que era una niña. Pequeños gestos del día a día se lo corroboraron en la época en la que vivió en una ciudad. Fue cuando estudiaba Ciencias Ambientales en la Universidad de Jaén. Cuenta que una vez entró a una tienda y que, tras dar los buenos días como se hace en su pueblo, no le contestaron. Esta pequeña gota colmó su vaso y la empujó definitivamente a elegir una vida rural, arropada por la calidez que ofrecen los pequeños municipios.

En Beas de Segura, el pueblo que le vio nacer y donde sus hijos tienen libertad para salir a la calle a jugar al balón, Isabel Fernández Martínez también ha podido desarrollar su carrera profesional. Es técnica de campo y, además, gestiona la explotación olivarera que ha heredado de su familia. En 2018 fue elegida presidenta de su cooperativa, Santa Teresa, actividad que siempre le ha resultado tan difícil como enriquecedora.

En su caso concreto, apunta, ser mujer no ha supuesto impedimento alguno para desarrollar el trabajo como agricultora y técnica. Es más, recuerda que el día en que la nombraron presidenta fue un grupo de hombres el que la animó a tomar las riendas de la cooperativa. Aun así, lamenta que no sean muchas las jóvenes que, como ella, se encuentran en puestos similares, algo que espera que cambie más pronto que tarde.