Carmen María Bernal Espárraga

El campo y el cooperativismo son dos conceptos que Carmen María Bernal Espárraga conoce desde que era bien pequeña. Los fines de semana compartiendo vivencias con las cuadrillas de jornaleros y admirando las labores del verdeo cultivaron en esta profesora de inglés una fuerte vocación por la agricultura y el modelo cooperativo. Tanto que hace dos años abandonó su carrera como maestra de Primaria para coger el relevo de su padre en la explotación de olivar.

Curiosamente no solo siguió los pasos de sus ascendientes en la tierra, también en el seno de su cooperativa. Con la jubilización de su padre, la presidencia se quedaba vacía y todos tuvieron a bien en que Carmen María se presentara. La decisión fue unánime y desde hace dos años preside una cooperativa pequeña, con 90 socios, que además está integrada en el grupo Dcoop, de la que también es consejera.

Las ventajas de la docencia no desequilibraron la balanza cuando Carmen María tuvo que tomar la decisión. Sostiene que no podría mirar para otro lado ni dejar que el patrimonio de su padre, abuelo y bisabuelo, labrado durante décadas, se quedara en manos de terceros. Así que durante el verano de 2019 dejó su vida como profesora y decidió aprender de la mano de su padre, antes de que este se jubilara. Aunque tuvo que empezar de cero, Carmen María no se arrepiente de su decisión y asegura que ha ganado calidad de vida.